sábado, 10 de diciembre de 2011

LA NUEVA POLITICA DE LA COLABORACIÓN: DE QUÉ PUEDE HACER EL AYTO. POR MI A QUÉ PODEMOS HACER TODOS POR EL MUNICIPIO-LOS ÁRBOLES DE NAVIDAD.


Las nuevas realidades sociales demandan actuaciones integradas en estrategias de desarrollo del territorio, de desarrollo local colaborativas. Ya los anticipábamos en nuestro programa de 2007 y lo reiteramos en el del 2011. En este sentido, la integración social y el desarrollo local son dimensiones esenciales e inseparables desde un enfoque del modelo de participación ciudadana que es nuestra prioridad. Por ello queremos centrarnos en la gestión de estrategias de análisis e intervención integrada y sostenible en el ámbito municipal. para ello necesitamos incentivar la participación ciudadana desde planteamientos creativos y utilitarios, capaces de hacer converger los valores del desarrollo sostenible en un contexto globalizado de competencia que trascienda lo económico, como único valor, y se filtre en todas las esferas de nuestras vidas. Este enfoque nos permite a todos involucrarnos en nuevos procesos de análisis e intervención comunitaria desde una revisión creativa e innovadora de los roles ciudadanos. La participación se encuentra profundamente vinculada con el desarrollo humano sostenible y social, siendo una de las claves en las que queremos sustentar nuestras políticas en todos los ámbitos vinculadas con la integración social. El carácter interdependiente de los problemas y las transacciones entre actores requiere de la implementación y gestión de programas y proyectos estratégicos, integrales, transversales y participados, cuyos propietarios y protagonistas sean los ciudadanos. El referente de "red" permite describir y analizar la compleja, dinámica y diversa amalgama cívica e institucional y avanzar hacia estrategias ecológicas de gestión de los asuntos colectivos en el ámbito municipal.

La construcción de la ciudadanía y el rol de los gobiernos locales es un desafío colectivo. Los políticos elegidos democráticamente tenemos la responsabilidad de la decisión de los proyectos públicos, pero las organizaciones sociales, los grupos locales, las familias, los ciudadanos, en definitiva, tienen el derecho y el deber de exigir que se tomen en cuenta, se debatan y se negocien sus críticas, sus demandas y sus propuestas.

En este sentido, los implicados tenemos la obligación de elaborar análisis y propuestas formalizadas y viables, de escuchar a los otros, pero también de comprometernos en defender las propuestas y los proyectos ciudadanos locales.

La fragmentación, complejidad e interdependencia de nuestras sociedades actuales provocan la necesidad de compatibilizar la democracia representativa con nuevas formas de democracia participativa, más directa y deliberativa, es decir, con alternativas que den "voz y rostro" a la ciudadanía plural. Se trata de fortalecer la democracia mediante una nueva manera de tomar decisiones, que conciba a los ciudadanos con capacidades y, por tanto, que les transfiera el poder y la responsabilidad en los asuntos públicos.

La democratización verdadera es algo más que las elecciones o la simple afiliación a una asociación; necesita de:

a) instituciones permeables y transparentes a los ciudadanos y que funcionen adecuadamente;

b) una sociedad civil despierta y con posibilidades de ejercer control e influencia y

c) la existencia de mecanismos dinámicos, diversos y flexibles de participación real.

Aunque los vínculos entre la democracia y el desarrollo humano pueden ser fuertes, no son automáticos. No olvidamos que son los ciudadanos los que hacen funcionar a las instituciones, por lo que debemos ampliar el espacio destinado a escuchar y comprender a las personas y grupos a los que sirven.

Todo lo anterior lo tenemos que sustanciar en un buen modelo de participación ciudadana, fuerte y que dé respuesta al interés suscitado en la ciudadanía desde que las herramientas democráticas son públicas y accesibles, por ejemplo, los plenos, tras su pase a las tardes. Pero iniciativas puntuales pueden anticipar ese propósito y lo hacen de manera espectacular. por ejemplo, la participación colectiva en la realizaciónd el os dos árboles de navidad. Desde la elección de una profesional magnífica en arquitectura efímera, como es priscila, a la cooperación de cinetos de ciudadanos que desde hace unas semanas separaban las botellas y vasos plásticos y los CDs reciclables, unos a sabiendas de para qué eran y otros que sólo sabían que desde el ayuntamiento se necesitaban para una obra colectiva, hasta la buena disposición de algunos familiares, que pintaron de manera altruista para terminar a tiempo, así como al personal del ayuntamiento que han dado incluso tiempo personal para que la obra salga antes, ninguna teoría es capaz de definir el afán colaborativo y los excelentes resultados de un trabajo de todos que es motivo de elogio y de satisfacción.

Vaya mi más encendido elogio y mi agradecimiento a todos y todas los que han puesto su granito de arena o su roca grande en este bello proyecto que me hizo emocionar anoche, cuando ví el árbol de San Juan encendido. Simbólico, erguido, majestuoso sobre sus 5 metros de altura y, cómo no, noble como todas las obras rambleras. Para todos y todas de todos y todas. Como debe ser.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis felicitaciones Doña Fidela a su perseverancia porque sus conciudadanos depositen su granito de arena, pero que además sea perceptible por todos. Es una alegría que entre todos se vayan dando esos pasos de progreso, de compartir y de comunidad afable y colaboradora. ¡Ya era tiempo!. Y esto es sólo el principio, "Grano no hace granero, pero ayuda al compañero". Así de simple y substancioso es este refrán que nos viene a decir que hay que seguir hacia adelante en el interés de continuar por un municipo unido, satisfecho y en progreso. De nuevo, Doña Fidela FELICIDADES. Alguien lleva un buen timón y dentro de este barco hay cabida par todos.