Ya hablamos del exquisito ornato que la Comisión de Fiestas de San José preparó este año para la plaza. Multicolor y festivo, delicado y a la vez espectacular, se sentía una como en las fiestas de antaño.
Durante la función religiosa (la función, a secas, decimos siempre), pese a todo, el mejor ornato fue San José, el San José chiquitito, bonito, joya de la imaginería barroca, y al decir de mi madre y de todas las personas mayores del pueblo, milagroso, tan milagroso que salvó a todos los combatientes de la guerra incivil que eran de San José para que volvieran sanos y salvos.
La comisión hizo su tarea, pues.
Quien sí que no la hizo fue el grupo de gobierno del Ayuntamiento. La plaza estaba sucia. Extraordinariamente sucia. Lleva meses, años, sucia. Sólo ve el agua cuando llueve. Es verdad que en esta zona llueve mucho. Pero en invierno. Se ve más sucia, si cabe, porque comparativamente con el ornato de la plaza, con el estrenar de los vestidos (ahora se estrena menos, pero siempre se estrena para la fiesta) es más evidente su suciedad. Pide a gritos, pedía a gritos, al menos para la fiesta, una buena cuba con agua y jabón a presión, que arrancara la suciedad de meses, de años.
Menos mal que el santito compensó, en la función, con su presencia, la indecencia de la falta de limpieza municipal que ayudara al primor del ornato de la Comisión. Ni siquiera fueron capaces de mandar a limpiar las cagadas (perdonen, pero quiero ser descriptiva) de los animales que fueron bendecidos a mediodía, para que en el festival del pregón de la noche estuviera el lugar acondicionado y menos "oloroso". Concentrados con todo el personal en la feria, con un gasto multimillonario en el recinto ferial, que se usa dos días al año, se olvidan de que la plaza es el lugar central de San José, el ámbito que arropa una ermita que es BIC, el lugar por el que trancurre la procesión, el lugar en que nos reunimos, donde tocan las bandas, el lugar que pisan los novios cuando entran novios y salen marido y mujer de la ermita... el lugar más transitado, porque es de todos. Se olvidan y no la limpian. O ni siquiera se olvidan, ni siquiera piensan, han pensado nunca, en limpiarla. NO VEN.
En una procesión, hace pocos meses, los socialistas nos percatamos, y lo solicitamos en moción, que los maceteros y los pivotes del inicio dela plaza impedían el paso de las comitivas y eran un elemento de inseguridad para un recinto que alberga gente. Negaron que esto fuera así, pero el macetón despareció. Esperemos que, aunque sea tarde, limpien la plaza. San José y sus vecinos se lo merecen, y la salubridad municipal lo agradecerá.
Durante la función religiosa (la función, a secas, decimos siempre), pese a todo, el mejor ornato fue San José, el San José chiquitito, bonito, joya de la imaginería barroca, y al decir de mi madre y de todas las personas mayores del pueblo, milagroso, tan milagroso que salvó a todos los combatientes de la guerra incivil que eran de San José para que volvieran sanos y salvos.
La comisión hizo su tarea, pues.
Quien sí que no la hizo fue el grupo de gobierno del Ayuntamiento. La plaza estaba sucia. Extraordinariamente sucia. Lleva meses, años, sucia. Sólo ve el agua cuando llueve. Es verdad que en esta zona llueve mucho. Pero en invierno. Se ve más sucia, si cabe, porque comparativamente con el ornato de la plaza, con el estrenar de los vestidos (ahora se estrena menos, pero siempre se estrena para la fiesta) es más evidente su suciedad. Pide a gritos, pedía a gritos, al menos para la fiesta, una buena cuba con agua y jabón a presión, que arrancara la suciedad de meses, de años.
Menos mal que el santito compensó, en la función, con su presencia, la indecencia de la falta de limpieza municipal que ayudara al primor del ornato de la Comisión. Ni siquiera fueron capaces de mandar a limpiar las cagadas (perdonen, pero quiero ser descriptiva) de los animales que fueron bendecidos a mediodía, para que en el festival del pregón de la noche estuviera el lugar acondicionado y menos "oloroso". Concentrados con todo el personal en la feria, con un gasto multimillonario en el recinto ferial, que se usa dos días al año, se olvidan de que la plaza es el lugar central de San José, el ámbito que arropa una ermita que es BIC, el lugar por el que trancurre la procesión, el lugar en que nos reunimos, donde tocan las bandas, el lugar que pisan los novios cuando entran novios y salen marido y mujer de la ermita... el lugar más transitado, porque es de todos. Se olvidan y no la limpian. O ni siquiera se olvidan, ni siquiera piensan, han pensado nunca, en limpiarla. NO VEN.
