ANNUS TERRIBILIS O MUERA EL 12 Y VIVA EL 13, Y QUE SE COMPORTE

El año 2012 no nos ha dejado, precisamente, un panorama halagüeño. Hemos pasado por los que han sido seguramente los peores doce meses económicos en la democracia e incluso antes. Más ingratos que los que padeció Isabel II de Inglaterra en 1992, que fueron simplemente "horribles". No ha habido misteriosos gloriosos de viernes, sino solamente dolorosos. Y no parece amainar.

Este año se ha traducido en  800.000 parados más que el año pasado,, un  incremento del déficit público, pese a las medidas altamente restrictivas que se han tomado,  ha bajado en un 20% el fondo de liquidez en el del Estado depositado en el Banco de España, se preparan nuevas subidas, como la de la justicia. El propio gobernador del Banco de España afirma que "aún no se perciben mejoras en la actividad y la creación de empleo", y la Comisión Europea cree que el PIB español caerá un 1,4% en 2013 y Bruselas anuncia que la tasa de paro superará el 26,5%.

Si me permiten una broma, para no echarme a llorar, el ejemplo de los recortes españoles llega hasta el Vaticano con unos tijeretazos que no carecen de histrionismo. Ratzinger afirma que en el Portal no había mula ni buey ni burro ni siquiera la estrella de Belén, que era simplemente una supernova. Seguramente el Santo Padre pretende ahorrar en la coreografía de los belenes.  A este paso, a lo mejor también desaparecerán los Reyes Magos, las ovejas, los peces del río, las lavanderas, los pastorcitos, las campanas de Belén e incluso los ángeles cantando. Al igual que el resto de los españoles, los fabricantes de figuritas del belén están que trinan.

No obstante todo lo anterior, les deseo una muy feliz entrada del año 13. Creo que peor no va a ser, es decir, que tal vez (esperemos que sea así) se acabe con el año que comienza el mito de la mala suerte asociado al 13. ¡Muera el 12 y viva el 13, y que se comporte! Besos para todos y todas.