El alcalde, hace un año, para contrarrestar las deducciones solicitadas por los socialistas Y QUE NEGÓ EN PLENO, prometió rebajar el gravamen de la contribución del 45 al 40 por ciento. Este gravamen lo fija una ordenzanza municipal denominada Ordenanza Fiscal Municipal reguladora del IBI. El gravamen puede oscilar entre un 40 y un 110 por ciento. En nuestro municipio está fijada en el 45 por ciento. Los socialistas entendimos que no era suficiente para contrarrestar la subida espectacular de la contribución, pero dado que era lo mínimo que podía hacer Reyes para enmendar su error de firmar la Ponencia de Valores del Catastro, lo aceptamos. Pero esas son las clásicas promesas manolistas. Sin fechas. Así pasa con muchas de las promesas hechas sobre obras en el municipio. Incluso puede poner fecha, pero sólo día y mes, porque siempre podrá dejar de contestar la pregunta de ¿de qué año?
Pues ni siquiera el alcalde ha puesto en práctica su única idea para ponderar la subida catastral. No ha sido capaz de, o no ha querido, llevarla a cabo. ¿Mala fe al prometer algo que no va a cumplir, incapacidad para ejecutar lo prometido?. Lo cierto es que esta rebaja, que notarían al menos testimonialmente los vecinos en la contribución de 2009, no se ha producido. La medida, propuesta por el alcalde ya digo que para salir al paso al gran paquete de medidas de descuentos y bonificaciones propuestos el año pasado por los socialistas, no ha sido aplicada en este ejercicio, con lo cual Reyes vuelve a hacer evidente que en este municipio y entre los desgobernantes "las palabras se las lleva el viento".
Recordemos que el incremento del impuesto sobre los bienes inmuebles (contribución) fue advertido por los socialistas el año pasado y ha comenzado a notarse en los bolsillos de los ciudadanos este año. Reyes incluso ha omitido el hecho de que la subida, escalonada, se realizará durante los próximos diez años, por lo que es perentorio que se aplique el gravamen reducido prometido y se actúe para que la subida no tenga efecto, como acordamos en el último pleno. No obstante, pocas esperanzas nos quedan si tenemos en cuenta que esta reducción del gravamen, que depende sólo del ayuntamiento, AIS ha sido incapaz de ejecutarla.
Así que, desgobernantes, sigan ustedes engañando y empobreciendo al pueblo. Está muy bien que mientras "salan" los bolsillos de los contribuyentes, no hayan aprobado aún los presupuestos del año 2009, con lo que no han tenido la tentación de bajarse un poquito sus astronómicos sueldos. Ustedes sigan cobrando. Cobrando por engañar a los vecinos. Es lo que hay.
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