jueves, 5 de febrero de 2009

SINVERGÜENZAS

Sinvergüenzas. Vuelven a la carga. No resuelven ni uno solo de los problemas que tiene la juventud del pueblo, sino que se dedican a dispararme a mí cuando esa juventud tiene algún problema que ellos, los desgobernantes, no han sabido prevenir. Porque eso hace un buen gobernante: prevenir. Y mi escrito del momento, con el muchacho con la cara magullada al lado mio esperando a que viniera a hacerse cargo de él su madre, acusaba a estos desgobernantes y sus amigos, a los Jerays y las Sairanacs y los Salvadores, de dar mal ejemplo.
Al muchacho yo no lo conocía. Pero nadie lo auxilió y cuando bajaba caminando hacia San Juan para coger la guagua para Santa Cruz, vió la sede del partido abierta y entró buscando un teléfono desde donde telefonear a su madre. Ese fue todo mi contacto con el joven, al que no conozco ni he vuelto a ver. La madre lo recogió en la puerta de la sede y no intercambié con ella más que un saludo. A su padre no lo conozco, por lo que poco pude haber instigado yo ninguna denuncia. Antes bien, si hubiese sabido quienes eran, hubiese, como siempre, actuado para una salida fuera del contexto judicial. Cosa, por otro lado, que pudo haber sido procurada por nuestros desgobernantes, que han mirado durante todo este tiempo para otro lado, sabiendo que esta situación se iba a producir,y que lo único que hacen, como siempre, es acusar a Fidela de todo, aprovechar cualquier cosa, agravarla con su inacción y luego acusarme a mí porque he avisado. Pues vaya por Dios.
Ni siquiera permití que me dijeran los nombres de los chicos del pueblo involucrados porque para qué. No tenía ninguna vía de resolver la situación, y me temía que se iba a producir lo que se acaba de producir: que usaran el incidente para acusarme a mí. Lo advertí en el mismo escrito. Léanlo y verán que lo preveía. Y ya lo ven. No es que yo sea zahorí, sino que son tan previsibles que no pueden sorprender. Mentirosos, sinvergüenzas, desnaturalizados, que aprovechan hasta este incidente, quye es deplorable, para culparme no sé de qué. Ellos, con todos los medios de que dispone el ayuntamiento, culpan a quien advierte. Pues qué bien. O más bien, pues qué mal. Incluso pensé en ponerme a disposición de las familias para ayudarlas en lo que necesitaran. Pero se hubiese, de nuevo, malinterpretado. Aunque todos saben que estoy aquí y ayudo y ayudaré a quienes lo necesiten. No será el primero ni el último. Ahora, lo único que hago, para evitar que mientan, es publicar de nuevo el escrito. No me escondo, y lo suscribo de nuevo, porque a quien acuso sigue siendo culpable: el grupo de gobierno. Que además, es tan cobarde que miente o manda a mentir.

Y yo les digo desde aquí que todo no vale. Porque todos los padres y todas las madres quieren que sus hijos tengan buenos ejemplos. Y ellos, los desgobernantes, no los dan. Y cuando una, dentro de su papel de madre y de educadora, pide cuentas, porque los menores son los menos responsables de todo, y los padres y madres, desde sus casas, menos aún, estos personajes, que no merecen el puesto que ocupan, disparan diciendo que yo acusé. Y éste es el escrito en el que ellos dicen que yo acusé. En aquel momento yo lo vi venir. El padre del chico, abogado. Y el chico tenía señales de golpes de la pelea. Y la pelea la pudo parar Marcos. Y no la paró. Siguió alternando en la barra del bar. Pudo mediar con el chico. Y no lo hizo. Aquello pudo pararse en agosto. Nadie hizo nada. Pese a que el grupo de desgobiertno entra cada dia en este blog. Y tuvo constancia a través de la policía. Dejó que las cosas llegaran al juzgado. Lo que escribí en agosto lo suscribo hoy. No se puede mirar para otro lado cuando se trata de jóvenes a los que hay que proteger. Y yo acusaba, y acuso, a los desgobernantes y su corte, de ser un mal ejemplo. Jeray, presidente de las juventudes de AIS-CC me ha agredido al menos tres veces. Pasando por arriba de cualquier criterio ético, de respeto, de consideración, tanto como ser humano como por la edad y por lo que represento. No ha importado. Él, a agredir, a acosar, a amenazar. No sé si de motu propio o porque lo mandan. Y es el que representa a los jóvenes de AIS del pueblo. Y ahora este jovenzuelo es el que difunde las insidias de que yo soy la que denuncié. Yo no he denunciado a nadie, y alguna madre lo sabe. Sólo denuncio, como es mi obligación, a los desgobernantes que no cumplen con su deber de tutelar a los jóvenes, que es como decir tutelar el futuro del pueblo. Mal nos va si los padres creen las mentiras que propagan esto personajes malvados, retorcidos, si llegan a creer que yo he dicho algo más allá que lo que dije en agosto, que reproduzco a continuación. Nos va mal. Muy mal. Las agresiones sobran y todos los adultos debíamos estar unidos como piñas ante conductas violentas de las que nada bueno pueden aprender nuestros hijos. la violencia engendra violencia y, tarde o temprano, todos vamos a ser víctimas de esta inacción de quienes deben garantizar un ocio sano y mejores ideales a nuestros jóvenes. Y también sobran los personajes como Jeray, que de los mayores de su partido sólo ha aprendido las maldades y que, en su organización juvenil, destilará exactamente lo que reporduce con sus comportamientos. Qué pena. Aunque por mi profesión tengo paciencia casi infinita, con este muchacho ya se me está acabando la paciencia. Qué pena.


