El PP va a tener el dudoso honor
de contribuir a empeorar la enseñanza de las Matemáticas. ¿No lo habían
pensado? Pues va a ser así. Todos los estudios sobre aprendizaje apuntan a que aprender música desarrolla la atención,
la concentración, la memoria, la tolerancia, el autocontrol y la sensibilidad. También
desarrolla los valores estéticos y contribuye al desarrollo intelectual,
afectivo, psicomotor físico y neurológico de los alumnos. Pero además, y muy
especialmente, favorece el aprendizaje de las matemáticas, entre otras
materias. Concretamente, el director de
la Escuela de Música de Providence (Rhode Island, EE.UU); Martin S. Gardiner, hace
unos años, publicó un significativo artículo en El País (http://elpais.com/diario/1996/06/04/sociedad/833839228_850215.html)
en el que afirmaba que una educación musical y artística especialmente diseñada
puede contribuir a mejoras espectaculares en otros campos de aprendizaje, por
ejemplo, la lectura, y más concretamente las matemáticas. En este artículo que
publicaba El País, cuentan como en este experimento con niños de entre 5 y 7
años y en solo 7 meses aquellos alumnos que habían tenido malos resultados en
la etapa preescolar y habían estado aprendiendo música, lograban igualar la
capacidad de lectura de los más aventajados y mejoraron su actitud y
comportamiento y lo más sorprendente de todo lograban superarles en
matemáticas. La neurofisiología establece que la música es un ejercicio en el
que participa todo el cerebro… involucra, de manera admirable, a todos los
elementos de nuestra mente y hace trabajar de manera integrada los hemisferios
izquierdo y derecho; eso requiere poner en íntima coordinación la lógica y de
la razón, pero también de los sentimientos. Está demostrado que la música, en
su acción sobre el cerebro infantil, provoca una activación de la corteza
cerebral, específicamente las zonas frontal y occipital, implicadas en el
procesamiento espaciotemporal. Los electroencefalogramas han demostrado,
asimismo que la música origina una actividad eléctrica cerebral tipo alfa,
actividad cerebral que se traduce en el aumento en la capacidad de memoria,
atención y concentración y la mejora de la
habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos, entre
otras muchas cosas.
Ya nuestro sistema educativo se
ha caracterizado, salvo paréntesis más o menos gloriosos, por no ser generoso
con las enseñanzas musicales. Pero lo que vamos a presenciar en breve, con la
desaparición de la música de la Primaria, es el mayor atentado al aprendizaje
que yo recuerde. Porque el PP no se carga la música solamente: hace desaparecer
uno de los lenguajes que se aprenden en la formación básica, impide fortalecer
los aprendizajes, el trabajo colectivo y coordinado, impide el desarrollo de la
creatividad y la imaginación infantil, y por sus características, deja de estimular el aprendizaje sensorial y la
evocación de recuerdos e imágenes con las que se enriquece el intelecto. Es
decir, impide la estimulación del desarrollo integral del niño, porque la
música actúa sobre todas las áreas del desarrollo. Pero, sobre todo, y para que
lo entiendan los que sólo valoran los aprendizajes tradicionales (sí, ustedes
los del PP) se carga de un plumazo la posibilidad de la mejora y la excelencia
en mi área: las Matemáticas. Y yo no se lo voy a perdonar. Y espero que la
sociedad española, tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario