domingo, 9 de julio de 2017

FRENTE A LA NUEVA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA EN SJR, LA VIEJA POLÍTICA DE "NO DEJES QUE LA VERDAD ME ESTROPEE UN TITULAR"


FRENTE A LA NUEVA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA EN SJR, LA VIEJA POLÍTICA DE "NO DEJES QUE LA VERDAD ME ESTROPEE UN TITULAR"
Me sorprendo ante la actitud de vieja política torticera de nuevos políticos que debieran exhibir nuevos modos. Me sorprendo relativamente, porque ya nos tienen acostumbrados a sus dobles lecturas, su incredulidad ante lo que con total transparencia les contamos, incluso cuando lo que les decimos viene corroborado por técnicos y por documentos. Prefiero, de verdad, pensar que es vieja política de no dejar que la tozuda realidad les estropee un buen argumentario construido para "dar leña", a pensar que no se leen los papeles que recaban libremente del ayuntamiento y se le remiten con ejemplar diligencia. Porque para hacer política hay que leerse los papeles, muchos papeles, y comprobar lo que se dice antes de argumentar con falacias.
Estos jóvenes de la nueva política no quieren hablar de la vieja política que hasta casi ayer castigó a este municipio. Pero que cierren los ojos y los oidos a lo que fue recientemente este municipio no borra de la memoria la falta de transparencia y arbitrariedad, esa sí, que imperaba, con la única reacción de algunos valientes vecinos. Y, como fuerza política defendiendo la transparencia y la no arbitrariedad, el PSOE. Aunque no quieran hablar de ello, todos los vecinos son testigos conscientes de que, quienes nunca estuvieron en ese carro, ahora pocas lecciones pueden darnos a quienes nos costó el empeño sangre, sudor y lágrimas.
Pero ya que se tercia, vamos a hablar de lo que no quieren hablar. Porque nada mejor que comparar para poder valorar. Nos acusan de arbitrariedad. No se a cual de las dos acepciones se refieren. La primera dice que arbitrariedad es una forma de actuar basada solo en la voluntad o en el capricho y que no obedece a principios dictados por la razón, la lógica o las leyes. Y creo que nada que ver con lo que hacemos, cuando les consta que todo, absolutamente todo, está realizado en base a proyectos razonados, y muchos de ellos planificados por mandato legal, como el plan de inestabilidad. Si nos atenemos a la segunda acepción, la acción arbitraria cometida con abuso de autoridad, poco podemos hacerlo cuando no tenemos mayoría para abuso de autoridad alguna, pero, además, hemos profundizado en el ejercicio democrático de forma que órganos de decisión no obligatorios para un ayuntamiento como el nuestro, los hemos adoptado y me atrevería a decir que somos el único municipio similar que lo haya hecho. Y me refiero, concretamente, a la Junta de portavoces, solo obligatoria para municipios mayores de  50.000 habitantes. Además, tanto esa Junta como las Comisiones Informativas han estado abiertas a cuantos miembros del pleno hayan querido participar, aún sin serlo de la junta o la comisión. Atrás quedaron los tiempos en que se impedía la participación a miembros acreditados, o simplemente no se convocaban los órganos. En esa lucha no estuvieron ustedes; nosotros, si.
También nos acusan de mala gestión. El concepto de mala gestión debían definirlo: tal vez consideren mala gestión coger un ayuntamiento sancionado por tener deficit dos años consecutivos y transformarlo en un ayuntamiento con dos años de superávit; o eliminar la totalidad de la deuda, o cumplir el periodo medio de pago. Esos parámetros son precisamente los obligatorios, y los cumplimos. O quizá consideren que rebajar el IBI s mala gestión, o que pese a las,dificultades económicas no disminuimos servicios ni reducimos personal. Porque esas son las cosas que hemos hecho, y si para ustedes es mala gestión, para Hacienda, proveedores y vecinos es una gestión excelente. Y no recordamos, en épocas de mala gestión de verdad, que hayan alzado la voz  para denunciarlo. Nosotros si lo hicimos.
Y luego está el hecho de que nos acusen de falta de transparencia. Si no fuera tan deliberadamente incierto, sería como un chiste malo el que nos digan eso al día siguiente de que el propio gobierno nos coloque como uno de los pocos ayuntamientos que cumplen en transparencia. Y eso con los parámetros medidos por el gobierno, pero hay otros muchos otros que nos distinguen frente a otras,épocas y a muchos ayuntamientos. Por ejemplo, acceso ilimitado a la información, a los funcionarios o al grupo de gobierno para consultas y aclaraciones. Los ejemplos que ustedes ponen son, lisa y llanamente, ejemplos de que ustedes no usan, o no usan bien, los cauces para la información; o más claramente, porque la pretensión de que nosotros leamos por ustedes los documentos si que es inasumible: el trabajo de ustedes lo han de hacer ustedes. O sea que, resumiendo, los falaces argumentos exhibidos, en realidad, se resumen en el título: FRENTE A LA NUEVA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA EN SJR, LA VIEJA POLÍTICA DE "NO DEJES QUE LA VERDAD ME ESTROPEE UN TITULAR". Y eso, amigos míos, es muestra de vieja, muy vieja, y muy mala, política. Lo contrario de lo que presumen hacer.

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