RIP POR EL BELLO CARDÓN DE LAS AGUAS

Hace unos años, bastantes, unos vecinos de Las Aguas sembraron un pequeño cardón en un jardín que se encuentra en la trasera de la iglesia de la Cruz y San pedro de Las Aguas. El cardón fue creciendo, y ha convivido con otras plantas crasas, y con dos palmeras plantadas por el Ayuntamiento en aquella época en que había un vivero municipal, que sólo tenía palmeras, ni siquiera canarias, sino de esas pequeñas ornamentales. Las palmeras han malvivido, sobre todo por falta de riego y cuidados, mientras que las crasas y el cardón, en su hábitat natural, al ser una vegetación basal, han pervivido y, sobre todo el cardón, se hizo un magnífico ejemplar, distintivo de aquella zona de Las Aguas.

Y llegó, hace unas semanas, el dinero de Zapatero a Las aguas. ¿Que le ha tocado a Las Aguas del fondo de Zapatero?: el arreglo del parque infantil, que comparte espacio con el jardín del que estamos hablando. Al parecer, porque aún esperamos que expliquen los proyectos donde han de hacerlo, esto es, en los Plenos, todo se sustancia en sustituir la antihigiénica arena por material higienizable y por pintar las vallas y el mobiliario. En eso estaban unos trabajadores, no sabemos si de la empresa o del propio ayuntamiento cuando precisaron poner un tubo de desagüe y pintar la valla exterior del parque, y decidieron que el cardón les estorbaba. No era verdad, porque el tubo se podían instalar de dentro hacia fuera, sin rozar siquiera con el cardón, y la valla se desatornilla, se saca, se pinta, y se vuelve a atornillar. Un poco más de trabajo, si acaso, pero no se agrede al magnífico ejemplar de cardón del que nos enorgullecíamos todos.

Pues no, No lo hicieron así. De acuerdo, suponemos con el concejal encargado de obras, machete en mano, destrozaron una gran parte del cardón, que yace en el suelo aún en la actualidad, echando a perder lo que le costó tanto a la naturaleza crear y hacer crecer. Una masacre innecesaria, en una zona y en un pueblo donde los gobernantes no han hecho prácticamente nada por embellecer el entorno con jardines. Pero lo peor no fue eso. Lo peor es que, al parecer, cuando un vecino quiso dejar constancia de la impresentable acción, uno de los empleados le amenazó con el mismo machete con el que había perpetrado el crimen. Cuando me lo contaron, recordé un episodio en que una persona, afín al alcalde, me amenazó con un sacho cuando hacía el puerta a puerta de las elecciones generales del año pasado. Un pueblo donde un concejal incita a la violencia no puede menos que tener personajes violentos, sobre todo si se miran en el incorrecto espejo de los desgobernantes.

RIP al cardón, y ojalá fuera también un RIP a la violencia. Pero esto último tardará un poco más, lamentablemente.