sábado, 16 de agosto de 2008

PACO PINTO



Paco Pinto es el concejal encargado de protocolo del Ayuntamiento de Candelaria. Llevo 6 ediciones de celebraciones del Día de la Patrona viéndolo manejar una situación harto compleja: Recepción de autoridades en el Ayuntamiento, procesión cívico-militar desde el Ayuntamiento hasta la Basílica, con el pendón de la Villa al frente, parada militar delante de la Basílica, con representación real, ceremonia religiosa en la Basílica (con multitud de autoridades y acompañantes de autoridades a sentar, los militares suelen llevar a sus esposas), procesión cívico-militar-religiosa alrededor de la plaza, llegada de la Virgen y exhibición pirotécnica delante de la Basílica, y por último, procesión cívico-militar de nuevo hasta el Ayuntamiento, para devolver el pendón y recepción de despedida.
La comitiva es complicada. Lleva, espero no olvidarme de nada, representación real, representación del Gobierno de España, representación del Parlamento de España, representación del Gobierno de Canarias y parlamentaria de Canarias, representación del gobierno insular (Cabildo), representación del Ayuntamiento anfitrión, el de Candelaria, representación de los ayuntamientos de Canarias, cuerpo consular (suelen acudir muchos) y representación de otros organismos (Cruz Roja, CITs...). Además, lleva guardia de honor y maceros, y toda la ceremonia es retransmitida por diversos medios de comunicación, a los que hay que atender.
Supónganse el trabajo de organizar todo esto. Paco corre de un lado para otro, y cuando se cerciora de que todos estamos sentados en la basílica correctamente, se sienta, supongo que por primera vez en todo el día (creo que por primera vez desde el día anterior, en que es la ofrenda y la parafernalia cambia, con lo que se complica más si cabe) en su lugar de concejal. Por cierto, la procesión del día anterior es multitudinaria, y nunca he recibido un empujón, salvo algún roce fortuito. Más bien he protegido, que también sirve para eso, en la fila de autoridades, a alguna persona ¡descalza!, para que allí, al lado mío, no le pisen los pies destrozados tras kilómetros de recorrido. Paco, cuando comienza la procesión, vuelve a levantarse y cuando llega a la recepción, suele estar desfallecido pero feliz de haber superado, de nuevo, el reto. Pero no descansa. Se preocupa de que cada persona esté atendida y tiene siempre unas palabras para cada uno, emparejando incluso a quienes están más aislados.

Ahora, tras ver como se organizan los actos en mi pueblo, que no es tan pequeño (el 75% de los pueblos de España son más pequeños) valoro más a Paco, y a todos los Pacos Pinto de la isla.

Ya lo he dicho públicamente, una vez, en un artículo de opinión, hablando de Manolo Pío, responsable de protocolo del Ayuntamiento de Santa Cruz, un personaje impecable en los actos, un funcionario magnífico que ha convertido en protocolo de Santa Cruz en un modelo donde mirarse. Pero hablaba a la sazón también de los otros (Natalia y Harold, en el Cabildo, María del Pino en ¡Arico!, que lo hacía magnificamente y de la que tanto aprendo con sus artículos de opinión de los lunes, en su momento Frsno, que pasó del Cabildo al Parlamento y luego los políticos se fijaron en él y dejaron un vacío imborrable en el protocolo de la isla, Ramón en Icod...), es decir, de tantos y tantos Pacos Pintos que hay regados por nuestra geografía. Los jefes de Protocolo, sean de oficio, funcionarios, o concejales, son los responsables de la imagen de los municipios y de las instituciones. Y los que he mencionado han elevado los de su competencia, haciéndolos engrandecer y haciéndonos sentir orgullosos de ser canarios, tinerfeños, visitantes de tal o cual municipio, y de dar, o recibir, una imagen de civilización y de respeto.
Procesiones y actos impecables, para mayor esplendor del propio municipio, y he participado en muchos de municipios distintos, aparte de los mencionados... Arafo, Güimar, el Rosario, Granadilla, Arona, Adeje, Guía, Buenavista, Los Silos, Los Realejos, La Orotava, el Puerto, Santa Úrsula, donde incluso llegué a ser mantenedora de las fiestas de La Corujera, La Victoria, La Matanza, Tegueste, y, por supuesto, La Laguna y Santa Cruz. Un trato exquisito, fuese cual fuese el color político del gobernante de turno.

