CANTINFLEAR

Cantinflear: Según el Diccionario de la Real academia Española (DRAE)

1. intr. Cuba y Méx. Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada.

2. intr. Cuba y Méx. Actuar de la misma manera.

Paulino llamó a los sindicatos y a los empresarios para que le secundaran en contra de los presupuestos Generales del Estado. Pero, para gran mal de Canarias, los sindicatos y los empresarios están formados por gente mucho más seria que los políticos que nos desgobiernan. Y digo que para gran mal de Canarias, porque los que nos desgobiernan son los que nos malconducen en estos momentos, y que cada vez se nota más. Actúan y hablan como define el DRAE el verbo cantinflear. Y acada vez los secundan menos. Afortunadamente.

Esto dice La Opinión hoy sobre este tema, en la pluma de Pomares:

"¡Qué cara dura! Frente a la monumental pifia, más petulancia y soberbia: el tipo saca pecho y presume de éxito ante los medios -los domésticos y los domesticados-, por si queda algún colgado que aún le haga caso. El forzado encuentro de Paulino Rivero con las fuerzas vivas de la economía regional -una convocatoria a lo Hugo Chávez con guión de Mario Moreno- superó hasta el mismo límite de lo creíble el ridículo de cualquiera de sus anteriores payasadas. No sé a quien se le ocurrió la brillante idea de citar a empresarios y sindicatos para leerles no una propuesta de actuación ante la crisis, sino un infame panfleto contra el Estado, sin pactar siquiera antes con unos y con otros la redacción de su contenido. Los empresarios se negaron a sumarse a la ramplona demagogia pastelera de Rivero, y los sindicatos ni acudieron a la cita. Tres días después, Rivero borda con pespunte fumeta -califica el acto como el mayor acontecimiento en 500 años de historia de Canarias- su absoluta inanidad como político: tras mangonear el menguante catálogo de partidos insulares que hoy forman Coalición, Rivero ha creído que esta región es lo mismo, que para dirigir Canarias basta con tocar a rebato, llamar a filas y comprar voluntades con cargos o prebendas o meter miedo con ceses o enajenaciones, como ha hecho y hace en el partido.

Pero presidir Canarias no es lo mismo que mandar en su granja. Canarias es una sociedad infinitamente más libre, más inteligente y más compleja que ese partido-instrumento al que diez años de Rivero han dejado sin seso, sin la mitad de sus votos y sin el aprecio ciudadano, y al que Rivero ha decidido imponer ahora su condición presidencial por si no estaba claro que es el único semental de la cuadra. Dentro de dos semanas rematará con gesto torcido los viejos argumentos sobre alternancia, equilibrio territorial y liderazgos compartidos, y se proclamará capo di tutti i capi, afianzando dentro el liderazgo presidencial que no logra fuera. Será otro acontecimiento histórico: el más importante de los últimos mil años.

En Coalición nadie tiene agallas para decirle que ya está bien, que a este paso van camino de caber todos en un taxi, que esta política no sirve y que no basta con supurar Rivero por el minutado de Willy García. En el Congreso va a plantar cara al increíble desguace de la credibilidad política del partido. Rivero será presidente sin oposición, entre aplausos de paniaguados tiralevitas. Pero ojo: Canarias es otra cosa. Una inmensa mayoría que no se traga las trolas de la tele, las jaculatorias de El Día a Rivero y la salsa paulina de las tedetés adjudicadas a dedo y las radios por adjudicar. Fuera del reino de Cantinflas hay una mayoría atónita ante lo que está ocurriendo, ante el chavismo, la demagogia, el ridículo, la trapisonda y el sometimiento. Fuera sabemos que Paulino Rivero ha logrado ya el difícil record de ser es el peor presidente que ha tenido Canarias jamás"

Lo malo es que sus amigos, aquí y allá, como en nuestro pueblo, actúan igual. Y se cargan cualquier posibilidad de progreso y de realizar una política seria para los ciudadanos. Ante esto, y hasta el 2011, no nos queda más que llorar.