miércoles, 13 de agosto de 2008

LA COBARDIA DEL GRUPO DE DESGOBIERNO ENGENDRA VIOLENCIA

El domingo por la tarde hubo una agresión a un menor en el pueblo. El menor era de fuera, de Santa Cruz. Paseaba con su noviecita, una jovencita de nuestro pueblo, cuando se vió involucrado en una discusión tonta y un grupo de jóvenes de nuestro pueblo le agredió brutalmente.
La familia del joven (creo que su padre es abogado) cursó la correspondiente denuncia a las fuerzas de seguridad, denuncia que seguirá, posiblemente, adelante, porque las consecuencias han sido de lesiones de cierta envergadura, por lo que pude yo observar el propio domingo por la tarde, que vi la cara del joven, magullada, hinchada y ennegrecida.
Siento mucho el hecho y las lesiones del joven, pero también lo siento por los agresores, alguno de los cuales conozco, e incluso le he dado clases. Y sobre todo por sus padres, que sin comérselo ni bebérselo, se han encontrado con este paquete. Porque los padres, sea cual sea su ideología, al igual que cualquier persona bien nacida, quieren siempre que sus hijos se comporten como personas de bien. Como, por otro lado, son todos nuestros vecinos.

¿Qué está pasando? ¿Quién tiene la culpa?

Yo acuso, desde aquí, a unos responsables políticos que en este momento son un mal ejemplo para nuestra juventud. Unos responsables políticos que instigan a sus jóvenes seguidores a que agredan a los demás, si piensan distinto o si son distintos (por ejemplo, ser de fuera, como me han acusado a mi misma, en el colmo del pensamiento y la conducta xenófoba. Pero luego se esconden cobardemente, sin dar cuenta de las consecuencias de sus acciones y del odio que le inoculan a la juventud a la que arengan).

Yo acuso a esos mismos responsables políticos y/o a sus asesores, que incitan a esos jóvenes a que se resistan a la autoridad (académica, policial...), sobre todo si lo hacen para servir a sus intereses, generando el caldo de cultivo de que todo vale si me sirve a mí para dirigir cobardemente a distancia el ataque contra mis enemigos, y que si eres amigo mío y haces las fechorías a las que te animo, vas a quedar impune.

Yo acuso a los responsables políticos que sesgan sus propias decisiones, castigando a los que no están con ellos o que adoptan una postura tibia, y premiando a aquellos que, obedeciendo a sus consignas, hacen maldades a otros para que ellos se queden tranquilos con su poder y sin dar la cara.

Yo acuso a quienes sancionan, o no, las conductas punibles según el color político de quien las comete.

Yo acuso a los responsables políticos que mandan a empleados públicos a cometer acciones que son potenciales delitos penales, dejándolos luego en la estacada.

Yo acuso a los responsables políticos de cobardía y bajeza moral y política, que ocultan sus fechorías mandando a otros, infelices, que no pueden decidir con libertad porque están lastrados, muchas veces, por el mandato del salario.

Yo acuso al concejal que, durante los hechos del domingo, estaba y se quedó bebiendo en el quiosco de la plaza y no intervino ni antes, ni durante, ni después del episodio, habiéndolo hecho, en cambio, los vecinos que participaban en la comida de la fiesta.

Yo acuso a ese mismo concejal, violento donde los haya, por constituir por sí mismo un pésimo ejemplo personal y humano para todos los jóvenes de este pueblo, que al final son los que se han visto involucrados en un hecho que es el colofón del mal hacer del grupo de desgobierno que él preside en más ocasiones de las que debía, por dejación del alcalde.

Yo acuso a esos mismos gobernantes, en fin, de ver como una parte de la juventud de este pueblo va a la deriva, sin hacer nada por ayudarles a hacerse buenos ciudadanos, como es su deber de gobernantes, y como también es la esperanza de sus padres y de los que creemos en el poder de la educación.

Yo acepto, en este momento, todos los insultos que me han propinado, porque eso no es nada respecto a lo que está pasando. Efectivamente, don Marcos y su "claque", se lo acepto, porque ahora que ustedes me insulten es lo menos importante:

Les acepto que yo soy "moralina" (¿Verdad Jeray?), que no sirvo ni para conserje de un colegio, (¿Verdad Jeray?), que soy "reprimida" (¿Verdad Sairanac?), ... y que estoy loca y muchas más cosas (¿Verdad Salvador?).
Soy, si ustedes quieren, todo eso y más, según ustedes y los medios de comunicación que sirven a sus intereses, pagados con dinero que es de todos (también mío, es decir, pago mis impuestos para que se contrate a quien me insulta, ya es desfachatez del grupo de desgobierno).
Eso ahora no importa. Ahora importan ellos, nuestros jóvenes, su futuro y hacia dónde les conducen ustedes y hacia dónde yo y muchas personas como yo creemos que no deben ir, por más que me llamen moralina, reprimida, loca y otras lindezas.

Porque mientras a ustedes les da lo mismo lo ocurrido el domingo y otros días en que se ha reflejado en la conducta de muchos jóvenes el mal gobierno a que ustedes han sometido al pueblo, yo, en cambio, hoy, estoy profundamente triste.

Y hoy estoy profundamente triste escribiendo esto, porque no es éste el comportamiento de mis jóvenes, no es el de mis vecinos, no es el de mi pueblo, noble donde los haya. Y a causa del mal ejemplo y la instigación o la inhibición de ustedes, desgobernantes, ahora estos jóvenes se encuentran con un problemón, el pueblo queda con su imagen dañada y los padres se enfrentan a una situación de la que no han sido arte ni parte.

Y ellos, los desgobernantes que han producido este caldo de cultivo, cobardemente escondidos.

Si tuvieran vergüenza, ante la incapacidad de gobernar como es debido este municipio, cada vez más deteriorado, dimitirían.

Pero ahora yo no acuso. Sólo apelo, como en alguna otra ocasión, con tristeza y desesperanzada, a los concejales, a algún concejal que tenga un poco de dignidad, que tenga hijos y que los esté educando en este pueblo, a que recapacite y piense si esto es lo que quiere para esos hijos. No piensen en los hijos de los demás, sino en sus propios hjos. Tal vez así se les abra la mente y tomen alguna decisión que salve no sólo al pueblo, sino a su propia dignidad, presente y futura.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestros jóvenes caminan por nuestras calles sin nada que hacer, sin ambiciones ni ideologías, sin pensamientos de trabajo, responsabilidad, amistad y buena convivencia. Jóvenes egoistas sin ánimo para estudiar y superarse, sin ganas de aprender a vivir, sin motivaciones sanas. En este pueblo que la tasa de paro es alta, el fracaso escolar aumenta, y no hay centros de ocio para los jóvenes. Con un grupo de gobierno que piensa que lo mejor que puede ofrecerle a nuestros jóvenes es la fiesta de la cerveza y 200 euros al año a los poquitos que van a la universidad. Con un alcalde que no trabaja en el ayuntamiento para el pueblo, sino que trabaja para sí mismo y para ganar más y más dinero. Y con unos concejales irresponsables, a veces hasta ordinarios. Aquí que no existe la libertad de ideología ni de expresión, ya no me sorprende que estas cosas ocurran, aunque si me asustan. Cualquiera de nosotros por ser diferente podríamos ser maltratados en este pueblo del norte, maltratados por los jóvenes, por los mayores, o por el grupo de gobierno.
Así es el San Juan de la Rambla que hemos heredado de AIS-CC.

Anónimo dijo...

Esto es una realidad de gran calado social, y en este pueblo que se les presta a los jovenes para que realizen actividades o cualquier tipo de diverción adecuado a su entorno y edad, exsite una frase que aprendi hece mucho tiempo y es unos de mis refranes favoritos y dide " HAY QUE ESTAR OCUPADO PARA NO ESTAR PREOCUPADO."

Anónimo dijo...

Si que es verdad que se dice que hay un grupo de jóvenes de San Juan que están agrediendo con saña a otros, esto se está oyendo en los pueblos limítrofes. Esto es lamentable y da lástima. La verdad es que aquí, hay que hacer una reflexión.
Los culpables, culpables, culpables, "somos todos y todas", ya se observa como se ha constituido el fenómeno social de la violencia entre jóvenes, lo estamos viendo con ejemplos tan dramáticos y espelugnantes como la filmación a través de móviles y su reproducción con brutales palizas a otros chicos o chicas.
Desde siempre los adolescentes y jóvenes se refugian a través dela estructura del grupo o pandilla, donde se apoya a si mismo/a, y donde se respetan, si quieres pertenecer a el, las normas y su conducta, en este caso antisocial de todas, todas.
Pero si el joven está agrupado donde las actividades propuestas son negativas y destructivas, o no están acordes con su desarrollo, podrían llegar a ser inadaptados sociales de por vida.
Las causas infinitas, desde la desaparición de los valores sociales, el mal uso del tiempo libre, el abandono en la educación cívica y la dejadez de muchos padres a sus hijos cuando son adolescentes, podrían ser algunos motivos para justificar lo que está pasando.
El pilar fundamental La Familia", que en la actualidad hay cierto desinterés y despreocupación por su parte, por conocer lo que hace tu hijo/a en su tiempo libre, y si encima tienes dinero suficiente para callarle la boca, te deje en paz, que quieres descanzar, que se tire a la calle y haga un uso indebido de él.
¡¡¡Si señores/as!!! las circunstancias familiares, no sólo pasa en familias pobres, también pasa en familias con clase social medio-alta, desequilibrios por frustración u otro motivo, contribuyen también a que el joven se refugie en muchos casos en el mundo de las drogas y si no lo ven queridos padres y madres, poner más atención a lo que está ocurriendo.
Desde aquí hago un llamamiento a todos y todas, pues nadie está libre de responsabilidad con lo que está pasando con los chicos y chicas.
Partiendo de la familia, educadores, políticos, amigos, amigas, vecinos/as, todos pueden aportar algo, desde la responsabilidad de construir un mundo con jóvenes sanos, en todos los aspectos.

Hoy levanto mi mano,
¡¡YO TAMBIÉN SOY CULPABLE!!!

Anónimo dijo...

Yo como madre me pregunto y ¿si mañana este grupo la coge con mi hijo? Don Manuel y ediles ¿en qué han comvertido mi pueblo? cuando los rambleros y rambleras les entregamos nuestra confianza mi pueblo no era esto, mi pueblo era pacífico todos los vecinos de arriba, de abajo, de allá y de acá nos ayudabamos, nos echabamos una mano, nos saludábamos, pero ahora........que lástima, don Manuel, que lástima.

Anónimo dijo...

Yo como madre me pregunto y ¿si mañana este grupo la coge con mi hijo? Don Manuel y ediles ¿en qué han comvertido mi pueblo? cuando los rambleros y rambleras les entregamos nuestra confianza mi pueblo no era esto, mi pueblo era pacífico todos los vecinos de arriba, de abajo, de allá y de acá nos ayudabamos, nos echabamos una mano, nos saludábamos, pero ahora........que lástima, don Manuel, que lástima.