domingo, 5 de octubre de 2008

SOBRE EL FONDO DE LA CARTA DEL ALCALDE A DON JOSÉ RODRIGUEZ RAMÍREZ

Tengo que decir que sé que muchos de mis compañeros no van a entender este escrito. Entiendo, y hasta comparto, la saturación y el enfado que ha supuesto que mis compañeros en el Parlamento hayan condenado el tono inadmisible de la línea editorial del Día, por cuanto significa la defensa a ultranza de ideas naticonstitucionales y que rozan el ataque a los derechos humanos fundamentales. Mi total repulsa a esa utilización artera y miserable de un medio que goza de una elevada difusión precisamente porque muchas familias de esta isla somos lectores de ese medio desde hace décadas. Mi padre compraba todos los días un periódico: El Día. El decía que la prensa en su casa era como el café en la casa de mi abuelo: entraría mientras tuviera el duro (primero eran cuatro pesetas) en el bolsillo para comprarlo. No recuerdo cuando aprendí a leer. Fue alrededor de los tres años. No iba a la escuela(comencé a la escuela reglada a los ocho años), pero sí recuerdo quién me enseñó y cuál fue mi catón: me enseñó mi padre y mi catón fue El Día. Por eso me duele enormemente haberlo tenido que dejar de comprar, y percibir que he sido vetada en ese medio por parte de quien usa torticeramente el poder que le ha sido conferido por el pueblo, esto es, el alcalde, autor de la lamentable carta que comenté anteriormente.
Pero pese a que comparto el enfado de mis compañeros, de que he sido maltratada por El Día, como tantos otros políticos socialistas, en los últimos tiempos, pese a que sé que haría lo que muchos de mis compañeros me están pidiendo, y lo que desde la vehemencia me pide el cuerpo, no puedo hacerlo. No voy a presentar ninguna moción contra El Día en el ayuntamiento, como tampoco lo he hecho, teniendo razones, contra el canal innombrable durante todo este tiempo.
Intentaré explicar por qué no lo voya a hacer.
Los medios de comunicación, en su gran mayoría, tienen un prestigioso historial por su trascendente labor en pos de la libertad de expresión, su vocación de servicio a la comunidad, su constante aporte al fortalecimiento de la democracia y de la integración social. Algunos de esos medios trascienden los ámbitos de nuestro país, y es su misión, y la cumplen desde hace décadas, transmitir la imagen de un estado, donde, desde las distintas nacionalidades, se han alcanzado, con el concurso de todos y de todas, las más firmes convicciones y las más altas cotas de libertad y democracia de las que nunca antes habíamos disfrutado.
Los medios de comunicación son mucho más que entretenimiento e imaginación. Es servicio a la comunidad, libre intercambio de ideas y opiniones, participación ciudadana, información y sobre todo es símbolo de la libertad de expresión, piedra fundamental de todas las libertades.
En mi opinión, la libertad de expresión tiene una importancia capital en un sistema democrático. En realidad, la libertad que tiene cada ciudadano y cada ciudadana de emitir su opinión, la existencia de medios de comunicación múltiples, la libre emisión y transmisión del pensamiento, es decir la libertad de expresión es la gran diferencia entre democracia y dictadura.
En las democracias, los medios de comunicación fiscalizan con rotundidad al poder. La prensa, en ese caso, no actúa de juez, sino simplemente informa a los ciudadanos sobre la actuación de los que administran el poder en cualquiera de sus facetas (estado, administraciones públicas, instituciones…). Esa libertad de información se convierte en el más importante factor de equilibrio entre las instituciones y el ciudadano. Las personas que creemos en la democracia, sobre todo si estamos en algún cargo público, tenemos plena conciencia que estamos expuestos al escrutinio ciudadano y a la crítica. Sabemos que muchas veces, por razones puramente políticas, de forma espúrea, como me pasa a mí y a otras mujeres que somos cargos públicos en el norte con respecto al canal innombrable, esas críticas pueden ser sobredimensionadas e incluso, en el caso que refiero, injustas. En las ocasiones donde me insisten los que me quieren y se preocupan por mí, (que cada vez son más, sobre todo porque esos ataques me convierten en víctima de verdugos con nombre y apellidos, y el verdugo nunca es simpático), a que tome medidas judiciales contra esos ataques hechos desde la saña y el odio más absoluto, me gusta recordar la famosa frase de Voltaire “no estoy de acuerdo en lo que dices, pero daría mi vida por defender el derecho que tienes a decirlo”. Y así, un documento videográfico con un resumen de todos los ataques detallados de ese medio de comunicación hacia mí está bien guardado, sin ir al destino previsto por el que me facilitó el video, que era el juzgado. Salvo que, y será lo más probable, en el juicio que interpuso AIS-CC contra nosotros por decir que nos acosaban y que nos habían agredido muchas veces, haya de ser exhibido. Y no tengan ninguna duda de que lo será, para demostrar, en nuestra defensa, que los socialistas nunca hemos agredido, antes bien, hemos sido agredidos sistemática y meticulosamente por parte de medios de comunicación, entre otros, afines al grupo de gobierno.
La libertad de expresión no es algo que conceda el estado, es un derecho individual que pertenece a cada uno de los ciudadanos. Es una libertad que debemos cuidar todos los días, mantenerla con el respeto y el esfuerzo de todos y con el trabajo de periodistas y de medios de comunicación, por lo que la responsabilidad última es la propia deontología profesional del periodista y de los propietarios del medio, que son quienes marcan la línea editorial.Los gobernantes totalitarios de todo signo ideológico no toleran el disenso y la crítica, y de eso sabemos suficiente los que vivimos en una dictadura y luchamos con todas nuestras fuerzas contra ella. En efecto, el rasgo más característico de toda dictadura es su total desprecio a la opinión del ciudadano. Por ello cierran los medios de comunicación libres y persiguen al disidente. En este sentido, creo que para hablar de democracia no basta que se instaure un “gobierno del pueblo para el pueblo”. Una gobierno que represente a la mayoría, gobernando fuera de toda norma, eludiendo sus responsabilidades, atropellando derechos esenciales, proscribiendo la crítica, confundiendo la disidencia con la conspiración, aunque represente a la mayoría, está tan lejos de la democracia como el más típico despotismo unipersonal o el tirano más representativo. De eso sabemos, lamentablemente, mucho también en San Juan de la Rambla. En este sentido, la mejor manera que tienen los medios de comunicación para cuidar la libertad, es la honradez con la que se informa de los hechos, la responsabilidad con la que se interpreta y traslada esa información y el grado en que se respete el elevado profesionalismo y ética que ha de caracterizar el oficio periodístico. Es cierto que la prensa, al opinar, ha de ejercer su derecho de crítica a la clase política, pues si no lo hacen dejan a la sociedad indefensa. La crítica, es sana para la democracia, y tener una prensa independiente, que pueda opinar sin miedos y con responsabilidad, es un excelente mecanismo de fortalecimiento del proceso democrático. Por eso es tan delicado en el trabajo periodístico el lograr el equilibrio adecuado entre la libertad y la responsabilidad.
No hay democracias sanas ni ciudadanos y ciudadanas libres, donde no hay medios independientes. Una prensa independiente es un abono formidable para la democracia, un alimento que estimula nuestra evolución como sociedad. Pero los medios libres e independientes, también pueden caer presos de quienes pretenden socavar nuestro sistema democrático. De ahí la necesidad de cada vez más profesionales libres y responsables, la necesidad de cada vez más medios y más plurales. En palabras de Federico Mayor Zaragoza •”Los problemas de libertad se resuelven con más libertad”.
Como piedra angular de todas las libertades, la libertad de expresión debe ser preservada de todo aquello y de aquellos que intenten afectarla, porque la libertad de expresión es condición previa e indispensable para la democracia. Es el terreno en el cual puede desarrollarse todo proceso político para que se difundan, se intercambien y se confronten las diferentes ideas y opiniones para que, en definitiva, las soluciones surjan a través de la fuerza de las urnas y no de los autoritarismos. La libertad de expresión es lo que hace posible que prevalezca el debate sobre el combate, los argumentos sobre las balas, es decir la democracia sobre la dictadura y la paz sobre la guerra. La palabra, siempre la palabra, no como arma arrojadiza, sino como argumento. La palabra es el instrumento primordial que ha comunicado a los seres humanos desde sus orígenes. La palabra es un acto de libertad que ha sido constructor del desarrollo y el progreso de las sociedades desde tiempos pretéritos. La palabra es herramienta permanente para periodistas y medios de comunicación para difundir la libertad de pensamiento e información. La palabra es la artífice de nuestra civilización, y la palabra libre, la libertad de expresión, y la democracia son hermanas gemelas: nacen juntas, crecen juntas… pero también mueren juntas.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Naticonstitucionales? ¡Quiés es esa Nati? ¿ Y si es de Nati la Constitución quées tamos haciendo todos los demás ciudadanos alrededor de ella?.
¡Ríase y estrónchese de risa...!

Fidela Velázquez dijo...

¿Qué pasa? El que tiene boca (teclado) se equivoca... no sé si por teclear muy rápido o porque ya tengo mi edad... Vale, ahora lo cambio... espero que Nati me perdone....

Anónimo dijo...

Estimada Sra. Velázquez: Con uánta atención he leído sus palabras salidas de una pluma firma, auténtica y coherente.
Si todos los seres humanos respetáramos las libertades y las idividualidades que debieran existir en cualquir sociedad o núcleo por pequeño que fuera, no estaríamos sorriñando contínuamente para ver quien o quienes son los mejores.
El asunto se complica cuando existiendo una Constitución firmemente establecida, se sigue actuando bajo impunidades, a veces, hasta difíciles de establecer. Dado que siempre rayan la fina línea de lo legal.
Así las cosas, no me queda más remedio que decir que los dictodores vienen siendo los roedores del queso de Gruyere que tan sabroso es pero que tiene agujeros.
En este caso tengo la sensación de que los agujeros no se han hecho naturalmente, sino que a posta han habido y seguirán habiendo roedores que se coman el queso. Y el roedor no entiende de especialidades. Huele el queso y allá va a por él.¿ Qué hacer con la democracia que durante tantos años se ha impartido en las escuelas, se ha enseñado desde los más pequeños y se ha fomentado el ejercicio de las libertades?.
Cualquier vara joven es muy fácil de enderezar. Pero hablando de estos vetustos brezos viejos... no nos queda más remedio que seguir topándonos con ellos. Porque de otra manera ya les hubieran tirado de las orejas, o bien les hubieran puesto un buen cepo para cazarlos.Sobre todo a los que inclumplen constantemente con la legalidad o con nuestra Constitución.
Espero que sepa comprender mis palabras.
Le saluda atentamente
Un dominguero al frente de un ordenador.

Anónimo dijo...

Porfi, ¡no lo cambie Doña Fidela! Gracias a esto puedo evolucionar mi sentido del humor. No lo cambie... se lo agradecería...

Anónimo dijo...

Esta Nati viene de Natividad¡no?. A ver si nos trae suerte y nos brinda con un nuevo nacimiento constitucional para nuestro pueblo, que buena falta que le hace.
Nat, Nati... introdúcete a ver si estos dictadores aprenden de ti, que eres una mujer cercana desde siempre a nuestra Constitución.
¡Sorpréndeles y diles que desde ahora en adelante es Nati la que les va a dar lecciones de Constitución y democracia.
( A lo mejor te hacen caso y todo porque viene de una mujer experta en aspectos democráticos)
Un saludo ;-)))

Fidela Velázquez dijo...

A petición del respetable público, a quien tanto le debo y tanto le agradezco... he vuelto a cambiar "anticontitucional" y he puesto de nuevo "naticonstitucional"... Muy bueno lo de la natividad...

Fidela Velázquez dijo...

Obviamente, no lo vamos a decir. Voy a imitar a mi compañero Cayetano, y a usar una frase bíblica "que lo que hace tu mano izquierda no lo sepa la derecha". Ya lo verán cuando esos mismos ayuntamientos vayan implmentando algunas de las medidas propuestas por nosotros, que, para que no quede duda, vamos a ir publicando. Hoy empezamos. El registro municipal no nos permite mentir, porque las mociones están registradas desde agosto. Se puede hacer la fiesta sin nombrar al santo, pero una pistita: los ayuntamientos son de Tenerife, de Gran Canaria y de La Palma.

Anónimo dijo...

Rollo

Fidela Velázquez dijo...

Sí, anónimo de las 9.51. Las explicaciones suelen ser un rollo. Lo que no es un rollo son las mentiras, que suelen ser muy lineales, como cualquier mensaje publicitario. Cuando uno dice la verdad, suele poder explicarla, y a los que buscan simples mensajes publicitarios (no importa que sean mentiras) como que parece que le pasa a usted, la verdad le suele resultar un rollo.

Anónimo dijo...

¿No habrá querido decir este anónimo más bien "ROLLO AL DATO"?.Creo que se le crtó el roolo y no terminó de explicitarlo...
Pues anónimo más datos y menos rollo por parte de usted. A no ser que usted se enrolle bien y desenrolle la maraña en la que este pueblo está envuelto.
"Al pan,pan y al ROLLO; ROLLO".Y "De aquellos trapos estos ROLLOS". Figúrese usted lo que da de si su única palabra tan ENROLLADA.

Anónimo dijo...

A/a del anónimo de las 9:51.
Seguro que para tí es un rollo por que no eres una de las fa milias desfavorecidas o un empresario que lo está pasando fatal, o una peraona de la tercera edad ¿verdad?. Uno no puede escupir para arriba porque ya sabes lo que pasa ¿no?.

Anónimo dijo...

La Natividad se acerca, ¡¡Dimisión ya!!