sábado, 10 de febrero de 2018

GRACIAS CON EL CORAZÓN


Han sido innumerables las felicitaciones y muestras de sincera alegría recibidas estos días por la aprobación de los presupuestos. Lo cierto es que la preocupación por el bloqueo municipal y sus consecuencias había trascendido los ámbitos en que suele quedarse está  importante decisión. Desde el personal municipal hasta nuestros vecinos de todos los signos políticos, en los últimos tiempos nos preguntaban con auténtica preocupación por el tema. Fuera de nuestro municipio eran incontables los deseos de que se resolviera la cuestión, no faltando incluso personas que se ofrecieron a mediar. Todas esas personas nos han mostrado su satisfacción por haber resuelto con bien el grave escollo. Pero ayer y hoy me encontré con mis compañeros del partido en sendas reuniones temáticas. Y mis compañeros, hermanos ideológicos, al unísono, celebraban con nosotros, los socialistas rambleros, el largo y costoso parto. Sincera alegría, como si los presupuestos de SJR y su bienestar también fueran cruciales para ellos. Eso es fraternidad socialista. Si alguna vez olvidó por qué estoy en este partido, recordaré, entre muchas otras cosas colectivas, la sincera alegría de la familia socialista por el bienestar ramblero. A todos y todas, GRACIAS con este poema atribuido a Jorge Luis Borges.
No puedo darte soluciones para todos los problemas de
la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes
y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me
lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes
actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para
crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te
parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger
los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

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