Así, con esa pregunta, afronté, durante dieciocho meses, las propuestas de actuación de los concejales de gobierno del grupo socialista. El momento de crisis económica
sin precedentes por el que estamos atravesando exige, a nuestro modo de ver, una
apuesta decidida por la innovación de las políticas de empleo y la reflexión
sobre el alcance y diseño de las mismas. Asumimos este compromiso con nuestros
convecinos para resolver un problema que en nuestro municipio no era sólo
coyuntural, sino estructural. En efecto, encabezábamos desde hacía muchos años
el ominoso primero puesto en materia de desempleo de todos los municipios
canarios. Por ello, asumimos como un reto y un compromiso personal, político y
de gobierno desde la institución pública local, a donde miran los vecinos en
primero lugar aunque no tenga competencias en materia de empleo, dar respuesta
a nuestros convecinos mediante la mejora de los instrumentos de inserción y de
la empleabilidad de los colectivos más vulnerables y con mayores dificultades
de acceso al mercado laboral. Y esto lo hicimos desde el convencimiento
político de que, pese a la situación de ciris, era posible rebajar los niveles
de desempleo municipal y mejorar sustancialmente la empleabilidad. Los hechos
nos dieron la razón. San Juan de la Rambla fue uno de la decena de municipios
de la isla que en el año último, previo a la moción de censura, bajó sus
niveles de desempleo ¡y además fue el segundo en reducir esas tasas!.
Pero no nos ocupamos
exclusivamente de políticas cortoplacistas, que si lo hicimos porque las
necesidades perentorias nos agobiaban a la vez que a nuestros vecinos más
vulnerables. Dimos un paso más, y nos dirigimos con paso
firme a mejorar la empleabilidad, es decir, consideramos no sólo el ámbito del
empleo inmediato, sino que añadimos el social (en la medida de lo posible, dada
la poca colaboración que obtuvimos del PP, que llevaba el área de Servicios
Sociales) y el educativo, conformando un todo indisoluble de aspectos
fundamentales que afectan de forma individual y colectiva a las posibilidades
de ser empleados de los ciudadanos y las ciudadanas, entre lo que se
incorporaban medidas para favorecer el ejercicio profesional y el autoempleo. De
ahí la necesidad perentoria que detectamos de tener lugares para promover las
acciones formativas y para consolidar un nido de empresas, que fuera el nicho
de autoempleo que diera lugar a futuros profesionales locales. El fruto visible del trabajo realizado en los
últimos dieciocho meses no sólo fue la importante bajada del desempleo, sino
iniciativas felices como la consecución de un taller de empleo, uno de los
siete que se dieron en la isla; proyectos de especialización en algunas
materias punteras y cuya formación graduada es inexistente en la isla, como el
Proyecto Nivaria, de formación en medio ambiente y de prevención de incendios;
o bien la de las becas de colaboración, copiada posteriormente por otras
administraciones, mediante las cuales los alumnos de últimos cursos
universitarios y de FP podían adquirir prácticas valiosas en una institución
pública además de obtener un dinero especialmente valioso en épocas de recorte
de los presupuestos familiares. Todo lo
anterior dice que nuestra gestión en materia de empleo consiguió notables
éxitos en apenas dieciocho meses, mediante buenas prácticas para la mejora de
la empleabilidad desde una acción combinada en las áreas de empleo, educación y
servicios sociales. Teníamos que continuar profundizando en el análisis y
debate de la empleabilidad teniendo en cuenta la realidad socioeconómica de nuestro
municipio y sus potencialidades, utilizando un enfoque metodológico preciso y
adecuado al objeto de estudio, seleccionando y analizando buenas prácticas con
unos criterios de análisis que permitieran extraer los principales aspectos
innovadores de estrategias similares para poder transferirlas al ámbito de las
políticas activas de empleo en San Juan de la Rambla. Esto fue nuestro esfuerzo
y compromiso asumido desde nuestro gobierno de dieciocho meses al frente del
Ayuntamiento de San Juan de la Rambla en el ámbito de las políticas activas de
empleo. Sabedores de nuestra responsabilidad como responsables de un proyecto
de desarrollo integral municipal desde la primera institución pública local, supimos
siempre y sabemos ahora que, en los momentos actuales, es más necesario que
nunca sumar esfuerzos y apostar porque las políticas de empleo integrales sean los
principales ejes de actuación en nuestra agenda política. Otorgar este papel
trascendente a estos instrumentos es fruto de la certeza política de que la
exclusión laboral lleva a la exclusión social, por lo que todas las acciones
que mejoren y fomenten el desarrollo de las políticas activas de empleo no sólo
son oportunas en estos difíciles momentos, sino absolutamente necesarias para
conseguir una sociedad que avance hacia modelos sociales más justos e
igualitarios. Y en esa línea hemos actuado y actuaremos en el futuro, porque
una población como la de SJR nunca ha demandado caridad, sino justicia social
mediante acceso al empleo. Como corresponde a la dignidad y nobleza de nuestro
pueblo.
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