¿Por qué se sigue celebrando el día de la Mujer?. Pues porque siempre que se celebra un día, un año, una década significa que necesitamos que algo se resuelva, que se siga reivindicando algo. En la actualidad, y pese a los largos y duros años de lucha, no se ha conseguido alcanzar iguales condiciones laborales, políticas y sociales de la mujer respecto al hombre. Por más que las instituciones públicas, las Carta de derechos humanos, las instituciones internacionales, la propia Constitución lo contemplen, la igualdad de derechos de todas las personas es aún una utopía, que se manifiesta cruelmente en las relaciones de género que se dan en nuestra sociedad.
La mujer hoy sigue soportando el sexismo (convendría más bien llamarle machismo, falta de reconocimiento profesional e infravaloración de sus potencialidades por el hecho de ser mujer. La mujer soporta, asimismo, cargas en las responsabilidades familiares infinitamente superiores a las de los hombres; salarios inferiores a igual tarea; mayores dificultades para acceder a puestos relevantes en todos los sectores (lo que ha provocado que se dicten medidas correctoras desde el gobierno socialista en la Ley de Igualdad) etc.;
Las mujeres hemos de permitir, sin decir nada por si alguien se ofende, la exposición diaria a un lenguaje generalizado cargado de machismo, como en nuestro propio ayuntamiento, donde una moción de mi compañero Cayetano para eliminar el sexismo de los documentos oficiales recibió el rechazo del grupo de gobierno ¡en el que hay dos mujeres!. De ahí que, cuando pese a ser mujer, reivindiques el poder de la palabra y de la razón, personajes como algún concejal del grupo de gobierno pierde los estribos y embiste. Porque a la mujer siempre nos queda la palabra, siempre nos queda, y nos sobra la razón para la defensa de los más débiles, lo que venimos haciendo desde el origen de los tiempos. Y la palabra y la razón son razones poderosas que hacen que los que ejercen de machistas se revuelvan contra lo que signifique un atentado contra los privilegios detentados.
Los estereotipos de todo tipo hacen que parte de nuestra sociedad condene a la mujer, por el simple hecho de serlo, a peores condiciones de vida que los hombres. Mucho queda por andar, aunque el camino andado no sea desdeñable. Esta lucha tiene sus avances y sus retrocesos. El más evidente y doloroso es el tremendo drama que vivimos, el peor de los posibles: la abominable, detestable y vergonzosa violencia machista contra las mujeres que cada día, como un goteo incesante, se cobra una nueva vida de una mujer a manos de “un hombre”.
El día internacional de la mujer se justifica, pues, porque recuerda la lucha de la mujer por sus derechos y sus libertades. El día de la mujer no puede quedarse en un mero día de celebración u onomástica, como si del día de los enamorados se tratara. Es un día para reflexionar y para felicitarnos del hecho de caminar juntos, hombres y mujeres, en pos de una sociedad más igualitaria, donde el progreso y el avance de la mujer, como el de cualquier otro grupo humano, beneficia a toda la humanidad.
Muchas mujeres se han dejado la vida en esta lucha, desde antes de los terribles acontecimientos de Nueva York. Acontecimientos que marcaron un punto de inflexión para la lucha. En aquellas fechas de principios del siglo pasado, más de cien mujeres que defendían sus derechos como trabajadoras y también como mujeres, fueron asesinadas cobardemente, de la más vil de la maneras: los patronos prendieron fuego a la fábrica donde las trabajadoras se habían encerrado para reivindicar mejoras salariales e impidieron su salida para que allí murieran, quemadas. Pero después de aquellos terribles acontecimientos, que marcan un hito en la lucha por la igualdad, las mujeres hemos seguido luchando, andando y dando imponentes ejemplos de valor, dejándose la piel y, en muchas ocasiones, la vida por la causa.
Muchos han sido los logros, pero mucho es lo que queda aún por conseguirse. En este, esperemos, último tramo de la lucha, alcanzaremos los objetivos. Pero se exige el esfuerzo de todos, tenemos que levantarnos juntas y juntos, mujeres y hombres, hombre y mujeres, codo con codo y mano a mano, para luchar, no porque la tortilla se vuelva, sino para que se reparta equitativamente.
