Ocurrió en la procesión de San José del domingo por la noche.
La procesión, como todos saben, hace una parada en la Cruz de Los Quevedos, para ver los fuegos que, desde Las Toscas, se echan en honor del Santo.
Cuando la exhibición acabó, la comitiva se aprestó a ponerse en marcha. Un señor, en la oscuridad (no es demasiado buena la iluminación de la zona, aunque es mejor que la de Las Rosas) al bajar de la acera para incorporarse a la calzada, se despistó con el bordillo (no nos cansaremos de repetir lo peligroso que son estos bordillos, más altos de lo normal, sobre todo para personas mayores o con discapacidad) y se cayó de bruces, haciéndose un piquete en la frente y quedando conmocionado por unos segundos. La gente (nuestra gente es servicial y magnífica) le ayudó a incorporarse, incluso una señora se ofreció a acompañarlo del brazo.
Lo mejor de todo fue la frase del alcalde, consoladora y de extremada ayuda para el señor.
El alcalde le dijo:
"El golpe enseña"
Y se quedó tan contento.
5 comentarios:
...Y gato escaldado del agua fría huye... por eso mejor huir de las sinrazones.Y como no veo nada zazonable la actuación de estos que nos han intentado gobernar sin acierto y sin tino.¡Que no les voto!
A la zazón NO LES VOTO yo tampoco.
Si Don Manuel, "los golpes enseñan", por eso en el 2011 no se extrañe, si no le votamos.
La pena es que no fue Manolo el que se cayó.
Da ha entender la clase humana que tiene este cilindrin, el golpe emseña, pues no te ha dado golpes la vida para que aprendas muchas cosas, como diria un amigo !no seas papa frita supermanolo¡a ver si aprendemos que no es lo mismo estar en el campo que en un acto religioso y procolario a la vez para estar con esa clases de comentarios, ya es hora de que aprenda para que los golpes le enseñen, coño.
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