LA VENGANZA POLÍTICA DE LOS NEGOCIANTES DE LA POLÍTICA

Desde hace tiempo, demasiado para que no haya hecho mella en nuestros convecinos, los rambleros hemos tenido que soportar la imposición de medidas del grupo de desgobierno, quienes por intereses políticos y partidarios, sesgan sus decisiones públicas, no para el bien de todos, sino para servir a sus propios intereses o de los suyos, en algunos casos disfrazándolos de temas de interés municipal.
Precisamente por ese empecinamiento de anteponer sus intereses personales a los del municipio, su política se caracteriza por el entumecimiento de ideas y por la incapacidad de generar temas que verdaderamente muestren la realidad de lo que acontece en nuestro pueblo.
Los desgobernantes de nuestro pueblo, además, actúan con insidia y con un trasfondo monotemático: acabar con todo aquel que no esté alineado con ellos, con todo aquel que no sea de esa secta de privilegiados locales. Mientras, van metiéndose personalmente e intentando acabar con todo lo que no signifique alineamiento partidario con ellos, puro y duro.
El primer objetivo, a inicios de la gestión actual del grupo de desgobierno, fue la cabeza de Fidela como líder de la oposición; pasaron sin solución de continuidad de atacarme personalmente, a atacarme profesionalmente, e incluso a agredirme físicamente y a atacar a mi familia.
Todo indica que ese tema está o lo consideran agotado. Parece que se les han acabado los argumentos para atacarme, después de emprenderla contra mi vida privada y mi familia, e incluso contra los aspectos internos de mi partido. Es tan burda la campaña que hicieron contra mí, intentando vincularme a todo tipo de hechos y de desaguisados, en el colmo de la falta de ética política y humana, que ya el tema se agotó. Me han acusado (¡qué más quisiera yo!) incluso de vida extravagante, con una fijación mediática pagada por estos desgobernantes. Para continuar su obsesión contra mí, se han inventado todo tipo de infundios, acusándome, como si yo gobernara, de sus propios fallos de gobierno. Miente, que algo queda, parece ser su eslogan.

No obstante, algo ha empezado a cambiar. Ahora van regando hacia otros lugares y hacia otras personas el intento de aterrorizar que intentaron contra mí, pero no consiguieron. Es el caso de la caza y captura de ciertos comerciantes y empresarios locales, a los que se les obstaculiza, se les fiscaliza, se les pretende cercenar su derecho al libre comercio por medios "legales", aunque siniestros y torticeros. Se han jurado que quien no comulgue con ruedas de molino, no va a comulgar con nada. No les perdonan a ciertas personas que no entren por el aro de sus satrapías e imposiciones. También se les excluye de las compras y contratos municipales, prefiriendo hacerlo a comerciantes de fuera antes de contribuir al sostenimiento de la economía local, con lo que la campaña "compra en tu pueblo" parece una descomunal tomadura de pelo.
Podemos hablar, además, de algunos vecinos claramente significados en el grupo de los "no afines". A éstos se les empieza a tratar mediante una permanente embestida, importándoles un comino "malearlos" a la vieja usanza, mandando a hacerles inspecciones en sus propiedades, que incumplen la legalidad, por motivos obvios, bastante menos que las propiedades de los afines, a los que se les salva la cara, incluso con decisiones de los órganos municipales.

Supongo que existen varias motivaciones para esos ataques recientes y encadenados, pero creo que una de las principales es porque necesitan "halar para el pie" a aquellos díscolos, usando la herramienta que se pueda. En este caso, sembrando el terror y procurando negarles el pan y la sal para que vuelvan a al redil, y de paso, beneficiando a algunos que han trabajado para su mayor gloria, satisfaciendo con su pleitesía las ambiciones de estos negociantes de la política locales que es el grupo de AIS.
Cuando alguien cae en desgracia ante estos desgobernantes, que actúan como los dueños del pueblo, la arremetida en contra de él o ella no se hace esperar. Empiezan a publicar y a murmurar por los cenáculos de costumbre, como vulgares comadres, la supuesta corrupción o maldades de la persona, personal o profesionalmente, sin mostrar pruebas, “informan” de cosas que serían constitutivas de delito si llegaran a los tribunales, y profundizan los ataques en los alrededores de los procesos electorales, de forma que puedan conseguir tirar sus redes y conseguir peces, unos por convencimiento y muchos por mero terror o conservacionismo.

Estos negociantes de la política han apostado por la continuidad, en manos de alguno de los delfines que se disputan la sucesión de Reyes, o incluso de un delfín de otro partido, como si el poder se asignara por herencia o por disposición divina. Es decir, como si estuvieran predestinados a seguir en el machito, mediante la argucia de conseguir, sea como sea, que los vecinos y las vecinas continúen respaldando su enriquecimiento como la nueva oligarquía local, los nuevos caciques que han sustituido a los antiguos, dando continuidad, más que continuidad, eternidad, a la política de los veinticuatro años que lleva gobernando Reyes como alcalde plenipotenciario de este municipio. Para mayor gloria, siempre, de Reyes, no del pueblo. Pueblo cuyo dominio les garantiza (a Reyes y a los suyos) una buena tajada del pastel económico local y exorbitantes ganancias, así como muchos favores que obtienen los suyos y muchas venganzas en los que no se alinean, como hemos visto, que sufren los embates de estos desgobernantes y sus violentas aremetidas. Esto ha arreciado últimamente. La ofensiva que antaño se circunscribía a vecinos y vecinas de la parte baja, ahora se ha generalizado de forma independiente al lugar de residencia, y se despliega en contra de todo el que se mueva en dirección distinta del grupo de desgobierno. No se conforman con la victoria electoral de 2007, con elementos importantes fraudulentos. Ahora van a por todos los que no han colaborado con ellos. Por supuesto que jamás perdonarán a todos los que no están con ellos, en esa secta local que han instaurado. Todos los que no son ellos son objetivo prioritario de su venganza.

Ojalá que rectifiquen esta política sucia, repugnante, que tanto mal causa a la armonía vecinal. Porque de continuar empecinados, perderán los vecinos, los comercios, la vida cotidiana de San Juan de la Rambla. Perderá, sobre todo, el propio pueblo, que no se merece esta política basura en que han convertido éstos, localmente, el noble arte de la política.