MUCHO QUE RESOLVER AÚN: AL BURRO NO SE LE VE LA MATADURA SINO CUANDO SE LE QUITA LA ALBARDA

Así quedó tras las lluvias a principios de 2008 la placita de La Vera Baja. Las obras de evacuación hechas hace unos meses impedirán que en el futuro este desastre ocurra de nuevo 

Tenemos mucho que resolver aún. Decía mi padre que al burro no se le ve la matadura sino cuando se le quita la albarda. Albarda quitada, no dejamos de sorprendernos cuando descubrimos, una vez más, por enésima vez, la herencia envenenada recibida. Durante este año y medio no hemos parado de resolver desastres grandes y pequeños relacionados con riesgos ciertos para la población. Pero una y otra vez  aparecen nuevos desastres a resolver. Las rejillas instaladas hace un año, que tanta hilaridad provocaron, han resuelto las inundaciones de los núcleos de población de Los Canarios y La Portalina, de La Vera Baja y de Los Andenes. El muro de la Calle el Pino de Las Rosas resolvió un grave problema de desprendimientos sobre la TF 342. La reposición del firme de la calle de Los Simones, tras hundirse bajo un vehículo por haber asfaltado sobre unas cuevas y la próxima reposición de un muro de contención del Parque de Los Canarios, que no contenía nada, son consecuencias directas de la vieja desidia que hacía que se hicieran las cosas sin calcular los riesgos. Muchas casas, con el viario desembocando en sus casas, o con deficiencias en las aceras por las que se filtraba el agua, han tenido intervención municipal para atajar el peligro. La limpieza exhaustiva y continua de tomaderos y cunetas ha resuelto no pocas incidencias en los tres episodios de lluvias torrenciales que han acaecido este año. Pero quedan muchas cosas evidenciadas por graves ocurrencias detectadas durante las lluvias y que nos quedan por acometer. Por ejemplo, acometer la obra de una rejilla de desagüe que canalice hacia el barranco las aguas que discurren por la antigua TF 2214, y cuya falta provoca inundaciones a viviendas en Vistabella. Por ejemplo, el reforzamiento (aún más, porque ya se ha hecho esta obra parcialmente) de los taludes en las dos bajadas del instituto, cuya endeblez ha hecho que se venga abajo uno de los taludes, con la suerte de que no estamos en época lectiva. Por ejemplo,  la adecuada canalización de las aguas de la Fuente de La Zarza, cuyo cauce natural fue interceptado por una obra hidráulica durante el mandato anterior, y que provoca inundaciones en una vivienda. Por ejemplo, acometer la necesaria obra de contención del borde del barranco de Los Pimpollos, donde ayer se vino abajo parte de las traseras de la Urbanización El Pino. Por ejemplo, la necesaria contención de taludes en el acceso a la Fuente de La Guancha, que provocó el aislamiento de una familia en la noche del 24. Por ejemplo, la revisión de cañerías que se rompen por estar al garete y cuya revisión se va produciendo a medida que vamos detectando la endeblez de la red. Por ejemplo.... Tantos y tantos ejemplos de un municipio sin hacer, sin terminar o mal hecho que va evidenciando, paso a paso, por qué es preciso aceptar las herencias para los que heredan. Porque puede ocurrir, como nos pasa a nosotros, que nos encontremos con herencias envenenadas. Y los responsables, encima, sacan pecho y entonan el yo no fui. Tremenda cara.