sábado, 11 de abril de 2009

LA PASIÓN


Toda mi vida he valorado, por encima de cualquier otra cosa, el trabajo colectivo. El trabajo colectivo, la suma de muchas individualidades, hace lo que la suma repetida en Matemáticas: multiplica los esfuerzos. Cuando se resuelve bien, transforma colectivos amorfos que podrían ser organizaciones necias, en organizaciónes inteligentes, que aprovechan lo mejor de las individualidades para obtener un resultado común mejorado. Por eso admiro tanto a mi pueblo. Cuando las rambleras y los rambleros asumen un trabajo colectivo, nos llena de orgullo y de asombro la realización.
Con estas líneas quiero hacer un reconocimiento a la labor colectiva de todos los cofrades y miembros de las hermandades de San Juan, así como a los vecinos y vecinas, voluntarios de esa cada vez más magna obra que es la prepresentación de La Pasión. que ayer consiguieron que no sólo fuera un magnífico espectáculo, sino que nos volviéramos a emocionar, a sobrecoger, a sentir orgullosos de ser rambleros.

Dentro de este reconocimiento, he de insistir en la importancia del esfuerzo individual, sin el que sería imposible lograr un éxito colectivo. El esfuerzo que, durante muchas semanas y, sobre todo, durante los últimos días, realizan tantos hombres y mujeres para organizar este cada vez más importante evento no tiene precio. Sé muy bien que cuando uno dedica su esfuerzo personal a un resultado colectivo hay que agradecerlo porque si no fuera por el trabajo de tantas personas, nunca lograríamos nada. Por ello, mi mayor agradecimiento para los hermanos y hermanas de la hermandad del Cristo, cuyo mérito es fundamental para que todos, ayer, visualizáramos un pueblo capaz de las mejores empresas. sin ayuda, he de añadir, con lo cual si contaran con ayudas ocuparíamnos las más altas cotas de ejecución popular. Sobre todo mi agradecimiento, aunque sea de la casa, a Cayetano, alma mater de la ejecución, y cuyo concurso se me antoja fundamental para el excelente trabajo final. Y no añado más porque mi formación me impide valorar de manera excesiva lo que es de uno, y desde aquí le ruego que me perdone por ser tan parca en el elogio de su trabajo.

El botón de oro lo puso el coro "Divertimento". Debo confesar que, en la plaza, me quedé atrás y no pude ver bien todas las evoluciones en la puerta de la Casa que escenificaba la casa de Pilatos. Cuando oí la música, me alegré de que hubieran puesto ambientación musical, que creí de un disco. Cuál no es mi sorpresa cuando veo, por encima de las cabezas, las manos de la directora dirigiendo. Dos obra,s una en la sentencia y otra en la crucifixión nos transportaron, con el risco del Mazapé al fondo, a una escena que ni el mejor guionista hubiera imaginado, de la mano de la obra de Bach.

Por todo ello, no sólo agradezco a todos y cada uno de los participantes lo que hicieron ayer. Lo hicieron por la Semana Santa ramblera, que es como decir por el pueblo. Por ello, por el valor de lo realizado y por el esfuerzo casi sobrehumano que supuso lo que ayer presenciamos, me pongo sinceramente a su disposición para posteriores ediciones. Eso es lo que debemos hacer todos, especialmente los que manejan, como grupo de gobierno, findos públicos: estar dispuestos a ayudar en todo lo que sea posible para que la Semana Santa ramblera, de la mano de estas realizaciones colectivas, siga siendo un éxito. Esta celebración, que hemos vivido desde nuestra niñez, ha cobrado, con La Pasión de la hermandad del Cristo un enorme carácter pedagógico pues enseña, aparte del mensaje cristiano, que el trabajo individual muchas veces resulta insuficiente para conseguir lo que queremos y que todos necesitamos de todos para que el trabajo, en la realidad, sea efectivo. Es la pedagogía de la colaboración, del equipo, del trabajo entre varios.

Por eso, vaya por delante mi felicitación a todos y a todas, por el esfuerzo colectivo que hizo que, aparte de los valores religiosos, la mañana de ayer todos y todas hayamos salido de la representación, más sabios y más convencidos del valor de lo colectivo y de la bondad humana en contacto con los demás.

La Semana Santa de San Juan es uno de los más importantes acontecimientos que cada año se produce en el municipio desde el punto de vista religioso y cultural. La semana abarca desde el viernes de Dolores hasta el siguiente domingo, Domingo de Resurrección, es decir, mañana, donde tendremos, en la iglesia de San Juan Bautista, la que es posiblemente la misa más bonita de las que se celebran en la isla. ¡No se la pierdan!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a todos y todas aquellas personas que participaron en esta MAGNÍFICA escenografía de La Pasión y muerte de Jesús. La multitud de gente que estuvo este día asombrada de lo bien representada que estaba dicha obra, los escenarios, la ropa de la época, etc. Al coro Divertimento y a la jóven que cantó después del coro, magnífico. Felicidades a las costureras, maquilladora, peluquería, etc. Chicos y chicas, sigan así trabajando por y para la nuestro.