LA COBARDIA DEL GRUPO DE DESGOBIERNO ENGENDRA VIOLENCIA

El domingo por la tarde hubo una agresión a un menor en el pueblo. El menor era de fuera, de Santa Cruz. Paseaba con su noviecita, una jovencita de nuestro pueblo, cuando se vió involucrado en una discusión tonta y un grupo de jóvenes de nuestro pueblo le agredió brutalmente.
La familia del joven (creo que su padre es abogado) cursó la correspondiente denuncia a las fuerzas de seguridad, denuncia que seguirá, posiblemente, adelante, porque las consecuencias han sido de lesiones de cierta envergadura, por lo que pude yo observar el propio domingo por la tarde, que vi la cara del joven, magullada, hinchada y ennegrecida.
Siento mucho el hecho y las lesiones del joven, pero también lo siento por los agresores, alguno de los cuales conozco, e incluso le he dado clases. Y sobre todo por sus padres, que sin comérselo ni bebérselo, se han encontrado con este paquete. Porque los padres, sea cual sea su ideología, al igual que cualquier persona bien nacida, quieren siempre que sus hijos se comporten como personas de bien. Como, por otro lado, son todos nuestros vecinos.

¿Qué está pasando? ¿Quién tiene la culpa?

Yo acuso, desde aquí, a unos responsables políticos que en este momento son un mal ejemplo para nuestra juventud. Unos responsables políticos que instigan a sus jóvenes seguidores a que agredan a los demás, si piensan distinto o si son distintos (por ejemplo, ser de fuera, como me han acusado a mi misma, en el colmo del pensamiento y la conducta xenófoba. Pero luego se esconden cobardemente, sin dar cuenta de las consecuencias de sus acciones y del odio que le inoculan a la juventud a la que arengan).

Yo acuso a esos mismos responsables políticos y/o a sus asesores, que incitan a esos jóvenes a que se resistan a la autoridad (académica, policial...), sobre todo si lo hacen para servir a sus intereses, generando el caldo de cultivo de que todo vale si me sirve a mí para dirigir cobardemente a distancia el ataque contra mis enemigos, y que si eres amigo mío y haces las fechorías a las que te animo, vas a quedar impune.

Yo acuso a los responsables políticos que sesgan sus propias decisiones, castigando a los que no están con ellos o que adoptan una postura tibia, y premiando a aquellos que, obedeciendo a sus consignas, hacen maldades a otros para que ellos se queden tranquilos con su poder y sin dar la cara.

Yo acuso a quienes sancionan, o no, las conductas punibles según el color político de quien las comete.

Yo acuso a los responsables políticos que mandan a empleados públicos a cometer acciones que son potenciales delitos penales, dejándolos luego en la estacada.

Yo acuso a los responsables políticos de cobardía y bajeza moral y política, que ocultan sus fechorías mandando a otros, infelices, que no pueden decidir con libertad porque están lastrados, muchas veces, por el mandato del salario.

Yo acuso al concejal que, durante los hechos del domingo, estaba y se quedó bebiendo en el quiosco de la plaza y no intervino ni antes, ni durante, ni después del episodio, habiéndolo hecho, en cambio, los vecinos que participaban en la comida de la fiesta.

