LA AGRICULTURA Y SU CONCEJAL

Al concejal de agricultura de este municipio lo llama la gente el risitas. Ya se imaginarán por qué. Este concejal se caracteriza por haberse habilitado un despacho de concejalía de agricultura, allí donde estuvo la policía local, despacho en el que jamás se le ha visto trabajando. Y la agricultura de este municipio, de lo que teóricamente debe ocuparse, está como todos saben. Ni siquiera usa sus supuestas influencias (el Cabildo y el Gobierno de Canarias está en manos de sus socios) para traer algún beneficio para la agricultura del municipio. Bueno, alguno sí. Pero normalmente no llegan esos beneficios a todo el mundo, porque ya se sabe que quien tiene la Cada año desaparecen en el municipio algunas hectáreas de terreno cultivado, mayormente porque los cultivos tradicionales son invadidos por las plagas. Este hombre no ha hecho nada por impedir o mitigar esta situación en el municipio. Eso ha hecho que de aquella época donde los vecinos podían autoabastecerse de determinados productos quede poco más que el recuerdo, sin alzar la voz ante nuestros irresponsables políticos, de dentro del puebblo o de fuera, que nos han llevado camino de una dependencia total y absoluta de los productos de importación (mejor para los comisionistas, parecen pensar.... por eso, tal vez, no se enteró a tiempo de la instalación de la gran superficie en Las Suertes). Año tras año, mientras la cesta de la compra sube, la renta para nuestros agricultores desciende, y ninguna voz de los mandamases, de dentro o de fuera del pueblo, se alza para remediarlo. La vieja canción de Los Sabandeños, del 'intermediario', sigue más vigente que nunca, para júbilo de Félix y de sus socios en el gobierno de las instituciones de fuera, porque lo que cobran los agricultores por sus productos se multiplica por cuatro cuando el consumidor acude a comprar estos productos en los comercios o grandes superficies.

No he oido jamás a este concejal defender a nuestros agricultores de la importación del producto más característico de nuestra producción, la papa, ni denunciar el grave riesgo que sufrimos los canarios cuando, al comprar papas de fuera, compramos, por ejemplo, papas israelitas. Aparte de que de allí vino la plaga de la "papa llorona", aún no extendida en Tenerife, pese a que entró por Buenavista y por su producción de cebolla hace unos años, pero si en La Palma, no defender con uñas y dientes la producción papera desde una posición de poder en Agricultura es una actitud cuaso delictiva, porque de todos es sabido que Israel es el único país del mundo, junto con USA, que envenena sus papas con Bromuro de Metilo, que después nos comemos nosotros mientras nos cargamos y hacemos inviables nuestras producciones locales que, además, representan un elemento fundamental de nuestra cultura y nuestro paisaje. Y ni esa política disparatada, ni la llegada masiva de grandes superficies comerciales, han representado un carajo para que esteconcejal mueva un dedo para defender la producción local. Todo lo contrario, los pocos agricultores que quedan cada vez cobran menos mientras los consumidores pagan cada vez más.
No se le ha oido una palabra sobre agricultura ecológica. Bueno, no se le ha oido una palabra de casi nada. Le importa un pito que tengamos que pelar las brillantes manzanas que importamos, porque las cáscaras, donde se encuentran las vitaminas, son tóxicas, ya que las manzanas no brillan más que cuando están en los manzaneros, por efectos de una cera natural. Mientras, el 90 % de la agricultura ecológica que se produce en Canarias, es exportada a los mercados europeos, donde la gente valora el consumo de productos saludables, aquí tenemos el índice máselevado de cáncer y de otras enfermedades, sin que nadie parezca inmutarse por la posible relación entre alimentación y enfermedad.
El suelo rústico debe ser considerado como un sector estratégico a proteger. Los mejores terrenos de cultivo del pueblo han sido expropiados por estos para llenarlos de cemento o de piche, sin que se haga nada por evitarlo. un ejemplo es la deprimente elección de Las Suertes (por algo se llamó así) para construir un recinto ferial que se ocupa una vez al año. Y Félix, feliz. Para la siembra de viñedos en espaldera se recibian ayudas de 250.000 pesetas por hectárea. El agricultor debía poner otras 100.000. ¿Quién estuvo al tanto de esas ayudas, quién las utilizó? Miren ustedes, en este municipio, en manos de quien están los viñedos nuevos, piensen si a ustedes o a sus familias, les llegó la información. Y Félix, callado y feliz.

Bueno, callado, no. Tocando el bucio, y llenándose la boca hablando de 'lo nuestro' y de 'nuestra gente'. Cuando se refieren a lo primero debe querer decir "lo de él", es decir, el medio kilo mensual (¿ven por donde va lo del medio kilo?) y, con respecto a lo segundo, se deben referir a sus socios entre los conocidos 'piratas del cemento', a los que sí van como corderitos para adjudicarles cuanta obra salga en el municipio. O hablando en un conocido medio de desinformación, para ganarse (mal) su medio kilo de sueldo mensual. Esa, la de despotricar contra los socialistas, en realidad, es su única labor conocida. Para desgracia de nuestra agricultura.