domingo, 18 de enero de 2009

UNOS TIPEJOS SECTARIOS



Segura, a quien le han de servir estas líneas de desagravio, sabrá diferenciar entre el pueblo ramblero y quienes indignamente lo representan

El año pasado, el Cabildo de Tenerife nombró dos hijos adoptivos (José Francisco Cabrera Acosta y Javier Parache, presidentes del Club de Voleibol Tenerife Marichal y ginecólogo y catedrático, respectivamente), y dió dos medallas de oro de la isla a instituciones (Club de Baloncesto Juventud de La Laguna y Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales) y otras dos a dos notables de la Isla, que fueron, sucesivamente, Presidentes del Cabildo Insular de Tenerife (Adán Martín y José Segura). Estas distinciones muestran la hidalguía del pueblo tinerfeño y de sus rectores, porque suelen darse con total independencia de la ideología del galardonado. Así ocurrió durante mi época de consejera, y así continúa siendo, por la salud democrática de la institución, que nadie se atreve a vulnerar. Como ex-consejera fui invitada a todos los actos, pero no recibí la invitación, que fue cursada a través del ayuntamiento. El ayuntamiento puso, ex-profeso, los buzones que debía haber instalado desde principios del mandato para el grupo socialista y el mixto, con el sólo y exclusivo propósito de poner esas cartas a la chita callando, es decir, sin decirme ni que había instalado los buzones ni comunicarme la llegada de las invitaciones. En aquel momento pensé: una de tantas faltas de respeto a la institución, porque sus desgobernantes no están a la altura. Pero una ya está acostumbrada, y, como decía mi padre, el burro se conoce por la patada. Pero ahora estoy indignada por lo sectarios y malnacidos que demostraron ser nuestros representantes (en estas acciones no me representan a mí, y me temo que, de saberlo, ni siquiera a muchos de sus propios votantes). Resultó que, para sumar apoyos, el Cabildo suele mandar a las distintas instituciones la solicitud de adhesiones, una vez inicia el expediente de honores. Asi hizo en esta ocasión con nuestro Ayuntamiento. Primero, es cuestionable que eso se resuelva via Junta de Gobierno y no en Pleno, al ser distinciones de honores, cuya competencia reside en el Pleno. Pero lo peor es que de las seis propuestas enviadas por el Cabildo, nuestros desgobernantes sólo consideraron cinco, y cinco apoyaron. Ya sabrán, se imaginarán, la que dejaron fuera. Como no podía ser menos en la mezquindad, la cortedad de miras, la miopía política y el sectarismo de estos tipejos, la que dejaron fuera fue la de Don José Segura, actualmente diputado en el Congreso por nuestra provincia, ex-presidente del Cabildo, ex-senador, ex-delegado del Gobierno y magnífica persona. Fue durante su mandato como presidente del Cabildo cuando se hizo, por ejemplo, la balsa que hoy permite regar nuestros campos con garantías.Don José Segura, diputado, persona de altura de miras, no tendrá en cuenta este desaire cuando haya que decidir sobre los proyectos del Ministerio de Administraciones Públicas. Y no lo tendrá, porque al contrario que estos desgobernantes, es un caballero.
El acuerdo con el que cubrieron de ignominia, nuevamente, nuestro consistorio, fue de once de julio de 2008. Para que no se nos olvide. El pueblo ramblero siempre fue un pueblo noble, y estos tipejos manchan esa nobleza con su sectarismo y su miseria. Que no se nos olvide.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Al burro se le conoce por la patada" y "Dónde se cae el burro se le dan los palos". Espero que en sentido no literal y si figurado, algún día estos desgobernantes se averguencen de l mal que han hecho a su pueblo así como a las instituciones que lo representan; dígase Ayuntamiento.Y si seguimos hablando de equinos podríamos aludir a este otro refrán que dice " Por un clavo se pierde una herradura", A saber lo que en su momento D. José Segura podría favorecer a nuestro pueblo, mal que a éstos desgobernantes les pese.Pero todos sabemos que " No se hizo la miel para la boca del asno", así los ignorantes desprecian algo que se les ha ofrecido, de la misma forma que el asno prefiere el cardo a la miel.Intentemos pues no dar perlas a los cerdos, éstos no las apreciarían.

Anónimo dijo...

Mándense a mudar!!
Sólo saben hacer el mal y desear el mal, son unos envidiosos y peligrosos. Antidemócratas y desvergonzados.