LIMPIEN LA PLAZA, POR FAVOR

Ya los hemos llamado de todo, por la desidia y la falta de limpieza de muchos rincones de nuestro pueblo. Pero lo de la plaza de la iglesia de San José, que recordemos que es Bien de Interés Cultural, clama al cielo. Sucia. Llena de parches de cemento, de soluciones improvisadas y baratas, para no gastar en losetas. Con mobiliario (macetones) mal ubicado. Sin apenas papeleras. Con un escenario mal resuelto, roto, cayéndose a trozos. Impresentable. Pero sobre todo, sucia. Hace años que no pasa el agua, salvo el de la lluvia, por aquellas losetas. Y desde luego, de jabón y cepillo, desde que don Manuel, hace más de veinte años, cogió el poder, nada de nada. Da vergüenza ir a una boda y que la novia ruede el velo o la cola de su vestido por aquella inmundicia. Pero también, como ayer y hoy, da vergüenza dar el último adiós a dos personas del pueblo, una con más de seis décadas y otra con más de ocho décadas dedicadas al pueblo y a sus respectivas familias. La tristeza de la pérdida se multiplica por la falta de dignidad de la despedida. Por eso, por respeto, no vamos a dedicar los epítetos que se merecen por la falta de limpieza reiterada y no resuelta pese a nuestras denuncias. Sólo vamos casi a rogar, a pedir que, por favor, nuestros novios, nuestros fallecidos, toda nuestra gente sea tratada con la más elemental de las dignidades: la limpieza que depende del agua y del jabón. Háganlo, si no por los vecinos, al menos por la sanidad municipal, que les compete a ustedes. Háganlo de una vez. No nos avergüencen más, ni nos hurten la más elemental de las dignidades: la limpieza.