¿Qué queda por conseguir?
En el ámbito laboral, igual salario a igual desempeño; igual presencia en los puestos relevantes y directivos de la empresa; empleo no supeditado al hecho de ser madre; tasas similares de de desempleo femenino; iguales condiciones de trabajo y exigencia en la labor etc.
El el ámbito Social: lenguaje social descargado de connotaciones sexistas de género masculino; responsabilidad de la familia compartida; similar remuneración en el trabajo y de niveles de independencia económica; eliminación de los estereotipos que plantean tiránicas exigencias en la imagen o estética de mujer: vestimenta, constitución corporal, etc.; desfeminización de la pobreza; eliminación de las mayores limitaciones de la mujer para el acceso a la cultura; eliminación de las limitaciones de elección sobre su futuro; aumento de la presencia en los puestos de responsabilidad públicos y privados; etc.
En el ámbito familiar: similar peso afectivo: reconociendo el plano afectivo como responsabilidad básicamente de la mujer; similar peso en la responsabilidad y desempeño de las tareas domesticas y el cuidado de los hijos; eliminación de las relaciones de dominio y posesión del hombre sobre la mujer; eliminación de las situaciones del maltrato físico y psicológico; etc.
Los colectivos de mujeres somos conscientes de esta situación y llevamos muchos años luchando y dejándonos la piel en ello. Pero aún queda mucho por andar, así que andemos. Levantemos la bandera de la justicia, la bandera de la equidad, la bandera de la causa de la mujer como ejemplo de que, entre todos, mayores cotas de igualdad y de respeto humano son posibles. Porque así es como podemos construir sociedades más justas y por tanto es una causa común del género humano y por supuesto de las organizaciones que se consideren progresistas.
La mujer hoy sigue soportando el sexismo (convendría más bien llamarle machismo, falta de reconocimiento profesional e infravaloración de sus potencialidades por el hecho de ser mujer. La mujer soporta, asimismo, cargas en las responsabilidades familiares infinitamente superiores a las de los hombres; salarios inferiores a igual tarea; mayores dificultades para acceder a puestos relevantes en todos los sectores (lo que ha provocado que se dicten medidas correctoras desde el gobierno socialista en la Ley de Igualdad) etc.;
Las mujeres hemos de permitir, sin decir nada por si alguien se ofende, la exposición diaria a un lenguaje generalizado cargado de machismo, como en nuestro propio ayuntamiento, donde una moción de mi compañero Cayetano para eliminar el sexismo de los documentos oficiales recibió el rechazo del grupo de gobierno ¡en el que hay dos mujeres!. De ahí que, cuando pese a ser mujer, reivindiques el poder de la palabra y de la razón, personajes como algún concejal del grupo de gobierno pierde los estribos y embiste. Porque a la mujer siempre nos queda la palabra, siempre nos queda, y nos sobra la razón para la defensa de los más débiles, lo que venimos haciendo desde el origen de los tiempos. Y la palabra y la razón son razones poderosas que hacen que los que ejercen de machistas se revuelvan contra lo que signifique un atentado contra los privilegios detentados.
Los estereotipos de todo tipo hacen que parte de nuestra sociedad condene a la mujer, por el simple hecho de serlo, a peores condiciones de vida que los hombres. Mucho queda por andar, aunque el camino andado no sea desdeñable. Esta lucha tiene sus avances y sus retrocesos. El más evidente y doloroso es el tremendo drama que vivimos, el peor de los posibles: la abominable, detestable y vergonzosa violencia machista contra las mujeres que cada día, como un goteo incesante, se cobra una nueva vida de una mujer a manos de “un hombre”.
El día internacional de la mujer se justifica, pues, porque recuerda la lucha de la mujer por sus derechos y sus libertades. El día de la mujer no puede quedarse en un mero día de celebración u onomástica, como si del día de los enamorados se tratara. Es un día para reflexionar y para felicitarnos del hecho de caminar juntos, hombres y mujeres, en pos de una sociedad más igualitaria, donde el progreso y el avance de la mujer, como el de cualquier otro grupo humano, beneficia a toda la humanidad.
