TOMO LA VOZ Y LA PALABRA: HACER POLITICA

Cuatro años después de comenzar a hacer política municipal, y tras múltiples avatares de los que tienen conocimiento los lectores habituales de este blog, debo decir que no se puede hacer política sin sentimientos. No se pueden tomar decisiones o dejar de tomarlas sin pensar en quienes sufren las consecuencias de las acciones y, sobre todo, no se puede pensar en cómo avanzar hacia un mundo mejor, hacia un pueblo mejor, si no amamos a nuestros semejantes y luchamos por nuestra felicidad. La de todas y todos.

A los justicieros, a los gobernantes que sólo actúan para sus adláteres y para su beneficio personal, les sobra venganza, pensamientos de odio respecto a los que no piensan como ellos (¿cómo lo saben? tal vez ese es el comienzo del mal, querer controlar lo que hacen y piensan los ciudadanos, cada ciudadano). No se puede decir tranquilamente lo que es bueno y lo que no, lo correcto o incorrecto sin saber escuchar a las personas que sufren las consecuencias de las acciones del poder político. Menos todavía afirmar que la gente no sabe lo que quiere o negar la mayor, es decir, que una necesidad es una necesidad. Y menos, mentir con descaro para perpetuarse en el machito.

No es hacer política de la buena llenarse la boca diciendo mentiras sobre los opositores y sin mover una paja. No se puede decir que se beneficia a la gente sencilla y a las clases populares fastidiándolas, y es fastidiarlas negar las necesidades por el mero hecho de que sea una propuesta socialista.

Tampoco se hace el bien contratando de manera precaria cada cuatro años, y por el 10 por ciento del dinero que podría emplearse para contrataciones, como demostramos en el pleno que convocamos para ofrecer (ese si) un plan de empleo que hubiera contratado a cuatrocientas personas, la mitad de las cuales por dos años o más. Y se falta a la verdad, es hacer política de la mala, diciendo que no queríamos plan de empleo, cuando lo que no queríamos es el retal de plan de empleo presentado, donde incluso con el dinero, en lugar de contratar, se pagaba la luz ¿Será la luz que consume la emisora del concejal? Nadie hace el bien a los demás precarizando el empleo u obligándole a la gente a trabajar por poco tiempo, a veces sin posibilidades de cotizar, ¿Por qué no nos enfrentamos de una vez a las y los poderosos? ¿Por qué no identificamos de forma clara y contundente al menos al principal adversario, al enemigo, -si, al enemigo? CC, que conjuntamente con AIS se han negado a hacer políticas de empleo similares a la del Estado, que mandó al municipio un millón y medio de euros (¿donde una cantidad similar del gobierno de Canarias o del Cabildo?), dinero que no se empleó en contratar a rambleros y rambleras. Y así estamos, con el empleo del municipio controlado por una media docena de personas que contratan selectivamente y que mienten diciendo que los socialistas no queremos que se contrate, cuando pedimos que se multiplicara por cuatro a los contratados y demostramos con números sobre el presupuesto que se podía. Pero, claro, eso suponía que ellos debían bajarse el sueldo y gastarse el dinero de la emisora, de las fuentitas y de los saraos totalmente en empleo. Y a eso no estaban dispuestos.

La cosa es sencilla, hay que ver las lágrimas silenciosas y amargas de las víctimas de la coyuntura económica, que en nuestro municipio no es de ahora, sino lleva mucho tiempo. Hay que ponerse en la piel de esas personas, cosa que cobrando 30.000 euros mensuales del erario de todos, del que debe salir el dinero para las contrataciones, es muy difícil de hacer. Por eso no se bajaron el sueldo.

AIS-CC se ha convertido en una fortaleza de la desvergüenza,negando la mayor, no pidiendo una cantidad igual de la que vino del Estado para empleo, permitiendo que el gobierno de Canarias, sus socios, devuelva dinero de empleo y no gastando lo que se tiene para darle más empleo a los rambleros y las rambleras, imponiendo su voluntad, jugando con nuestro dinero, con el dinero público que es dinero de todos, poniéndose los sueldos a discreción mientras les pagan poco y mal a los que contratan, a los que incluso chantajean, haciendo, en definitiva, política gansteril.

