RECUERDEN, AL VOTAR, A QUE GRUPO PERTENECEN LOS QUE DEFRAUDAN AL AYUNTAMIENTO

Las bajas fingidas constituyen un fraude. El empleado que lo hace es consciente de que ésta es una situación de deslealtad a su puesto de trabajo, a la empresa o institución en la que presta sus servicios y a sus compañeros, que observan atónitos la cara dura de quien lo hace y les sobrecarga. También supone un enorme gasto económico y de gestión para la empresa o institución. Por un lado, la empresa sigue soportando el coste de ese empleado sin obtener el beneficio de su trabajo, y por otro, el empresario debe contratar un nuevo empleado que realice esas tareas, por lo que el gasto económico se multiplica y la tarea puede ralentizarse debido al tiempo que necesita ese nuevo empleado para conocer y desempeñar con diligencia sus funciones. En el caso del ayuntamiento de San Juan de la Rambla, contando con la caótica situación que dejó AIS, por la que todos los puestos de trabajo estaban anulados o impugnados a través del juzgado, hay que contratar con empresas externas, por lo que el gasto es aún mayor.

Hay motivos fundados para sospechar de que existen trabajadores fingiendo la baja. Es un escándalo social en este momento ciertas situaciones, y los rumores que le llegan a los otros empleados, sobre el exhibicionismo amoral y vergonzoso de ciertos empleados públicos de baja les avergüenzan tanto que en los últimos días he asistido, enrojecida de vergüenza ajena, a cómo empleados con condiciones de salud para pedir la baja acuden al ayuntamiento a trabajar para no incurrir en la sospecha de estar haciendo lo que sus "compañeros" practican. Al parecer, incluso han sido vistos esos empleados infieles realizando tareas, laborales o no, en principio incompatibles con la supuesta lesión que manifiesta padecer. Y digo al parecer porque ya hace tiempo que en los partes de baja médica no se incluye el motivo de ésta lo que hace que no pueda hablar con propiedad, salvo el hecho de que la persona señalada comentó verbalmente su dolencia cuando entregó su baja, lo que no es prueba suficiente.

Son muchos los daños ocasionados a la institución y al resto de personal que resulta sobrecargado. Pero, sobre todo, es una burla para el resto de vecinos y vecinas que esperan encontrar una salida laboral a su situación, que quien obtuvo de forma irregular, por voluntad de AIS, una situación de empleo indefinido (recordemos que a 51 de las ochenta personas que trabajan en el ayuntamiento se les dejó intencionalmente caducar sus contratos para que pasaran a situación de indefinidos) ahora se aproveche y goce de un buen sueldo para pasear y participar activamente en las campañas electorales. Y yo espero que los vecinos no lo olviden. Por eso, al grupo de señoras que proponían hacer una cuestación popular para pagar la indemnización por despido, les digo que les paguen, a los que lo hacen y a su grupo político al que defienden(CC) en las urnas. Quien engaña a las instituciones y "roba" el dinero de todos, no puede representarlas. Recuérdenlo al votar.