“Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”. Martin Luther King
No todo puede justificarse en nombre de la libertad: el insulto, la calumnia, el desprecio, no son sinónimos de libertad. Hay que distinguir con claridad entre lo que está bien, es bueno y por tanto está permitido y lo que está mal y por eso es rechazable. La libertad, no puede ni debe dañar los sentimientos de quien camina por la historia al mismo tiempo que yo, pero es distinto. Si la libertad es un derecho sagrado, lo es de la misma manera el respeto a otras formas de pensar o sentir.
Sobre el hecho producido ayer y sin ánimo de echar leña al fuego, digo con total libertad, con esa libertad con la que los otros defienden determinadas malas acciones, que me parece inapropiado y vejatorio. Primero, porque ante la muerte o la enfermedad no hay diferencias ni ideologías. Segundo, porque es una auténtica injuria rechazar una muestra de solidaridad, y más si es ofrecida a otra persona distinta de la que se arroga el derecho a rechazarla, vilipendiando de paso a la persona afectada. Tercero porque denigra, con esa acción personal, a muchas otras personas de la misma familia e incluso de la misma ideología que no harían, por respeto, una acción similar. En efecto, si la acción tiene un origen partidario, denigra también al partido al que se pretende defender con esa acción (y con otras pretéritas). El espacio partidario debe ser un espacio de paz, sobre todo en entornos tan reducidos como los pueblos pequeños. El espacio partidario debe ser otra cosa muy distinta a la radicalización o fanatización de algunas personas, convenientemente azuzadas por algunos dirigentes que, a todas luces, hacen daño a las propias personas, a sus familias, al pueblo e, incluso, a su propio partido entendido en un sentido más amplio que el reduccionista y ridículo que algunos le otorgan. Esto hay que entenderlo para separar definitivamente la acción política del fanatismo que raya en el terrorismo. En términos civilizados, donde todos luchamos por aquellos valores más altos, donde todos buscamos la piedra filosofal del “buen vivir” y de la modernidad, de la tolerancia …, comportamientos como éste, demuestran un retroceso hacía formas de entender la convivencia ligada más a la época de las cavernas, al “ojo por ojo”, es decir, a una forma convivencial trasnochada y difícilmente aceptable.
No todo puede justificarse en nombre de la libertad: el insulto, la calumnia, el desprecio, no son sinónimos de libertad. Hay que distinguir con claridad entre lo que está bien, es bueno y por tanto está permitido y lo que está mal y por eso es rechazable. La libertad, no puede ni debe dañar los sentimientos de quien camina por la historia al mismo tiempo que yo, pero es distinto. Si la libertad es un derecho sagrado, lo es de la misma manera el respeto a otras formas de pensar o sentir.
Sobre el hecho producido ayer y sin ánimo de echar leña al fuego, digo con total libertad, con esa libertad con la que los otros defienden determinadas malas acciones, que me parece inapropiado y vejatorio. Primero, porque ante la muerte o la enfermedad no hay diferencias ni ideologías. Segundo, porque es una auténtica injuria rechazar una muestra de solidaridad, y más si es ofrecida a otra persona distinta de la que se arroga el derecho a rechazarla, vilipendiando de paso a la persona afectada. Tercero porque denigra, con esa acción personal, a muchas otras personas de la misma familia e incluso de la misma ideología que no harían, por respeto, una acción similar. En efecto, si la acción tiene un origen partidario, denigra también al partido al que se pretende defender con esa acción (y con otras pretéritas). El espacio partidario debe ser un espacio de paz, sobre todo en entornos tan reducidos como los pueblos pequeños. El espacio partidario debe ser otra cosa muy distinta a la radicalización o fanatización de algunas personas, convenientemente azuzadas por algunos dirigentes que, a todas luces, hacen daño a las propias personas, a sus familias, al pueblo e, incluso, a su propio partido entendido en un sentido más amplio que el reduccionista y ridículo que algunos le otorgan. Esto hay que entenderlo para separar definitivamente la acción política del fanatismo que raya en el terrorismo. En términos civilizados, donde todos luchamos por aquellos valores más altos, donde todos buscamos la piedra filosofal del “buen vivir” y de la modernidad, de la tolerancia …, comportamientos como éste, demuestran un retroceso hacía formas de entender la convivencia ligada más a la época de las cavernas, al “ojo por ojo”, es decir, a una forma convivencial trasnochada y difícilmente aceptable.