En una procesión, hace pocos meses, los socialistas nos percatamos, y lo solicitamos en moción, que los maceteros y los pivotes del inicio dela plaza impedían el paso de las comitivas y eran un elemento de inseguridad para un recinto que alberga gente. Negaron que esto fuera así, pero el macetón despareció. Esperemos que, aunque sea tarde, limpien la plaza. San José y sus vecinos se lo merecen, y la salubridad municipal lo agradecerá.
4 comentarios:
No importa Doña Fidela, al final volverán a decir que usted todo lo ve mal. Pero lo que está mal, hay que seguirlo diciendo. Yo no puedo imaginar que en las casas de los particulares no se limpie. Pero es que los vecinos que siempre participamos de la fiesta nos gusta recibirlas con alegría, con cordialidad y con limpieza. A esta gente les hace falta cultivar un poco más la sensibilidad y preparar lo´de común uso ( plaza, aledaños... etc) para el goce y disfrute de todos los que por allí pasamos. La buena acogida a gente foránea también es importante y la verdad, que de la misma forma que llenaron las piscinas para un baño de relax, también hubiera sido de agradecer la limpieza con una cuba de agua y unos cepillos.
Al final dirán que se critica todo, pero a mi me gusta tener la casa limpia, tanto para mi uso personal, como para momentos de fiesta.
Me nos mal que usted, Doña Fidela les está haciendo caer en la cuenta, son muchos años gobernando "por costumbre". Y a veces hay costumbres que no han beneficiado. La no limpieza de una plaza ante las fiestas es una de ella.
Bellísimo el pregón de Doña Isabel, sobre todo porque hablaba en todo momento de la mujer, de nuestras mujeres. Qué orgullo tener una ramblera así, también siendo de Coalición Canaria, debo confesar que me cautivó. Grandes mujeres que han existido y existen en nuestro pueblo, como Doña Fidela, y como muy bien dijo en su pregón, será una mujer la que una y dé el equilibrio a nuestro municipio. Y esa es sin duda Fidela Velázquez. Y Doña Isabel a ella se refería, porque quién mejor que nuestra Fidela para convertir a San Juan de la Rambla en un buen lugar para vivir.
Todo fue bonito esa noche, el pregón y las actuaciones, y eso es gracias a las personas que durante todo este año han trabajado para que todos gocemos de nuestra fiesta. A la comisión de fiestas hay que agradecerle su esfuerzo y la buena organización, y sobre todo que nos han regalado la oportunidad de disfrutar de grandes artistas este año.
La nota fea de la noche la pone como siempre nuestros gobernantes de AIS-CC. El alcalde que desaparece cuando la comisión de fiestas le va a hacer entrega de un regalo, y en su lugar sube Marcos, y el público en un esfuerzo le dedicó tres aplausos para no ser groseros, ya que había invitados de fuera.
Y por supuesto luego llegan las machangadas de los seguidores de AIS-CC. Que supongo que como buenos payasos habrán tenido luego el aplauso de su público manolista. Al parecer este niño, que es muy buen niño, o eso escriben algunos por ahí, ha sufrido un lavado de cerebro que le ha llevado a ser violento y grosero con los socialistas del pueblo. Pero eso se puede solucionar con terapia, quizás no todo está perdido para este joven.
Y hoy miércoles, dos días después de la bendición de los animales, sigue la “mierda” pegada al asfalto de la calle de la iglesia. Además, después de la paella de anoche en la plaza, me he encontrado paseando unos langostinos esta mañana que me preguntaban si había visto a los mejillones, que se habían perdido. Por supuesto los había visto, estaban unos metros más arriba charlando con los vasos y los platos plásticos. Y les indiqué el camino.
Cuando los gobernantes de un municipio actuan, juegan y definitiva gobiernan sucio eso se impregna hasta en la estética del pueblo.
Que bueno Amelia....
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