LA PLATAFORMA EMPRESARIAL O LA VERGÜENZA DEL NORTE

El domingo firmé unas hojas pidiendo "el puerto marítimo, pesquero y deportivo para el Puerto de la Cruz". Firmé por dos razones. La primera, porque la reivindicación me parece justa, aunque no es la única reivindicación ni la más importante para el norte de Tenerife. Por ejemplo, ahí está aparcado, presupuesto a presupuesto, por el Gobierno de Canarias, el Hospital del Norte. En 2006 ya pedimos los socialistas rambleros firmas para ese ansiado Hospital. Y no ví a nadie de los actuales vociferantes, ni los he visto nunca, solicitando la urgencia de esa instalación sanitaria tan precisa para nuestro norte. La segunda razón fue porque me pidió la firma una señora que me suele dar de comer con frecuencia, en la zona de Acentejo, cuando los domingos realizo la comida familiar con la que nos obsequiamos la familia, para disfrutar de unas horas en compañía. Y esa comida es más grata porque la dueña del restaurante es la amabilidad personificada.

No obstante, le firmé y me quejé de los promotores de la reivindicación. El espectáculo que ofrecen personas que denigran las más elementales reglas de la democracia desde sus tribunas públicas encabezando una justa reivindicación cuando mínimo causa sonrojo, vergüenza ajena a los que hemos luchado durante toda nuestra vida por la democracia. No querría creer que esta puesta en escena esconde propósitos de "hacerse un nombre" como adalides de las reivindicaciones del norte a personajes como algunos de los que forman parte de esa recién creada plataforma. Insultadores profesionales desde una tele intoxicadora no son los mejores propagandistas de una reivindicación que estimo justa. Racistas, xenófobos y salteadores del espíritu constitucional que nos debe animar a todos, no puede ser que estos personajes se erijan en salvadores (valga la redundancia) de nada. En el contexto actual, estos exhibicionistas del mal gusto le hacen un flaco favor a la legítima reivindicación de que el norte también existe. No es la mejor representación para pedir nada. Representantes de un medio deleznable, desde donde se insulta a todo el mundo, incluso a los que han de defender la idea del desarrollo del norte como políticos, no pueden erigirse en sus defensores. En esa línea de insulto diario, como mínimo han sido culpables de que el norte, lejos de unirse, sea cual sea el partido de procedencia, por la justa reivindicación de un mayor y mejor progreso, se haya visto envuelto en una maraña de enfrentamientos barriobajeros y legales de la mano de estos personajes, lo que no deja de ser la mayor pérdida de energías y de tiempo, con lo que como a río revuelto, ganancia de pescadores, otras zonas y otras islas se han llevado la parte de león de un festín en el que también debimos caber los del norte de Tenerife. Eslabón a eslabón han construido una funesta cadena de enfrentamientos, despropósitos y pérdidas de credibilidad de la que en el futuro nos arrepentiremos. pero el mal ya estará hecho y las víctimas serán todos los habitantes del norte de la isla. Esta ignominiosa conducta no nos saldrá gratis. la pagaremos, porque del enfrentamiento nunca sale nada bueno. Han apostado por en enfrentamiento fratricida en el norte, y de ello estamos pagando las consecuencias, porque si la unión hace la fuerza, de la desunión y el enfrentamiento nace la debilidad. Así que estamos presenciando la gran farsa de que se presentan como salvadores del norte aquellos que llevan años alimentando el odio y la desunión entre las distintas fuerzas políticas, esas que unidas podrían haber enarbolado la bandera común de la defensa del norte.

todo eso le expliqué a quien de buena fe, sin saber quien estaba detrás, me solicitó la firma. Pero por eso mismo, por quienes están detrás, no apoyo a los promotores ni la manifestación del domingo. Faltaría más que fuera de la mano de quienes han hundido, con sus invectivas y su nefasto proceder, al norte, al imposibilitar cualquier movimiento común, por encima de la lucha partidaria, para que todos nos unamos para defender el norte. Los principales enemigos del norte son esos que hoy tocan a rebato atribuyéndose su defensa. Y por eso los rechazo y niego que su objetivo sea el que proclaman. Y que Dios nos coja confesados si mi sospecha de sus verdaderas intenciones es cierta.

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