Yendoi a más u personalizando, ya sabemos que para ser madre no hace falta un carnet, y bien que lo lamentamos a veces los que nos ocupamos de esta utopía que se llama educación. Pero sí debía hacer falta una preparación y una educación mínimas para trabajar en una institución pública atendiendo a otros seres humanos. Como para muestra basta un botón, quien es capaz de hacer una acción de este tipo, no está capacitado para atender a otras personas, por su falta de respeto a los otros, puesto que practica la acepción de personas. Esta persona a la que nos referimos atenta negativamente contra la libre voluntad de las personas a las que trata, trabajo por el que cobra dinero público. Con el agravante de que esas personas son las más vulnerables socialmente y, por ende, aquellas a las que más se les debería respetar y no influir en lo que deberían hacer o decir ni pretender que entiendan la vida y la historia de distinta manera.
Comprendo la irritación de la Secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas. Con la templanza de haber recibido, de personas como ésta, ataques injustificados en nombre de una supuesta militancia política a la que denigran, he de decir también, alto y claro, que desde mucho tiempo atrás, AIS-CC, de la mano de sus militantes, viene agrediendo a los socialistas de una forma u otra. Estas bases, no sus dirigentes, que se esconden cobardemente detrás de ellos, actúan con la impunidad que ofrece escudarse y esconderse bajo el poder municipal, sea político, sea de empleado privilegiado.
Comprendo la irritación de la Secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas. Con la templanza de haber recibido, de personas como ésta, ataques injustificados en nombre de una supuesta militancia política a la que denigran, he de decir también, alto y claro, que desde mucho tiempo atrás, AIS-CC, de la mano de sus militantes, viene agrediendo a los socialistas de una forma u otra. Estas bases, no sus dirigentes, que se esconden cobardemente detrás de ellos, actúan con la impunidad que ofrece escudarse y esconderse bajo el poder municipal, sea político, sea de empleado privilegiado.
Quiero añadir, en nombre de esa libertad por la que muchos luchamos, que no deberían traspasarse determinados límites y que el límite lo marcan las acciones en las que se ofende o agrede a los demás de manera deliberada. Estos límites deben fijarlos los políticos de turno y comunicarlos a sus acólitos, desde una ética personal y partidaria de respeto hacia si mismo y hacia los demás. Los socialistas hemos llegado a un punto en que estamos extremadamente sensibilizados para aguantar imperturbables nuevas ofensas, con las que se pretende herir los sentimientos más profundos de las personas. Sobre todo si esas personas son vulnerables y se trata de agredir y ofender sentimientos que van aparejados a la propia idiosincrasia de la persona, esto es, a sus lazos familiares. Es el colmo de la maldad y de la falta de respeto atacar a alguien en aquellos momentos en que el dolor hace mella en esa persona.
Me solidarizo con los nacionalistas pacíficos de buena voluntad, entre los que tengo buenos amigos, porque no se merecen esta imagen que de su ideología dan algunos en este pueblo, y que es permitida por los líderes locales. Y de paso, me pregunto: ¿son necesarios disturbios, enfrentamiento políticos, ofensas, mentiras, calumnias, en nombre de la militancia política, de la defensa a ultranza de un jefe político? ¿Es necesaria la ofensa a la dignidad de los seres humanos?.
Me solidarizo con los nacionalistas pacíficos de buena voluntad, entre los que tengo buenos amigos, porque no se merecen esta imagen que de su ideología dan algunos en este pueblo, y que es permitida por los líderes locales. Y de paso, me pregunto: ¿son necesarios disturbios, enfrentamiento políticos, ofensas, mentiras, calumnias, en nombre de la militancia política, de la defensa a ultranza de un jefe político? ¿Es necesaria la ofensa a la dignidad de los seres humanos?.
Creo con certeza que en el daño moral a los individuos es en donde debe colocarse la frontera. Se tiene y se debe expresar las opiniones sin miedo, sin ataduras, rotunda y absolutamente. Pero si con ese juicio se ofende el corazón de las personas o se puede incitar odio o violencia… firmemente me pongo en contra, porque ahí acaba la libertad y comienza la indignidad.
