EL RECUERDO DE LOS QUE NOS PRECEDIERON

Este fin de semana, como todos los años, estuvo dedicado al recuerdo de aquellos que nos precedieron: No debe ser un recuerdo fugaz, de un día entre todos los del año, pero es bueno que una vez al año, todos colectivamente, avivemos la llama del recuerdo, y nos encontremos al resto de nuestros convecinos en igual circunstancia y recordando colectivamente a aquellos por los que hoy somos lo que somos.

Cuando un ser querido muere, siempre te quedan sus recuerdos: la fecha del aniversario de su muerte, su canción favorita, las fotografías… pero sobre todo sus palabras y su ejemplo. Lo mejor es aprender a vivir con ellos y, finalmente, lograr transformarlos en recuerdos positivos y en modelos de vida.

Sentimos su ausencia durante fechas importantes como cumpleaños o aniversarios, en navidad, o en los lugares que lo identificaban, o a través de momentos inolvidables juntos, como los recuerdos de la infancia. Incluso, los recuerdos pueden aparecer sin avisar, como cuando suena su canción favorita en la radio o encuentras alguna foto suya sorpresivamente entre tus papeles.
Los recuerdos son inevitables y son parte de nuestra propia historia. El lado positivo de esas memorias nos recuerdan lo hermosa que ha sido nuestra vida por los momentos tan especiales que vivieron juntoa nosotros y por aquellos recuerdos e influencias que nos hayan dejado.

Por eso es tan importante esas fechas colectivas, por el recuerdo de lo que nos dejaron y por compartirlo con nuestros convecinos, que participaron también de esas personas que fueron ejemplo de nobleza, de bondad y de valor, que por otro lado, se han convertido en valores consustanciales de la idiosincracia de nuestro pueblo.