NUESTROS MENTIROSOS COMPULSIVOS

Fue Abraham Lincoln el que dijo que "se puede engañar a algunos todo el tiempo, se puede engañar a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Y nuestros desgobernantes se han creido que sí, que se puede. Y nuestros desgobernante y su sicario mienten continuamente. Si alguna vez manuel Reyes fue el favorecedor de los desfavorecidos, ahora es exclusivamente el favorecedor de sus defensores, y desfavorecedores de quienes sea necesario para aferrarse al poder. Poniendo la injuria y la calumnia en manos de su sicario, nuestros desgobernantes creen poder quedar impunes. Craso error. Día llegará en que los ciudadanos, los paganinis de los 30.000 euros mensuales que nos cuestan, dejará de considerar la mentira permanente como un asunto privado y se dará cuenta de que estamos ante una aberración pública. Porque el trasfondo de la mentira política nos implica a todos, políticos o no. Pretenden disfrazar sus mentiras con saraos múltiples que revisten de conservación de las tradiciones, mientras dejan morir el patrimonio y las tradiciones más antiguas y consolidadas. Pretenden arrojar a la población de los asuntos públicos, de la intervención en las decisiones del Çonsistorio a cambio de ofrecerles la calle, haciéndoles dueños de lo accesorio mientras ellos se quedan detentando lo fundamental. Has reforzado el hábito mezquino de mentir, como herramienta del oportunismo amoral,: engaño, desconfianza y difamación son los presupuestos vecinales de una sociedad sin libertad ciudadana, donde la información libre en contra de quienes osen oponerse a sus designios sustituye a la participación ciudadana en aquello que más les ha de interesar a los vecinos, asuntos que tienen que ver con su bienestar. Y mienten diciendo que opinan: esto permite al que miente dudar de lo que pone en la palestra, haciendo ver que duda (a conveniencia) sobre lo que piensa o discute. Y así, incluso, la mentira es menos falaz, menos mentirosa que la verdad falseada. Porque la mentira acepta tácitamente que se es verz siempre y que a veces se falta a esa verdad, como decisión propia, decisión que es potestativo de los seres humanos. Pero la verdad falseada supone que no sólo se miente voluntariamente sino que se miente siempre, también cuando se falsea la verdad. Como hacen estos siempre y como le mandan a hacer al sicario.