NOMBRES PROPIOS: ROSARITO

Hoy se le dió sepultura a una institución en San José: Rosarito Beltrán. Poco puedo añadir a lo que esta entrada dice de ella. Yo pensaba dedicarle una entrada, pero se me adelantaron, posiblemente con muchísima más elocuencia que yo. Sólo una observación: por todo lo dicho y por por otras motivaciones más personales yo tenía que estar allí. Y no pude, porque mis obligaciones profesionales me lo impidieron. Esta tarde tenía en mi instituto la entrega de orlas, y tanto Cayetano como yo no podíamos faltar. Por ello, este mediodía, en medio del fragor multitudinario que una celebración como la de esta tarde-noche significa en un centro, me desplacé a San José para darle el pésame a sus familiares y disculparme por no poder estar en el entierro. Sí que hubo representación socialista en el entierro, porque mis compañeros estuvieron, y también estuvieron en el duelo anoche. Hecha la aclaración, gracias a nuestro anónimo comunicante por unas frases tan ajustadas, certeras y merecidas sobre Rosarito. Descanse en paz.
Les reproduzco el comentario.

Hoy me invade la pena por la pérdida de una amiga y al mismo tiempo dolor por la escasa repercusión social de su partida definitiva y pido perdón por ello. Intentaré explicarme. Hoy, 4 de junio de 2010 acabo de enterrar a una vecina de nuestra localidad, y no precisamente una vecina cualquiera. Su nombre Rosario Beltrán, popularmente conocida por Rosarito. La labor que esta mujer hizo de manera callada y silenciosa, aguantando para si " carros y carretas" durante toda una vida por el bien ante todo y por encima de todo a Aquél a quien servía, pero también a la comunidad, a nosotros desde la parroquia de San José que es nuestro templo, nuestra casa común donde creyentes, practicantes y no practicantes y también ateos, nos reunimos para la misa dominical o para actos máss mundanos como fiestas varias o celebraciones como primeras comuniones,bodas o bautizos. Ella, y anteriormente muchas otras, y hasta casi el final de su vida cuando sus fuerzas físicas y psicológicas le dijeron basta , se preocupó y se hizo cargo desde la ornamentación y limpieza de la Iglesia, del lavado de ropa y enseres ornamentales hasta vender y andar ya vieja por todas las calles del municipio rifas en favor, no propio, sino de la iglesia local, de nuestra Casa común y siempre con una buena sonrisa y disponibilidad total , sin tener en cuenta, el frio o el calor, la tormenta, la noche o el día.
¿ Cuantas veces llegábamos a la Iglesia y veíamos lo bonita que estaba? La responsable en muchísimas ocasiones Rosarito. Se nos fue como vino, silenciosa, callada, creyente, fiel a Dios, a San José, a su Templo, nuestro templo, a todos nosotros, y lo más triste, por lo que me invade un sentimiento cercano al dolor, sin un sentido y emotivo homenaje en vida por parte de su pueblo, y además se fue con la ausencia en su entierro de toda la Corporación municipal, incluida la oposición. Con ella, se nos fue una de las últimas mujeres mas significativas, luchadoras, honradas, fieles y trabajadoras que ha tenido San Juan de la Rambla. Descansa en paz Rosarito y goza ya en la Gloria de Nuestro Señor del premio que te mereces, el cual te negamos nosotros. Besos.