Muchas mujeres se han dejado la vida en esta lucha, desde antes de los terribles acontecimientos de Nueva York. Acontecimientos que marcaron un punto de inflexión para la lucha. En aquellas fechas de principios del siglo pasado, más de cien mujeres que defendían sus derechos como trabajadoras y también como mujeres, fueron asesinadas cobardemente, de la más vil de la maneras: los patronos prendieron fuego a la fábrica donde las trabajadoras se habían encerrado para reivindicar mejoras salariales e impidieron su salida para que allí murieran, quemadas. Pero después de aquellos terribles acontecimientos, que marcan un hito en la lucha por la igualdad, las mujeres hemos seguido luchando, andando y dando imponentes ejemplos de valor, dejándose la piel y, en muchas ocasiones, la vida por la causa.
Muchos han sido los logros, pero mucho es lo que queda aún por conseguirse. En este, esperemos, último tramo de la lucha, alcanzaremos los objetivos. Pero se exige el esfuerzo de todos, tenemos que levantarnos juntas y juntos, mujeres y hombres, hombre y mujeres, codo con codo y mano a mano, para luchar, no porque la tortilla se vuelva, sino para que se reparta equitativamente.
¿Qué queda por conseguir?
En el ámbito laboral, igual salario a igual desempeño; igual presencia en los puestos relevantes y directivos de la empresa; empleo no supeditado al hecho de ser madre; tasas similares de de desempleo femenino; iguales condiciones de trabajo y exigencia en la labor etc.
El el ámbito Social: lenguaje social descargado de connotaciones sexistas de género masculino; responsabilidad de la familia compartida; similar remuneración en el trabajo y de niveles de independencia económica; eliminación de los estereotipos que plantean tiránicas exigencias en la imagen o estética de mujer: vestimenta, constitución corporal, etc.; desfeminización de la pobreza; eliminación de las mayores limitaciones de la mujer para el acceso a la cultura; eliminación de las limitaciones de elección sobre su futuro; aumento de la presencia en los puestos de responsabilidad públicos y privados; etc.
En el ámbito familiar: similar peso afectivo: reconociendo el plano afectivo como responsabilidad básicamente de la mujer; similar peso en la responsabilidad y desempeño de las tareas domesticas y el cuidado de los hijos; eliminación de las relaciones de dominio y posesión del hombre sobre la mujer; eliminación de las situaciones del maltrato físico y psicológico; etc.
Los colectivos de mujeres somos conscientes de esta situación y llevamos muchos años luchando y dejándonos la piel en ello. Pero aún queda mucho por andar, así que andemos. Levantemos la bandera de la justicia, la bandera de la equidad, la bandera de la causa de la mujer como ejemplo de que, entre todos, mayores cotas de igualdad y de respeto humano son posibles. Porque así es como podemos construir sociedades más justas y por tanto es una causa común del género humano y por supuesto de las organizaciones que se consideren progresistas.
Con la felicitación y el reconocimiento de los socialistas rambleros a todas las mujeres de este pueblo y del mundo, les dejamos, encabezando estas líneas, la peculiar felicitación que mis compañeros distribuyeron ayer por las carteleras del municipio. Feliz, reivindicativo y esperanzador 8 de marzo.
6 comentarios:
EXCELENTE ARTÍCULO, SIGUE HABIENDO MUCHOS SECTORES DE LA SOCIEDAD QUE SIGUEN SUFRIENDO PERO QUE NO SE RESIGNAN AL ESTADO DE COSAS EXISTENTE. NO OLVIDEMOS COLECTIVOS COMO EL COLECTIVO GAY ,LAS MUJERES,LOS NEGROS,ETC. HOY GOBIERNA EE.UU. UN NEGRO POR LA LUCHA QUE LLEVARON A CABO MILES ANTERIORMENTE. POR ESO HAY QUE SEGUIR SIEMPRE ADELANTE PARA SEGUIR MEJORANDO LAS SOCIEDADES. NO OLVIDEMOS QUE ÉL QUE ATACA AUNQUE SEA SUTILMENTE, CON BROMAS CHISTES,RISAS ABSURDAS-Y CREO QUE TODOS LOS LECTORES ME ESTÁN ENTENDIENDO ,SABEN A QUE ME REFIERO- A UNA MUJER, UN HOMOSEXUAL O UN NEGRO POR EJEMPLO, ES ABSOLUTAMENTE COMPLICE DE ESTE ESTADO DE COSAS Y NO MERECE NINGÚN RESPETO. ADELANTE FIDELA, ÁNIMO.
