martes, 26 de mayo de 2009

EUROPA, LA ECONOMÍA, EL EMPLEO Y LA SUPERACIÓN DE LA CRISIS II


Miedo nos da que la Europa de la derecha sustituya a la Europa de los derechos.



Para saber a qué atenernos, es bueno que reflexionemos sobre la pregunta: ¿Qué ha hecho el PP respecto a la economía, el empleo y la superación de la crisis?

En Europa


• Han promovido la liberalización de los mercados, considerando el mercado laboral como uno más, sin tener en cuenta que en este caso la mercancía es el trabajo de las personas.


• Los conservadores han mantenido posiciones económicas liberales que han contribuido a la actual crisis, confiando plenamente en mercados financieros autorregulados y resistiéndose al establecimiento de un mecanismo europeo de supervisión financiera. Sólo ante el agravamiento de la crisis, han reconsiderado sus posiciones.


• Han defendido la flexibilización y desregulación del mercado de trabajo socavando los derechos y promoviendo la desprotección social de los trabajadores y se han mostrado a favor de la dimensión individual del derecho del trabajo.


• Representan los intereses de las grandes compañías en detrimento de los derechos de PYMES y consumidores. Han defendido una reforma del sector de seguros que rebajaba la protección de los consumidores, eran reticentes al establecimiento de mecanismos que facilitasen la defensa de PYMES y consumidores frente a conductas que vulneran la competencia, y se han mostrado a favor de la contratación flexible y los despidos fáciles, reduciendo la protección social de los trabajadores.


• No fomentan una verdadera Europa Social ya que no promueven una Agenda Social Renovada más ambiciosa.


• Tienden a despreciar cualquier esfuerzo armonizador, el refuerzo del multilateralismo y la cooperación en materia económica en el ámbito internacional.



En España


• El PP lleva cinco años realizando una oposición destructiva, alarmista e irresponsable, agravada este último año por su aprovechamiento partidista de la crisis, sin proponer ideas ni colaborar con el Gobierno, lo que perjudica gravemente a la economía y el empleo españoles y, por lo tanto, a nuestra ciudadanía.


• El PP ha criticado el papel del Gobierno en la escena económica y financiera internacional, sin reconocer el gran éxito de nuestra incorporación al G-20 y al futuro Consejo de Estabilidad Financiera, que pone fin a la política exterior favorable al unilateralismo y la confrontación practicada por los populares mientras estuvieron en el poder.


• Ante la crisis, ha presentado 12 propuestas de reforma estructural -centradas en la reducción del gasto y los impuestos en contra del consenso internacional- que son vagas, insuficientes o replican medidas ya emprendidas por el Ejecutivo socialista. El fondo de las medidas nunca lo han explicado, entre otras razones y según dicen, “por falta de tiempo”; demostrando que consideran más importante criticar al Gobierno que dar a conocer a los ciudadanos sus propuestas.


• Presumen de ser el único partido en la oposición que ha presentado una respuesta a la crisis alternativa a la del Gobierno, sin embargo, tanto el Partido Conservador en Reino Unido como el
Partido Socialista Francés, entre otros, han presentado completos planes de recuperación alternativos.


• Ninguna de sus propuestas incluye medidas para la protección de los más afectados por la crisis. Es más, en su momento, el PP hizo frente a la crisis aplicando recortes sociales (dos decretazos y una huelga general), mientras que ahora no se ha realizado ni un solo retroceso social.


• Durante las legislaturas en las que estuvo en el gobierno, el PP alentó la burbuja inmobiliaria con sus políticas de desregulación del suelo, incentivos a la compra de vivienda en el "mercado libre" y al crédito.


• El PP nunca desplegó una política de derechos sociolaborales, ni para el empleo asalariado ni para el autónomo, que se aproxime ni de lejos a la realizada en esta etapa. Incluso en muchos aspectos fue la contraria: el salario mínimo interprofesional perdió poder adquisitivo, los subsidios por desempleo se deterioraron, las pensiones mínimas quedaron marginadas del crecimiento económico, etc. Y además, despreció el diálogo social.

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