El mundo de la cultura del municipio está de luto, lo que es lo mismo que decir que el pueblo entero lo está. Se nos fue una persona buena, y nos deja un vacío insondable a todos. Principalmente a su familia, padres, hermanas, abuelos, así como a todos sus vecinos, de San José y de Santo Domingo. Pero deja un gran vacío entre su segunda familia, la banda XIX de Marzo, uno de sus amores. Hablé con ella por última vez en la fiesta de Las Rosas, después de la procesión. No la ví en el tradicional concierto de Bandas del domingo de las fiestas de San José, porque falté a mi cita anual por tener un compromiso ineludible en Madrid, seleccionando profesorado para la UNED. En Las Rosas me habló de su familia, su niño y su niña, y de la Banda. Y todo ello con la ilusión de quien vive cada momento con quienes quiere y haciendo lo que ama profundamente. Desolación nos ha dejado, y era lo que se palpaba ayer tarde en San José, entre todos los que la querían, que era el pueblo todo. Esa desolación nos va a acompañar durante tiempo, al igual que la acompañó, en el adiós postrero, al banda XIX de Marzo, que por un extraño milagro sonó en su recorrido. Milagro que le pido, allí donde esté, a María Jesús. Que haga lo que pueda por ayudar a sus dos familias, a la de sangre y a la de vocación. A la primera, a tener fuerzas para superar el amargo trance, y a la segunda para que su recuerdo sirva para redoblar esfuerzos para que la Banda, nuestra Banda, sea cada día mejor, porque ella así lo hubiera querido. Y a Javier le digo que ésa es la respuesta a la pregunta desgarrada que se hacía ayer y que nos arrancaba lágrimas a todos: ¿qué voy a hacer sin María Jesús? La respuesta es seguir adelante, haciendo un esfuerzo denodado por tus hijos, Javier, y haciendo, más pronto que tarde, lo que tanto amaba María Jesús, lo que era parte común y muy preciada de la vida de los dos, tanto que los unió: el amor a la música y el cuidado, a través de ella, de nuestros niños y jóvenes. Así lo hubiera querido ella. No la defraudemos.
2 comentarios:
Me uno a las condolencias. No pude estar en el sepelio porque me hubieran traido muchos recuerdos, ya hoy fortalecidos por el tiempo. Eso es lo que te pido amigo Javier mucha fuerza para esta nueva y dura vida sin ella, te digo fuerza y fortaleza porque es lo que tienes que sacar de dentro para que tus hijos, que son el fruto de vuestro amor y el reuerdo que ella te dejó, puedan ver en un futuro un padre "coraje", luchador y entregado como seguro que tú lo eres. Ella allí donde esté te va a estar ayudando. Un saludo cordial.
Mi mayor sentido pésame, para toda su familia. Me uno a su dolor, tan grande en estos tristes momentos La conocia y les puedo decir que era UNA GRAN PERSONA. La vida en ocasiones es injusta y cruel. Se nos lleva lo que más queremos. Solo nos queda seguir adelante, e intentar sacar fuerzas. QPD.
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