UN PUEBLO NOBLE

La última hazaña de dos de nuestros convecinos, Jorge y Fernando, Fernando y Jorge, a los que felicitamos efusivamente y les damos las gracias por su ejemplo, que es ejemplo para y de todos los rambleros, nos define, de nuevo, como un pueblo noble. El pueblo ramblero, lo hemos dicho muchas veces, es un pueblo noble, siempre dispuesto a ayudar. Cada vez que hay una tragedia, que hay alguien necesitado, el pueblo ramblero, los rambleros y las rambleras, son los primeros en ofrecer su apoyo. El mejor ejemplo de ello lo vivo d´´ia a día, con el buen hacer de las personas que forman parte de Cáritas, que ante las situaciones de necesidad, a veces de auténtica tragedia de alguna persona, se ocupan de cosas tan básicas como alimentación, vestido y asistencia sanitaria, a veces en ausencia de los mismos servicios municipales, que pueden incluso dedicarse a cosas banales y no aparecer por ninguna parte, minetras algunos de nuestros convecinos trabajan organizadamente para resolver algunas situaciones. Los rambleros formamos un pueblo que quiere vivir con reglas basadas en el amor, el respeto y la paz. Por eso hoy manifiesto, ante la hazaña de nuestros convecinos, y aparte de mi felicitación y mi agradecimiento, que yo, como el resto de mis convecinos, de nuevo, gracias a esta hazaña, me siento orgullosa de ser ramblera.