Yo acuso a ese mismo concejal, violento donde los haya, por constituir por sí mismo un pésimo ejemplo personal y humano para todos los jóvenes de este pueblo, que al final son los que se han visto involucrados en un hecho que es el colofón del mal hacer del grupo de desgobierno que él preside en más ocasiones de las que debía, por dejación del alcalde.

Yo acuso a esos mismos gobernantes, en fin, de ver como una parte de la juventud de este pueblo va a la deriva, sin hacer nada por ayudarles a hacerse buenos ciudadanos, como es su deber de gobernantes, y como también es la esperanza de sus padres y de los que creemos en el poder de la educación.

Yo acepto, en este momento, todos los insultos que me han propinado, porque eso no es nada respecto a lo que está pasando. Efectivamente, don Marcos y su "claque", se lo acepto, porque ahora que ustedes me insulten es lo menos importante:

Les acepto que yo soy "moralina" (¿Verdad Jeray?), que no sirvo ni para conserje de un colegio, (¿Verdad Jeray?), que soy "reprimida" (¿Verdad Sairanac?), ... y que estoy loca y muchas más cosas (¿Verdad Salvador?).
Soy, si ustedes quieren, todo eso y más, según ustedes y los medios de comunicación que sirven a sus intereses, pagados con dinero que es de todos (también mío, es decir, pago mis impuestos para que se contrate a quien me insulta, ya es desfachatez del grupo de desgobierno).
Eso ahora no importa. Ahora importan ellos, nuestros jóvenes, su futuro y hacia dónde les conducen ustedes y hacia dónde yo y muchas personas como yo creemos que no deben ir, por más que me llamen moralina, reprimida, loca y otras lindezas.

Porque mientras a ustedes les da lo mismo lo ocurrido el domingo y otros días en que se ha reflejado en la conducta de muchos jóvenes el mal gobierno a que ustedes han sometido al pueblo, yo, en cambio, hoy, estoy profundamente triste.

Y hoy estoy profundamente triste escribiendo esto, porque no es éste el comportamiento de mis jóvenes, no es el de mis vecinos, no es el de mi pueblo, noble donde los haya. Y a causa del mal ejemplo y la instigación o la inhibición de ustedes, desgobernantes, ahora estos jóvenes se encuentran con un problemón, el pueblo queda con su imagen dañada y los padres se enfrentan a una situación de la que no han sido arte ni parte.

Y ellos, los desgobernantes que han producido este caldo de cultivo, cobardemente escondidos.

Si tuvieran vergüenza, ante la incapacidad de gobernar como es debido este municipio, cada vez más deteriorado, dimitirían.

Pero ahora yo no acuso. Sólo apelo, como en alguna otra ocasión, con tristeza y desesperanzada, a los concejales, a algún concejal que tenga un poco de dignidad, que tenga hijos y que los esté educando en este pueblo, a que recapacite y piense si esto es lo que quiere para esos hijos. No piensen en los hijos de los demás, sino en sus propios hjos. Tal vez así se les abra la mente y tomen alguna decisión que salve no sólo al pueblo, sino a su propia dignidad, presente y futura.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero que personas con dos dedos de frente le hace caso a estos dos personajes como Jeray y Sairanac? el primero mentirosos compulsivo y la segunda es capaz de hacer cualquier cosa para ser protagonista como por ejemplo agredir a vecinos honrados y trabajadores. Yo creo que la gente de mi pueblo son lo sufiente inteligentes para saber distinguir entre personas serias y los chafalmejas que quieren ir de personajes y en el fondo no son nada.

Anónimo dijo...

Felicidades por la página renovada psoesanjuandelarambla.es.Ahora es mucho más atractiva e interesante.Ánimo y adelante.

Anónimo dijo...

¿hay alguna posibilidad que la playa de las aguas comience en este mandato?. ¡Alguien puede informar sobre esto!

Anónimo dijo...

Esta lacra de personajillos y personajillas que merodean por nuetro pueblo no se merecen sino un desprecio que ya se darán cuenta más de uno. Los que le hacen caso a estos delincuentes (porque eso es lo que son DELINCUENTES) no son más que unos ignorantes que prestan servicios a los cachorrillos y los grandes DELINCUENTES desgobernantes de este pueblo son los culpables de que esto pase aquí en nuestro humilde pueblo.