martes, 21 de agosto de 2018

RAZONES PARA UNA NEGATIVA A LOS E-SPORTS EN LA ESCUELA. 1.- LA RAZÓN SOCIOLÓGICA



RAZONES PARA UNA NEGATIVA A LOS E-SPORTS EN LA ESCUELA.
1.- LA RAZÓN SOCIOLÓGICA
En la década de los 80, cursando Ciencias de la Educación, traduje y trabajé artículos y capítulos de libros del gran sociólogo americano Michael Apple, quien desde una perspectiva de izquierda, advertía de las influencias ideológicas, políticas y económicas dentro del currículo escolar en todas sus variantes. La escuela no es neutra, decía, y ya de por sí reproduce el orden social establecido a través de los saberes y de los propios agentes educativos, advirtiendo de paso de que los nuevos materiales que llegaban a la escuela estaban introduciéndose en forma de deseables paquetes didácticos (materiales complementarios, software didáctico etc) sin tener una base crítica escolar que pudiera analizar la bondad de esos materiales antes de tomar decisiones. En aquel momento traducía y comentaba las teorías de Apple con cierto escepticismo, incluso procedente de que la universalización del uso de la informática aún estaba por llegar a nuestro país y las influencias y presiones para el uso de esos nuevos paquetes didácticos no eran en absoluto evidentes. Pero ya llegó. De entrada, las NNTTII y las Tecnologías de la información, que son valores evidentes que nadie se atrevería a cuestionar, son formas importantes de inequidad en la escuela actual. No se trata de su mero uso, se trata de que los niveles superiores de desarrollo de esa tecnología rara vez son accesibles a los estratos más vulnerables de la sociedad. Esto, que es una verdad aceptada por todos los docentes, es minimizada por los profesores en su programación, dando alternativas para que los alumnos con dificultades puedan llegar a la meta sin que la tecnología sea un obstáculo. Auténticos maestros que generan los espacios más igualitarios de la sociedad dentro de la escuela, y que se resisten a base de programaciones creativas e ingeniosas a esa presión continuada social y económica desde unas escuelas cuyos medios tecnológicos, los únicos al alcance de toda la población, son manifiestamente mejorables. No ha sido la administración educativa canaria precisamente ejemplar en compensar desde la escuela esas desigualdades: pocas aulas específicas, aulas convencionales no adaptadas y redes insuficientes son algunos de los problemas con los que el profesorado tiene que enfrentarse diariamente. Así las cosas, la Consejería de Educación se descuelga con una propuesta, aparentemente moderna, interesante y muy novedosa,  que ocupa el tiempo escolar en adiestrar a los alumnos en un nuevo aprendizaje, que para ser más interesante llaman deporte: los e-sports. Es decir, en la toma de decisiones de la Consejería, las actividades extraescolares dejan de tener importancia desde el punto de vista de la cultura como experiencia vivida, desarrollada e incorporada a la vida cotidiana (trabajos de investigación y de campo en el propio entorno y en otros, mediante el desarrollo de algún aspecto del método científico), tal como la suelen desarrollar los profesores cuando ocupan con sus trabajos el tiempo extraescolar de los alumnos. Y nuestra administración educativa cree que este modelo ha de dejar paso a la cultura entendida como producto o mercancía de consumo (no en balde este modelo está auspiciado por una empresa de telecomunicaciones, dejando claro el interés comercial del invento), con lo cual la escuela se pone al servicio de unos intereses comerciales, que ve los cielos abiertos con el acceso a una población amplia, donde hacer crecer a los consumidores de sus productos. De paso, con esta decisión “desde arriba” el profesorado pierde el control sobre una parte importante de los currículos educativos, con paquetes cuyo diseño y control viene determinado desde fuera y sin vinculación aparente con los Proyectos de los centros e, incluso, con el modelo de centro del que el profesorado se ha dotado.
Creo que las razones esgrimidas son de peso suficiente para el NO  a este invento. Pero hay más razones. Las desgranaré en otras entradas.


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