Por eso me puedo quejar. Y decir que cualquier parecido de Calu, nuestra responsable de protocolo, con Paco Pinto, es mera coincidencia. Calu ha conseguido dejar al municipio, en materia de comportamiento institucional, a la cola de la isla y a la altura del betún. Y nuestros ciudadanos no se merecen esto. Aparte de los revienta-procesiones (Una de las últimas, en San Juan, uno de ellos custodiaba ¡a Calu!) no entiendo ni entenderé jamás cómo Viti, mi compañero, hubo de jurar la Constitución desde su sitio y sin Constitución. Será que no hay un ejemplar de la Constitución en el Ayuntamiento. Les podría prestar el PSOE alguna de las varias que tenemos en la sede. Ironía aparte, si es verdad que a Salvador, el insultador mayor del reino, le van a dar la competencia de protocolo, apaga y vámonos.

¡Arreglen eso, cristianos, que se nos va el prestigio del pueblo! Porque el de ustedes, son ustedes los que lo tienen que salvar y, hasta ahora, se lo han cargado, si lo tenían, en materia protocolaria....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho ver por la TV a Fidela representándonos. Seguramente no va nadie del grupo de gobierno a Candelaria:
a) porque harían el ridículo
b) porque Manolo no acepta órdenes, y a los jefes de protocolo los obedece hasta el Rey
Así que, para los que dicen que por qué no va nadie del grupo de gobierno, cristianos, ¡mejor que no vayan!

Anónimo dijo...

Dña. Fidela, creo que Calu debería asistir a unas clases intensivas de protocolo, y si en su defecto las ha recibido; tal vez tenga que desempolvar de nuevo sus apuntes a ver si coge algo. Por otro lado, si de lo que se trata, en materia de concejalas, es de lucir vestimenta, zapatos y pamelas; entonces entiendo que a Calu no le interese poner en práctica un buen protocolo. En realidad ella estará más pendiente de lucir sus modelos frente a los demás, que practicar y hacer que los demás practiquen el ejercicio del protocolo.
En realidad pienso que muchos-as personas tienen un pensamiento un tanto equivocado en cuanto a ejercer de concejal-a. Se`piensa mucha gente que es un "carguito" que ennoblece a los que lo llevan. Pero ese "carguito" ennoblece a quien bien lo ejercite.De ahí ese lucimiento casi contínuo y hacia el exterior como si de pasarelas se tratara en procesiones,algún que otro acto cultural y actos religiosos. Desde luego pienso que el protocolo no me permite a mi ir en cholas o esclavas a cualquiera de estos actos, o en chándal o bermudas.Igual que no voy con esmoquin al monte, por poderlo hacer, se podría.Pero sería una falta de respeto a los demás, a mí mismo y a ese protocolo que menos mal que existe.Cada cosa en su lugar, así la casa está más ordenada...
Sin embargo, tampoco me permitiría que yo ocupara el puesto que debe ocupar el alcalde o cualquiera de sus concejales, fuera del color que fuera.Creo que cada persona tiene a su vez su lugar.Esto también es democracia.Dicho esto, me permito decirle a Doña Calu, ahora le pongo el Doña porque me gustaría que de una vez ejeciera con seriedad lo que le compete y a lo que se ha comprometido;y que se plantee ir viendo la posibilidad de llegar a acuerdos con los demás miembros de su equipo. Siempre y cuando éstos les permita escucharla, y llegar a entablar una conversación democrática para bien del pueblo y de su progreso.Algún día Doña Calu,es posible, que alguien la recuerde porque intentó mejorar las condiciones de su municipio queriendo cambiar un poco lo que se hace mal, y con ello tal vez usted se gane su cargo como es debido al tiempo que la ennoblecerá.Es un simple pensamiento que he tenido.