lunes, 1 de abril de 2013

LA ESTRATEGIA DEL DESGOBIERNO DE AIS-CC-PP: MUCHO RUIDO, POCAS NUECES Y A PEOR LA MEJORÍA

¿Existe una estrategia de comunicación del actual desgobierno municipal? No lo sé, pero creo que sí. Lo cierto es que, si existe, coincide exactamente con la estrategia de comunicación de Rajoy, que sí que existe y que es una prácticaque se repite, convirtiéndose en un código de actuación recurrente. Y en ello están, con consignas emanadas desde los altos mandos del PP insulares, que creen que la táctica conveniente, en el caso de SJR, es no asumir riesgos de comunicación, aunque con ello se debilite -y gravemente- la credibilidad personal, la reputación y el liderazgo del que fue condidato en 2011 y que los dirigentes insulares del PP no se recatan en decir que no repetirá en 2015. Lo importante -pensarán- es mantener la intención de voto y la distancia con el PSOE, si no en SJR (rumores hay de candidato que en el pasado hizo de caballo de Troya en las juestes populares), en el resto de la isla, sobre todo en poblaciones grandes, donde el PP se juega su primacía. Y todo vale, aunque nos carguemos el presente y el futuro de SJR y anque nos llevemos por delante la confianza de la ciudadanía en la política y en los políticos, confianza que con el personaje de que hablamos al frente no dura más que un caramelo a la puerta de un colegio. Aunque para SJR, para la política y para la democracia sea un mal, lo que no es, para el PP, es un mal negocio. Ni que fueran bobos, ellos, acostumbrados a jugar con ventaja de trileros. Comida para hoy, hambre para mañana.
Mejor sin comunicación. Así ha sido estos dos meses después de presentarse la moción de censura en SJR.
Este es el decálogo por el que se han regido, al parecer:
1. No estar donde no me conviene, aunque deba. Si como representante del municipio quedo mal, a mi que se me da. Mientras espweran por mí (por nosotros, porque el segundo de a bordo ha hecho otro tanto de lo mismo) yo a lo mío, que suelen ser los saraos, las comilonas y la copa y el puro. La ropa, como el algodón, no engaña.
2. No decir lo que no me interese, aunque sea risible y no se crea por nadie.
 "¿Dije dinero?; ah, perdón, quería decir áreas”

3. No contestar preguntas, aunque pregunten, salvo en medios afines, donde me doy gusto (y vuelvo a quedar en ridículo y a hacer pasar por vergüenza ajena a mis vecinos).
4. No dar la cara, aunque toque. En el último temporal, de nuevo, los medios no encontraban a los ínclitos, mientras el resto de alcaldes inofrmaron puntualmente de lo que pasaba en sus municipios.
5. No dar una rueda de prensa, si se puede dar una nota de prensa. Y cuando no, se filtra interesadamente noticias calumniosas, como la factura de la esquela de mi madre.
6. No ceñirse al orden del Día en los Plenos, hablando de lo que no toca, y eludiendo dar explicaciones sobre su escandalosa conducta, como en el Pleno extraordinario sobre sus declaraciones.
7. No creer en la comunicación participativa, aunque se necesite. Ahí está, detenido, el reglamento de Participación ciudadana, sin porcederse a su definitiva insersión en el BOP, ahí está el precinto de la radio, ahí está el cambio de los plenos a por la mañana. La participación no interesa, porque pueden surgir situaciones comprometidas..
8. No responder a las preguntas en los lugares preceptivos (plenos, negativa permanente al debate)
9. No hablar desde el ayuntamiento, si se puede hacer desde los medios calumniosos y tendenciosos, en definitiva, medios intoxicadores (olvidándose de cuando los mismos medios lo ponían tibio)
10. No dejar pasar una oportunidad, aunque tenga que forzarla. Apropiación de eventos, actos y obras proyectadas por otros, firma de convenios en público con entidades privadas, vigilancia de "aradas" en huertas etc... además de eventos y saraos variados, que es lo único que se ha visualizado de su "austera" gestión.

En fin. Mucho ruido, pocas nueces y a peor la mejoría

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