Los individuos, las sociedades no quieren estar permanentemente sumergidas en conflictos de por sí crueles y fatigosos, por algo tan simple como el hecho de que la violencia destruye el cuerpo, pero también arruina el alma y los sentimientos nobles: Por eso es necesario el acercamiento y el diálogo. Porque estas actitudes son moralmente más constructivas y a largo plazo más eficaces, porque reconocen al ser humano, cualquiera que sea su pertenencia, como sujeto de derechos y obligaciones y además porque promueven educación y desarrollo, como premisas para erradicar la violencia.
Los intolerantes son pocos y aunque tengan mucha voz, y sean muy alarmante sus acciones, somos muchos más quienes respetamos a los pueblos pacíficos, quienes queremos que vivan todos y todas, independientemente de su origen o ideología, a nuestro lado, en el trabajo, en la fiesta, en la familia… con el fin de que un día no muy lejano, podamos construir entre todos, la civilización de la fraternidad, la paz que tanto necesitamos y que hoy está inhumanamente amenazada.
Los individuos, las sociedades no quieren estar permanentemente sumergidas en conflictos de por sí crueles y fatigosos, por algo tan simple como el hecho de que la violencia destruye el cuerpo, pero también arruina el alma y los sentimientos nobles: Por eso es necesario el acercamiento y el diálogo. Porque estas actitudes son moralmente más constructivas y a largo plazo más eficaces, porque reconocen al ser humano, cualquiera que sea su pertenencia, como sujeto de derechos y obligaciones y además porque promueven educación y desarrollo, como premisas para erradicar la violencia.
Los intolerantes son pocos y aunque tengan mucha voz, y sean muy alarmante sus acciones, somos muchos más quienes respetamos a los pueblos pacíficos, quienes queremos que vivan todos y todas, independientemente de su origen o ideología, a nuestro lado, en el trabajo, en la fiesta, en la familia… con el fin de que un día no muy lejano, podamos construir entre todos, la civilización de la fraternidad, la paz que tanto necesitamos y que hoy está inhumanamente amenazada.
3 comentarios:
Lo siento mucho Tamara. Te mando un saludo.
No tengas en cuenta las obras de tu tía o las de otras personas que en su ignorancia o por su rabia hacen cosas que dañan el sentimiento de otras personas nobles como tú.
Esas acciones dejan claro dónde reside de verdad la buena fé de algunos y el mal hacer de otros. Quizás tu tía estaba influenciada por otras personas, personas que ella considera amigos o colegas, pero la han llevado a hacer cosas, muchas cosas, que la han desprestigiado en este pueblo.
Debes perdonarla Tamara. La buena intención de los Socialistas ya quedó demostrada, y las acciones que tuvo ayer ella la describen.
Ánimo!!!
Fidela, te tengo que contar una cosa que sucedio en San jose, y que puede ocacionar, entre demas cosas, peleas y agrasiones, de momento solo te puede decir, que la gente de san juan está muy enfadada, demasiado diria yo, y que hay una persona, que no voy a decir su nombre aqui y te lo diré en su momento , que ha hecho algo, vamos a llamarlo algo verdaderamente rastrero, y que por eso esa persona, mejor que no vaya por san juan (casco),porque se la tienen jurada, ya te contaré lo que pasó. UJR
A Teti, nani y otros comentaristas anónimos e insultantes:
Este es un blog serio. Lo he dicho muchas veces y lo repito. No se publican ofensas, mentiras, calumnias etc y menos de anónimos. Los anónimos no tienen ni siquiera la categoría moral para dar la cara. Los anónimos se escudan en el anonimato para insultar, y en la masa para agredir. Esto es de cobardes. En este blog, que es comod ecir en este partido, sólo cabemos los valientes, los gallardos, los que vamos con la verdad por delante. la verdad nos hace no tener que mentir, ni calumniar, ni agredir, ni manfdar a nadie a que lo haga por nosotros. Esa es la difernecia. Por esa diferencia, aquí no tienen cabida sus maldades. Entre otras cosas, porque no valen para nada, no dan progreso al pueblo, ni estabilidad, ni armonía. Solo le permiten continuar en el machito a los que has logrado separar al pueblo, a familiasd y a vecinos. Ese dudoso honor lo ostenta quien todos sabemos. No se molesten, pues, más. Ni este es su foro ni nos van a mover de nuestras posiciones. Ustedes lo viejo, nosotros lo nuevo, ustedes lo de siempre, nosotros el cambio, ustedes el rencor, nosotros la armonía, ustedes la venganza, nosotros la unión.
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