viernes, 19 de septiembre de 2008

POR QUÉ NO DENUNCIO A JERAY O UN PEQUEÑO FRAGMENTO DE LA HISTORIA FAMILIAR

Mucha gente cuestiona por qué no he denunciado las acciones de Jeray. Ya me lo preguntaron cuando la jueza, al resolver a mi favor la denuncia injustificada del muchacho a raiz de la carta insultante que publicó en el periódico, me dió la opción de acusarlo a él de amenazarme y acosarme. Yo decliné la sugerencia, porque seguía entendiendo que aquel episodio tenía que haberse resuelto con una sanción académica. Y así lo sigo entendiendo. Las sanciones académicas han de tener un fin educativo. Lo tengo claro hace mucho tiempo, y, desde luego, he predicado con el ejemplo. En el año 1986, siendo jefa de estudios de un centro de EGB, mi hijo Pedro, alumno de ese centro, le faltó al respeto a una compañera. En realidad la llamó por el apodo (todos ponían apodos a todos), pero en el caso de esa niña, era un apodo ofensivo. Pedro fue sometido a expediente disciplinario, y a raiz del mismo, estuvo cavando, durante quince días, los jardines del Centro. Así entendía yo que debía haberse resuelto en aquel momento el "caso Jeray". Lo que pasa es que lo que algunos analizamos desde el punto de vista educativo, otros lo hacen desde el punto de vista de hacer daño, usar a los jóvenes políticamente, manipularlos y otros comportamientos igual de deleznables.
Ahora ha ocurrido el episodio del empujón. Vuelve a estar profundamente equivocado el joven Jeray, y se comporta de manera errónea. Qué pena que alguien no le hable, le explique, si él está dispuesto a escuchar.
El motivo de no denunciar a Jeray y sí a otras personas es, aparte de su formación, en proceso aún, el hecho de que con Jeray existe una vinculación familiar de varias generaciones.
En efecto, mi tía abuela Cecilia (una bellísima mujer, por dentro y por fuera, hacendosa, luchadora y, en la época, insólita por dominar la escritura y las labores de costura y bordado) se casó con el bisabuelo de Jeray, Antonio, padre de su abuela María. Antonio era del cercano lugar conocido por El Risco, en La Guancha de Abajo. Antonio, además, era hermano de Clemencia, que se casó con otro tío abuelo mío, Francisco, hermano de Cecilia y de mi abuela Constanza. Francisco y Clemencia se quedaron viviendo en El Risco, pero Antonio, al casar con mi tía Cecilia, se trasladó a la casa de ella, en el Lomo del Viento, lugar de mis ancestros. Antonio era viudo, y tenía una hija pequeñita, María, que mi tía Cecilia cuidó y ayudó a crecer. María siempre fue para Cecilia, y para toda mi familia, la hija que no tuvo, porque Cecilia no tuvo hijos. De hecho, cuando mi tía Cecilia falleció, María, su entenada, fue su heredera. Por eso, cuando yo pienso en María y en su familia (Jeray es su nieto) pienso en una parte de mi familia del Lomo, que es como decir de mis raíces.
Esa es la respuesta a la pregunta que me han hecho en esta semana muchas veces.
No obstante, tengo que decir dos cosas:
La primera, que los afectos son mutuos y se cultivan, por lo que espero que alguien le diga al joven de que no se puede abusar de la buena voluntad de nadie, porque yo, que soy la agredida, me puedo cansar y olvidar que es como de mi familia, con lo que no va a salir bien parado y , por otro lado, que mejor le valdría a los pseudonacionalistas, que él y otros jóvenes tienen por mentores, que les enseñaran a conocer sus raíces y a respetarlas.
Porque si a un árbol se le cortan las raíces, inevitablemente se seca, no dando nunca más flores ni frutos.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído atentamente los acontecimientos que usted relata, y para ser sincero me sentí bastante cabreado con la actitud del chico (Jeray), en cuestión. Pero soy de las personas que me gusta contrastar las cosas y me puse con la otra parte para saber que me decían.
Por la parte de Jeray, me dicen que lo que ocurrió es totalmente diferente, y eso me da que pensar. Ya no sé si las personas actuan según sus inclinaciones políticas, unos dicen una cosa, los otros otras y los que no los hemos visto no sabemos que opinar. Lo único que me atrevo a decir, es que no me creo ni a unos ni a otros, y sinceramente visto lo visto hasta que yo no lo vea con mis propios ojos no sabré a quien creer.
No lo tomen a mal, pero la mayoría de los que aquí escribimos no vimos lo que pasó y por tanto no dar una opinión realmente objetiva.
Gracias

Anónimo dijo...

Pues yo mañana me pongo mi trajito de maga, cojo mi sombrerito y mi buen humor, y si la lluvia lo permite, me voy a la Romería de San José. A pasarlo bien!!!
Y al Jeray y la Omaita... que les zurzan!!

Anónimo dijo...

... y el árbol hay que enderezarlo de pequeño... ¿ quién le dirá a este Jeray que así no se llega lejos?.

Anónimo dijo...

¡Oiga usted que sabe si yo que he escrito ya no vi lo que sucedió?Y eso de la mayoría está por ver...
Primo, lo que está claro es que toda persona adulta es responsable de sus comportamientos...¿ ha respondido Yeray de alguna manera?.Pues a "el chico" no se le ha visto detalle alguno. Y a mi lo que me da que pensar es que haya personas resentidas con los que no piensan igual. ¿Me puede usted decir a qué inclinación política pertenecen los empujones? Un empujón es un empujón aquí y en Pekín. Y el que lo realiza lo hace sabiendo su actuar.
De momento como usted tampoco estuvo ¿ cómo podría contrastarlo?. No se crea nada, yo lo que si creo es que no creyendo se vive mejor.Esperaremos a estar todos presentes en los siguientes acontecimientos...

Anónimo dijo...

si alguien va caminando,y ees empujado por detras, el que empuja es el de detras, salga el sol por donde salga, asi que no hay duda: jeray es un posible violento y un posible maltratador potencial no a la violencia, aislamiento social a los violentos...

SIN PAPAS EN LA BOCA

PD: por cierto, gracias a mi buena crianza y mi buen apetito, me caben en la boca mas de 200 papitas, pero haran falta algunas más para hacerme callar, y no solo una persona, asi que no sean agarrados y por lo menos mandenme un saquito de papas de esas no?

PD2: no sean como las avestruces, que esconden la cabeza.... saquenlas para que les de el sol un poco mas...

Fidela Velázquez dijo...

Estimado primo:
Le puedo asegurar que yo no miento. Por eso, seguramente, no medraré nunca en política. Alguien allegado a Jeray, precisamente, me dijo en vísperas de las elecciones de 2007 "si hay que mentir, se miente", cuando yo le reprochaba a Manuel Reyes, en su presencia de mentir. No es mi estilo, pero parece que es lo que se estila entre los adláteres de AIS-CC.... Buenos maestros que han tenido.

Anónimo dijo...

Usted es boba y perdone el termino que uso, pero si al muchacho no lo pone en su sitio irá a más porque se cree que está haciendo algo correcto para agradar a su dueño el Sr Cacique D. Manuel Reyes. Dña Fidela no lo dude y denuncie a este muchacho para que consten faltas en su vida y luego se lo deberá pensar en el futuro porque los jueces no van a valorar si son familias o no, sino que se deben pagar las faltas que se cometan y si son con dinero mejor que eso es lo que les duele. Saludos

Anónimo dijo...

denuncia y orden de alejamiento, AISLAMIENTO SOCIAL A LOS QUE AGREDEN

Anónimo dijo...

POR FAVOR FIDELA NO HAGAS A ESE INDIVIDUO UN HOMBRE, POR QUE NO LO ES

Anónimo dijo...

A/A de Primo:

Soy una vecina de la Vera y te puedo decir que lo relatado por Doña Fidela es cierto porque yo estaba sentada justo en el muro que está pegado a la casa de José Antonio y tu dirás seguro que esta es alguien relacionado con el partido socialista, pues te sacaré de dudas no soy de ningún partido, pero si te diré que lo de Jeray fue hecho a posta y además fue muy grosero.

Anónimo dijo...

A la vecina de la vera no sea tan falsa que Jeray no fue grocero ni si quiera estaba solo pasoba en ese momento Sonia la consegalu y Calu para serbicios sociales

Fidela Velázquez dijo...

De nuevo al anónimo último, al que le he dedicado un comentario principal respecto a su anterior comentario (no publicado por injuriar e insultar).
NO ES CIERTO QUE PASARA NI CALU NI SONIA CUANDO EL INCIDENTE. ES DECIR, USTED QUE DICE HABERLO PRESENCIADO, AL AFIRMAR ESO, DEMUESTRA QUE MIENTE COMO UN BELLACO.