lunes, 3 de septiembre de 2012

FOLKLORE Y MÚSICA TRADICIONAL EN SAN JUAN DE LA RAMBLA: EL CORAZÓN DE NUESTRO PUEBLO




La música tradicional canaria y el folklore son el resultado de las numerosas influencias culturales, europeas y americanas, que han enriquecido a las islas a lo largo de su historia.  Por ello, en nuestra Semana de las Tradiciones, no podía faltar ese folklore ni la música tradicional. Isas, folías y malagueñas, tanganillos y saltonas, géneros todos que proceden del siglo XVIII, así como  las polcas y mazurcas del género moderno, ya de los siglos XIX-XX y tantos otros cantos y bailes de distintas partes de nuestro archipiélago y de procedencias distantes en la geografía y en el tiempo, se dieron cita en la plaza de La Vera de la mano de la prestigiosa agrupación Tajaraste, un auténtico lujo para nuestro municipio, que fueron acompañados de nuestra entrañable Agrupación Santa Rosalía.  Esa música moderna que a veces no se despega lo suficiente de su procedencia, como el día de los puntos cubanos, donde dos repentistas, verseadores cubanos tuvieron un mano a mano acompañados de dos músicos de la tierra, palmeros. 
También el día de la exaltación de los aborígenes tuvimos nuestra querida Agrupación Atahona, que nos recordó, por la invitación a la participación del público, que los rambleros, al igual que los canarios en general, solemos reunirnos "de parranda" para cantar. Y ese día no pudo faltar un poco de la música tradicional, de la mano de los amigos gomeros de Cumbres Gomeras. La música tradicional es esa que se introduce en la más remota de las memorias isleñas, en el momento de la conquista, por lo que es difícil diferenciar lo que es aborigen y lo que es adoptado, con los pies quebrados, los romances y las chácaras, el tambor y el lenguaje silbado. Esa misma música tradicional que la noche del domingo pasado tuvimos oportunidad de oir en Icod el Alto de de la mano de nuestros Alzados, que tantos honores han compartido con nosotros. En fin, días de folklore y música tradicional en nuestro municipio y en el vecino, que nos recuerdan algo de lo que no nos olvidamos jamás, porque se nos eriza la piel cuando lo escuchamos: que también somos música tradicional y folklore.

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