martes, 2 de agosto de 2011

CIEN DIAS


Dicen las normas de cortesía que hay que dar 100 días de confianza a los nuevos gobiernos. Nosotros la cumplimos. Nos abstuvimos en 2007 en la votación sobre los sueldos de CC (los mismos sobre los que hemos hecho una rebaja en esta ocasión) con la teoría, que seguimos manteniendo, de que los sueldos no son mucho ni poco, sino que se justifican o no según la gestión que se hace. Y eso que, en nuestro caso, podíamos haber argumentado que era suficiente con los 7300 días que ya había tenido AIS como gobierno para demostrarnos lo que era capaz de hacer con los sueldos que cobraba en asuntos como participación ciudadana, servicios públicos, diálogo, apuesta por la educación y la cultura, la sostenibilidad, la agricultura, el medio ambiente, el deporte…y un largo etcétera de competencias municipales que se habían reflejado cada cuatro años en sus programas, sistemáticamente incumplidos. Aquella vez esperamos los cien días y después vinieron 1360 jornadas que fueron exactamente en la dirección contraria de lo que habían prometido una y otra vez, y con un gobierno francamente agotado y en pleno desvarío.

Nosotros lo hicimos, pero ellos no. Y lo justifican de mil maneras, pero sólo una es comprensible: que están aún muy enfadados porque perdieron su puestito de trabajo, ese que otros tenemos en otros lugares y que sienten muchísimo que, pese a eso, los ciudadanos nos den la confianza y, como en mi caso, cambie la dedicación de profesora por la de alcaldesa. La primera, me la gané con mi esfuerzo; la segunda, se la debo a los ciudadanos que han decidido que presida el nuevo gobierno, el gobierno de regeneración que tanto necesitaba nuestro municipio. Y yo entiendo su enfado, y los perdono. Porque aplicar la cortesía de los 100 días es una cuestión de diplomacia, de ética y buen tono político, y de políticos de altura. Y los perdono por mi propia salud. Pero también he de reconocer que, no habiendo respetado los cien días, me han dado el visto bueno para que yo deje de esforzarme en taparles las vergüenzas que han dejado, con lo que me pasaré un verano más divertido. O sea, que les comprendo, les perdono y les agradezco que me den razones para explicar su mala gestión y sus maldades. Que son muchas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo me pregunto, de ser cierto tales fechorías y maldades, que no lo pongo en duda, ¿ no se podría denunciar para que el juez determine inhabilitación política de por vida a quién no sólo hizo mal su trabajo, sino que aprovechándose del cargo, cometió ruindad perjudicando a centenares de personas? Hubo y hay ciertos elementos ocupando cargos profesionales, con o sin la debida titulación, o políticos de gran trascendiencia y responsabilidad cuyas acciones y decisiones afecta y determina el transcurrir diario de la ciudadanía que nunca debieron acceder a desempeñar funciones para las cuales no estaban motivados, exeptuando el cobro de cuantiosas nóminas a fin de mes. Largos años cobrando, disfrutando y teniendo altos niveles de vida extremadamente superior al sanjuanero medio, solo para y por vivir del cuento y encima perjudicando. Toma ya!