CON RELACIÓN A LOS COLECTIVOS QUE SIGUEN SUFRIENDO EN EL MUNDO,CONCRETAMENTE EN RELACIÓN AL COLECTIVO GAY, DON MANUEL REYES DECÍA LO SIGUIENTE EL 28 DE ABRIL DE 2005 EN EL DÍA :"UNA BODA EN ENTRE DOS HOMBRES O DOS MUJERES ES UNA DESCOMPOSICIÓN DE LA NATURALEZA".¿ QUÉ DERECHO HAY A DECIR ESTO Y QUEDARSE TAN CAMPANTE? DON MANUEL DEBERÍA HABER DIMITIDO POR ESTO. DEJE USTED VIVIR A LA GENTE SU SEXUALIDAD COMO LE DE LA GANA Y RESPETE USTED A LAS PERSONAS.
Todavía queda mucho por reivindicar y mucho por conseguir.En todos los planos, pero mucho más en el plano de las mujeres. Nos hemos dejado la piel atrás y aún asífalta mucho. Seguiremos en la lucha. Que no es en contra de los hombre sino en la lucha igualitaria de codo con codo,hombro con hombro respetando en cada persona sus valores y sus valías. Un abrazo a todos.
Hoy día internacional de la mujer, me he levantado antes que ella y le he hecho un café, se que le gusta tanto, ella siempre lo agradece hoy sólo el café, y a posta no le he felicitado pues para nosotros hay otros días en lo que nos decimos lo que lo que hoy, tendríamos que habernos dicho a posta y no dejo de reconocer que me con mucho esfuerzo he evitado decirle que… la quiero. Como mujer, la conozco desde hace veintiocho años, fue y hoy lo sigue siendo el ideal de compañera, más ahora cuando es madre desde hace catorce años, hoy no cabía la necesidad de reivindicación entre nosotros y prueba de ello es que no ha existido ningún reproche por su parte.
Bueno ya son las 0:45h. del día 09-03-09 ahora me apetece felicitarla la llamaré para que lea el comentario cuando esté publicado y tendrá la sorpresa. Aprovecho para felicitar a los gay, a los inmigrantes que han conseguido ayudar a sus familias, a las mujeres y a los niños reprimidos y maltratados, ánimo a los que están sin trabajo...etc. a todas las luchadoras y luchadores, ¡¡QUE BIEN SABE FELICITAR SINTIENDO QUE NO TE OBLIGAN A ELLO!!
Felicidades Socialistas.
Quiero decirte anónimo 0:57 que ha sido una gran suerte tenerte como mi compañero durante veintiocho años y que me hayas dado ese hermoso regalo que ha sido nuestro hijo, que nunca me hayas discriminhado o menospreciado por ser mujer sino que me hayas tratado como lo que soy tu compañera de la vida, tu esposa, la madre de tu hijo, tu amiga, tu amante, etc, ojalá todas las mujeres de este municipio tuvieran esa suerte pero como no es así para eso estamos nosotros los socialistas para seguir luchando para que esa lacra que sufren muchas mujeres se erradique de una vez por todas y lo comenzaremos a lograr apartir del 2011 ¿verdad Fidela?. Por todo esto mi querido anónimo no hace falta que el ocho de marzo me felicites porque tu me das las felicidades todos los días del año, un beso te quiero mucho.
Que ganas de fastidiarte el anónimo que bonito fue todo cuando eras anónimo, es que esa mujer no se calla ni debajo del agua.
Ya se quien es la pareja bueno no os avergoncéis, ya sabemos que los rojos como los llama Manolo Reyes, también tienen corazón.
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