DETERIORAR LA IMAGEN DEL ALCALDE

Me acusó el alcalde de intentar deteriorar su imagen.
Mire, don Manuel. Su imagen ya la tiene usted lo suficientemente deteriorada como para que yo le haga mella alguna.
Políticamente usted la deterioró cuando comenzó a actuar con prepotencia, desoyendo los buenos consejos, y buscando asesoramiento en lo peor de sus ediles, de cada casa, y contratando para personal de confianza a los más fracasados entre todas las personas y profesionales, seguramente para garantizarse, de nuevo, a cambio de un sueldito o sueldazo, fidelidades perrunas.
La deterioró cuando usted actuó como un mal alcalde, promoviendo con sus acciones la división del pueblo, haciendo lo que nunca ningún buen rector de ninguna institución hace: enfrentando, en lugar de unir.
La ha deteriorado cuando ha actuado de manera vengativa, dividiendo el pueblo en dos sectores: los que usted clasifica como sus amigos y los que clasifica como sus enemigos, y abusando de su autoridad y vengándose de éstos últimos.
La ha deteriorado haciendo inverosímil su exigua mayoría electoral, porque la contaminó (seguramente si no hubiera sido así, no hubiera ganado) con coacciones para el voto, cambiazos múltiples, dádivas pre y post electorales para garantizarse el apoyo, campañas sucias y, lo que es más grave, empadronamientos ficticios de personas que no conocían ni el pueblo.
La ha deteriorado yendo en múltiples ocasiones, como reconoció en el Pleno, a los tribunales por querellas criminales, siendo más reconocido en los juzgados que en las instituciones donde ha de defender el pueblo.
La ha deteriorado por su mal comportamiento cuando se enfada y visita alguna de esas Instituciones, donde es recordado por los funcionarios de turno como el bruto que vocifera y da puñetazos sobre la mesa.
La ha deteriorado cada vez que sale a un medio de comunicación como un sátrapa, culpando a los socialistas de todo, insultándonos y descalificándonos, al igual que hizo en el Pleno, que repartió las culpas de su chalecito por igual entre su mujer (¡qué poca hombría!) y los socialistas, como si nosotros le hubiéramos pagado y edificado el famoso chalet, bodega subterránea incluida (a lo mejor le llegará a tocar el turno de culpas a los empleados municipales que le trabajaron en él, y llegará a decir que usted no lo hizo con sus manos, sino que se lo hicieron estos empleados municipales en prueba de gratitud por su actitud magnánima para con ellos).
La ha deteriorado al usar los medios y el personal del ayuntamiento para su uso y provecho particular, como reconoció en el Pleno y es vox populi, lo que ha contribuido a su enriquecimiento personal.
Así que no se puede deteriorar más lo que ya está muy deteriorado.
Pero, como comprenderá, tampoco pretenda que los socialistas lo apuntalemos, lo remendemos, le demos una manita de pintura y lo dejemos como nuevo.
Es decir, que si usted, que se ha confesado en público y en privado, admirador de los dictadores, actúa como un sátrapa en el Pleno, los socialistas no le deterioramos nada. Usted solito se deteriora. Y es su decisión, porque ya está mayorcito. Bueno, es su decisión si Marquitos le da permiso. Que cuanto más deteriora su imagen, más posibilidades cree que tiene de sucederle. Ése es el quid de la cuestión.