MENTIROSOS

Son mentirosos, cínicos, y disfrutan plenamente haciendo ese papel, que llega a ser el reflejo de sus personalidades irreverentes, atrevidas, disparatadas, hostiles, señaladoras, aberrantes y pervertidas.
Y no se avergüenzan de serlo, no. Es más, han vivido de la mentira mucho tiempo, y no piensan dejarla por nada del mundo. Se les va la subsistencia en eso. ¿Dónde van a trabajar todos estos mentirosos, dónde va a trabajar la individua que me llama individua, si pierde la papa suave del ayuntamiento, donde va a cobrar por no hacer lo que tiene que hacer?.
Gracias a mentir pueden seguir viviendo como si fueran lo que no son: viajar y hacerse los importantes, tirar de teléfono móvil, tener aventuras, ser insolentes y malcriados, llegando hasta la zafiedad, incluso difamar.
Se les va tanto en ello que son capaces de lo peor, cuánto más de la mentira. Mienten sin escrúpulos, diciendo un día una cosa y otro, otra, mintiendo a los vecinos y a las vecinas con cosas tales como darles algo que les corresponde y hacerles ver que es un favor personal. Mienten desviando el dinero que viene al ayuntamiento para una cosa y gastándolo en otra, sin dar explicaciones a nadie.
La mentira forma parte de su ser, parece que unos aprenden con los otros, porque no es posible pensar que está clavada en ellos desde pequeños, hecha una amalgama con la parte más íntima de sus mentes, de sus corazones, de sus intestinos. Y es que se ha convertido en un aditamento integrante de sus personalidades, el lugar que les sirve de coartada, donde pueden involucrar a la gente honrada, repugnando a las conciencias que descubren lo que sucede (ya hay muchos desengañados), horripilando a los que, como yo, por convicción y por profesión, huimos y procuramos enseñar a los otros para que huyan de la asquerosa realidad de la mentira que ellos representan.
En su mundo de mentiras viven felices, sin querer hacerlo bien, sin buscar ser el mejor, sin complacer a nadie, sólo a ellos mismos, porque su disfrute es la mentira y la mendacidad, que se ha convetido en una suerte de adicción. Fabrican un mundo donde sus inventos los convierten en reales, donde usan la dialéctica (ya sé que ellos no saben ni que significa la palabra, pero la usan) como la única y verdadera (aunque se equivoquen constantemente), donde pueden desdibujar y desfigurar con ella, y con su lengua viperina, la ternura, la belleza, trasformando las mejores intenciones en pasto de su ignominia. Reflejan en los demás justo lo que ellos son: personajes ponzoñosos, envidiosos, mediocres, arteros, malos y pervertidos, burlones, calculadores, falsos y desconsiderados. Ruines, en una palabra.
Me han llegado a aleccionar, condescendientes, diciendo que algunos de los argumentos que explico no me dan votos, porque ellos los desmienten y les creen más. Han llegado a decirme que, para ganar, si hay que mentir se miente.
Ahora tienen, no sólo una cadena de TV que amplifica sus mentiras, sino alguien destacado de AIS-CC que miente cada martes y que me insulta, y cuyo papel es exclusivamente ése, y que espero que cobre mucho dinero, porque hacer eso por poco dinero sí que sería el colmo de la ignominia. Es, como dice el refrán, como "ser p... y poner la cama".
Perderé de nuevo en 2011. Pero no voy a mentir. Diré, como he hecho hasta ahora, la verdad. Al final, la verdad resplandece. No sé cuándo, pero será así. Y al menos mi vida no se basa en la mentira, no vivo de la mentira y puedo presumir, con la cabeza bien alta, de dignidad. Y de que mis hijos, mi familia, mis amigos, se enorgullecen de mí. Mucho más que lo que a nivel personal pueden decir estos mentirosos. Y luego se atreven a llmarme fracasada. Mi vida es suficientemente rica por si misma para sentirme realizada profesional, personal y familiarmente. Fracasado es quien tiene que mentir para conservar lo único que tiene. Y que luego no tiene donde ir. Y perdido el poder, nadie lo querrá. Ese si que es fracasado.