sábado, 24 de noviembre de 2018

PONGAMOS QUE HABLO DE LA 351 O DE SAN JOSÉ













LA 351 O DE SAN JOSÉ
Voy a hablar de un objeto que parece inanimado. Y no lo está. Es la carretera TF 351 que une San Juan con Los Canarios/Las Suertes, pasando por el vecino núcleo de Santa Catalina. Es mi recorrido diario para ir de mi casa al ayuntamiento. Son unos 5/6 km.  de carretera, absolutamente bellos en todas las épocas del año. Me deja absorta cada zona, cada cambio estacional, la variación de su flora, su belleza geológica y paisajistica.
Pongamos que primero hablamos del Teide, distinto siempre, espectacularmente soberbio desde La Ladera y Los Canarios o esquivo en la Fuente de La Zarza o San José. No hay dos días iguales. Cubierto de una gasa o limpio como hoy, envuelto en nubes o con el chal que anuncia viento. Es el Teide, del que estamos tan cerca que casi somos sus faldas.
Pongamos que hablamos de los verodes, que tapizan la bella zona de Cabeza de Guanche, verdes en invierno y espectacularmente soberbios con sus flores amarillas en primavera, tapizando el ocre de la tosca sobre la que destacan.
Pongamos que hablamos de las ñameras de La Hacienda y de la Fuente de la Zarza, que dan fe de la fertilidad de nuestro suelo y su abundancia en aguas, como también lo hacen los olleros, testigos de la lluvia hasta muchos días después, humedeciendo las paredes basálticas y corriendo como riachuelos por cunetas y tomaderos.
Pongamos que hablo de las bellas enredaderas y de los muros de piedra que enmarcan huertas y fincas que se suceden sin solución de continuidad por todo el recorrido de la carretera.
Pongamos que hablamos de las piteras y de los balos, con los que quisieran alcanzar, a modo de torres góticas, el cielo.
Pongamos que hablamos del cielo, ese que nos regala, por San José y mirando al mar o al este la multicolor descomposición de la luz del sol, en forma de arco iris.
Pongamos que hablamos de los espectaculares magnolios, con sus hojas bicolores y sus flores primaverales espectacularmente grandes, hermosas y blanquísimas, y sus frutos invernales, de rojo pasión.
Pongamos que hablo delos seis km más bellos de carretera insular. La TF 351. La que recorro cada día, varias veces al día. En SJR.


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