miércoles, 9 de noviembre de 2016

HASTA SIEMPRE, COMPAÑERO

Hasta siempre, compañero. Fuiste un socialista de bien, incansable en la defensa de la unidad orgánica, lo que hizo que fuera uno de los mejores secretarios generales del PSC-PSOE. No hubo un minuto de tu vida en que no defendieras o fueras testimonio del socialismo ejemplar, herencia del original que debía guiarnos.  El socialismo lo viviste de una manera muy intensa, con la más admirable honestidad, el más riguroso sentido profesional y con el convencimiento de que socialismo es  humanismo. Todo, además, expresado con un fino humor que solía amortiguar los broncos contrastes de pareceres en que nos solemos enfrascar los socialistas.
Te recuerdo, hablando como secretario general, enarbolando unos principios éticos de socialismo histórico, defendiendo, como decía Ramón Rubial, primero España (Canarias), luego el partido y después los militantes. Estos valores socialistas inquebrantables los fuiste  solidificando durante toda tu vida, y de paso transmitiéndolos de esa forma natural que parecía hacer accesible el gran edificio ideológico del socialismo.  

A nivel personal, le agradezco que perteneciera, él y su mujer, al excelente equipo de profesores que pusieron en marcha el CEIP Francisco Afonso Carrillo, que marcó un antes  y un después en la educación en SJR. Hoy mismo lo recordaba con algunas señoras en una reunión. Y también que me comunicara personalmente que tenía que sustituirlo en el Parlamento cuando se iba a la Audiencia de Cuentas.
Te has ido y nos dejas un poco huérfanos a todos, compañero, porque contigo se ha ido un caballero de la política. Los socialistas decimos que los socialistas no mueren, sino se siembran. Y tú has dejado un gran reguero de socialismo sembrado que, ojalá, germine en un nuevo despertar de rosas rojas. En las que te veremos, compañero.

No hay comentarios: