viernes, 23 de enero de 2009

DON MARCOS: NO MIENTA NI AMENACE USTED

Don Mrcos vuelve a las andadas. Como está asustado (no es para menos) por nuestra firme intención de acudir a la Fiscalía Anticorrupción por varios casos en los que él sería uno de los imputados, en lugar de bajar la cabeza, la levanta cual gallito y traslada su miedo, mediante amenazas, a los vecinos. Y previene a los vecinos del Pino de no sé qué perjuicios que la intervención del Fiscal Antocorrupción les conllevaría. Es decir, que amenaza con daños ¡a los perjudicados!, a los paganinis a los que hizo pagar por su terreno, y por el terreno colectivo, y luego volvió a vender ese terrenito colectivo a la constructora. Si tendrá cara dura.
Desde luego, yo no voy, en absoluto, a contribuir a que usted amedrente a nadie. Así se lo hice saber a los vecinos, diciéndoles que abría un plazo de espera antes de trasladar la solicitud a la fiscalía Anticorrupción que, como su propio nombre indica, no tiene nada que ver con que un vecino haya sembrado una col al borde de un barranco, ni haya hecho un muro para proteger a su casa y a su gente. Nada que ver con esto. Sólo que estos pájaros que nos desgobiernan están acostumbrados a mentir y a amedrentar para salir ilesos de las graves situaciones y problemas que han generado en el pueblo. Un pueblo que, como principal problema, los tiene a ellos.

Para el conocimiento de todos, porque así he tenido que hacer para desmontar sus mentiras, una a una (¿Recuerdan cuándo subieron la contribución?):

La Fiscalía Anticorrupción tiene dos grandes focos de actuación: los delitos de contenido político, entre los que destacan la prevaricación, la malversación, el cohecho o el tráfico de influencia y los delitos económicos. Entre estos últimos, su gran foco de investigación se centra en los grandes fraudes, los delitos fiscales y financieros, y el blanqueo de capitales.

Como ustedes verán, estamos hablando del primer apartado.

¿Por qué?

Porque entendemos que hay prevaricación. Ya expliqué qué es prevaricación en su momento, con respecto a las actuaciones del alcalde, pero insisto:

La prevaricación es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro funcionario público dicte una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial, a sabiendas que dicha resolución es injusta. Por ejemplo, en este caso, cuando aprueba una modificación urbanística que priva a los vecinos de sus derechos,e sto es, disfrutar de los espacios comunes, y altera gravemente la legislación urbanística vigente.


Dicha actuación es una manifestación de un abuso de autoridad. Está sancionada por el Derecho penal, que busca la protección tanto del ciudadano como de la propia Administración. Las sanciones son de multa, de cárcel y de inhabilitación.

También entendemos que hay malversación en las actuaciones a que hacemos referencia.
Nos referimos, concretamente, a la tipificación legal de malversación cuando habla de la autoridad o funcionario público que, con ánimo de lucro propio o ajeno y con grave perjuicio para la causa pública, diere una aplicación privada a bienes muebles o inmuebles pertenecientes a cualquier Administración o Entidad estatal, autonómica o local u Organismos dependientes de alguna de ellas, incurrirá en las penas de prisión de uno a tres años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a seis años.

Entendemos que, en el caso de haber recibido en pago por las actuaciones de uso posterior de espacio público para edificar en él la famosa vivienda sin habitar de la urbanización, se estaría en lo tipificado como cohecho, es decir,
la autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, solicitare o recibiere, por sí o por persona interpuesta, dádiva o presente o aceptare ofrecimiento o promesa para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u omisión constitutivas de delito, incurrirá en la pena de prisión de dos a seis años, multa del tanto al triplo del valor de la dádiva e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a doce años, sin perjuicio de la pena correspondiente al delito cometido en razón de la dádiva o promesa ó la autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, solicite o reciba, por sí o por persona interpuesta, dádiva o promesa por ejecutar un acto injusto relativo al ejercicio de su cargo que no constituya delito, y lo ejecute, incurrirá en la pena de prisión de uno a cuatro años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis a nueve años, y de prisión de uno a dos años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a seis años, si no llegara a ejecutarlo. En ambos casos se impondrá, además, la multa del tanto al triplo del valor de la dádiva
.

Si pensamos que la operación supuso una ganancia de varios cientos de millones de pesetas, empezamos a saber qué hay detrás.

Es decir, miren si de lo que se trata no es de verduritas sembradas al borde del barranco ni de algún muro u obra menor realizada por el vecino en su propiedad. Hablamos, lisa y llanamente, de delitos de gran envergadura, tanto, que se precisa un fiscal especial para su investigación.

Cuatro años son muchos para dar una respuesta, don Marcos. Un año y pico después de haber sido convocado por los vecinos y no comparecer, el día, ¿recuerda? que no se atrevió a dar explicaciones públicas en mi presencia, (¿por qué, don Marcos, si usted no tiene nada que ocultar?), usted demuestra tener una gran desfachatez cuando no sólo no responde con actuaciones ante los afectados, sino que se permite amedrentar a los vecinos, incluso usando los medios de comunicación. Fíjese si estoy segura de que no va a pasarles nada por las actuaciones del fiscal antocorrupción a los vecinos, que me ofrezco, en ese caso, a litigar en el nombre de ellos. A ellos, no, pero a usted y a los que actuaron con usted, sí. Por eso le digo, don Marcos, que resuelva YA.
A petición de los vecinos y por respeto a ellos, que aún confían en usted (yo, desde luego, no, porque sé que no cunmple ni una de sus promesas, y miente más que habla, que ya es decir) voy a esperar. Pero, precisamente porque sé de la pata que cojea, no voy a esperar toda la vida. No voy a esperar a que, en vísperas de las elecciones de 2011 lo utilice como moneda de cambio. Ni siquiera voy a esperar un año más. Le doy dos meses. Dos meses para que negocie con los vecinos una solución. DOS MESES, don Marcos. Espero que los convoque a más tardar la próxima semana. Y que le anuncie una solución. Quedo a la espera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se rumorea por el pueblo que son tantos los disparates de nuestros desgobernantes, qué dicen que el propio juez Baltazar Grarzón ya ha oido hablar de San Juan de La Rambla y que estaría dispuesto hacer algo. ¿Es verdad eso Dña Fidela? Y si así fuera, que venga desde ya, hoy mismo, que se demuestre que por muy pequeño que sea un pueblo nadie puede estar al margen de la ley. A LA CARCEL CON TODOOOOS