Hay muchos problemas en este viejo y caduco gobierno local de AIS-CC, pero el principal es la falta de ilusión y el convencimiento de que aquí vivimos bien, porque los suyos lo hacen, y porque don Manuel, su personal de confianza y sus concejales tienen el riñón bien resguardado, con abultados sobres a fin de mes.

Son tan cínicos que dan lecciones de preocupación por el pueblo desde el chiringuito municipal que llaman emisora de radio, y digo municipal, porque el gobierno de AIS-CC participa en ella y no creo que sea desprendidamente. Han perdido, tras un cuarto de siglo gobernando, el espíritu crítico y la dignidad.

Hay demasiadas tareas a acometer, tal vez, pero en mi humilde entender la principal y primer problema es ser conscientes de que la ciudadanía, las clases populares, constituye un único sujeto colectivo del cambio. El segundo problema es que hay que recuperar la soberanía popular, y consultar a los vecinos siempre y no sólo haciendo reuniones cuando se acercan las elecciones y vemos que se nos escapa el chiringuito de las manos. También hay que constituir vínculos de conciencia, de recuperación de una cultura no manipulada y de impulso de lucha democrática para de esta forma auto organizarnos de formas diversas, en diferentes entes, pero con profundos vínculos en pos de la justicia, la igualdad, la voluntad popular. Y por último, construir el discurso desde la práctica, pero con ejemplos sencillos y con la implicación de todas las personas activistas en luchas y reivindicaciones concretas, en barrios, empresas, colectivos o centros de formación.

Hay finalmente otra tarea no menor, la de ser amigas y amigos, la de entendernos y buscar nuestra propia convergencia. Me explico: si las personas que buscamos la transformación y el cambio del sistema injusto e insostenible imperante, no somos capaces de encontrarnos y enriquecernos mutuamente con nuestras reflexiones y aportaciones mutuas, reflexiones compartidas y relato enriquecedor común ¿Qué pretendemos cambiar?¿A quiénes pretendemos convencer? Desde la descalificación, aunque sea irónica y aparentemente sabia no lograremos nada. Yo pretendo enriquecerme escuchando y leyendo, pero ¿por qué he de denostar a quienes no piensen o interpreten el pensamiento como yo? ¿Acaso son ellos mis enemigos? No, mis enemigos son los que se han dormido en el poder, los que usan el ayuntamiento no como herramienta de transformación de la sociedad sino en propio beneficio, los que mienten y engañan a la gente a cuenta de sus intereses personales, los poderosos y sus fuerzas coercitivas y represivas, pero no otras personas que, matices aparte, comparten una visión semejante del mundo.

Estoy harta de discusiones estériles, cuando todas y todos aportan algo positivo. Estoy hasta las narices de tener que justificar y explicar mil veces nuestros actos cuando estos son diáfanos.

Las tareas prioritarias ahora son tan claras como simples:

Atacar el problema del paro, poniendo a su servicio todos los recursos municipales, demandando a otras instancias dinero para combatirlo.

Desmontar el tinglado de personas afines que tiene alrededor AIS-CC,sobre todo a las que actúan como comisarios políticos de Manuel Reyes, vigilando y yendo con el cuento , para que controle como un gran hermano cualquiera, y actuando de brazo ejecutor de maldades que el alcalde no se atreve a hacer.

Gestionar, a través del ayuntamiento, créditos baratos para la economía social y las pequeñas empresas.

Defender lo público y el sector público con control democrático desde dentro del ayuntamiento y luchar por una democracia real, ciudadana, participativa y de calidad, como principio y resumen a todo lo demás.

Explicar todo esto de forma sencilla y con sentimientos es nuestra responsabilidad. Nuestros fallos y errores son nuestros, y no de un sistema opresor que condiciona todo. Siempre podemos encontrar excusas, pero otros pueblos nos han demostrado que no hay opresión ni dictadura capaz de frenar a una ciudadanía harta, con índices alarmantes de paro y empobrecida. Unámonos todos por el ansiado cambio.