jueves, 22 de septiembre de 2016

EL QUE FALTABA O "NO NOS DÉ, PERO NO NOS QUITE"




Llegó el que faltaba. El señor Linares, nada menos. Más conocido últimamente por la lealtad a quien lo hizo alcalde. Lealtad que manifiesta gritando sálvese quien pueda. El señor Linares fue conocido en tiempos pasados, pero recientes, por sus ataques descomunales en campaña a la que escribe. No políticos, personales. Y es conocido por más cosas que no viene a cuento decir aquí. Pues ahora el señor Linares se descuelga con la perla de que pide a mi partido que nos expulse a los ediles de San Juan de la Rambla por incumplimiento del pacto. 
Hagamos historia. El señor Linares celebró, antes de votarse, la ignominia de la censura en este municipio con un apretón de manos con el señor Domínguez, simbólicamente el día de la final de murgas del carnaval de 2013. No sé si el apretón de manos era para celebrar la murga que nos esperaba a los rambleros de manos de ambos como muñidores, o para celebrar anticipadamente el carnaval en que convertían la política y la vida cotidiana de SJR.  
Y yo le quiero decir una cosa, señor Linares, con la cortesía con la que siempre lo he saludado, obviando el hecho de lo que ha dicho de mí y lo que nos ha hecho a los rambleros. Con San Juan de la Rambla no se juega, señor alcalde de La Orotava. San Juan de la Rambla no es, como ustedes han pretendido, ni el patio trasero de Los Realejos ni el patio trasero de la otra villa del Valle (la primera, para mí, es, obviamente, SJR). Antiguamente fue lugar de medianeros de fincas de principales orotavenses, pero eso ya se acabó. No pretenda usted emular el caciquismo pretérito, pero poniendo a la baja las virtudes de aquellos terratenientes de antaño, que las tenían. Mi abuelo materno fue medianero de una magnífica finca, que ocupaba la práctica totalidad de las Monjas, de una buena y noble familia orotavense. Terrateniente, sí, pero buena y noble. Y educada. Cosas de antaño que recuerda la gente anticuada como yo, que añora el que los actuales caciques, por mor de la política, se hubieran preocupado de beber en aquellas fuentes del respeto, la bondad, la nobleza y la buena educación. Y la lealtad. Y mire, por más que usted ahora lo grite, nada ha cambiado desde aquel momento en que tanto usted como sus correligionarios dijeron que su partido en SJR era independiente y por eso nada podían hacer respecto a aquella ignominiosa mocíón de censura, que tanto mal le hizo a mi municipio. Independiente entonces e independiente ahora. Es decir, que, aunque el señor Clavijo asistiera a aquella lamentable puesta en escena, si antes era independiente, la cosa no ha cambiado. Y si lo hubiera hecho, usted y los suyos, por respeto a San Juan de la Rambla, debían aplicar la parte del pacto entre socialistas y nacionalistas que habla de dejar gobernar a la fuerza más votada. Que, señor Linares,  en SJR sigue siendo el PSOE, mal que les pese. Por eso le pido que, por una vez, haga honor a aquellos orotavenses de bien que conocí en mi casa del Lomo de la Guancha y los imite, comportándose respecto a SJR con respeto, probidad, nobleza y educación. Sé que no es mucho pedir y es lo que esperamos los rambleros de usted. Esperamos, por último, que si no viene a ayudar, no nos quite ni nos obstaculice. Como decía mi padre (QEPD): "No le pido que nos de, pero si que no nos quite". Pues eso.

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