Hoy, Día de Canarias, se abre de nuevo el viejo debate: es un día de celebración o no. Yo creo que sí, que hay razones para celebrar. Pero también hay razones por las que luchar, y es bueno que una parte de los Canarios aprovechemos el día de hoy para decirlo. Son las razones que nos preocupan, y que deben ocuparnos en el día a día, para luchar por mejorarlas: los índices más bajos del país en atención sanitaria, educación, empleo, soberanía alimentaria, industrialización... entre otros aspectos de infraestructuras y ligados a la lejanía física de Europa y mental de África, son motivos para aprovechar el día de hoy para ponerle un altavoz.
Pero también hay motivos para celebrar, recordar y agradecer. Este post no permite ser exhaustiva, pero hay que celebrar que seamos una autonomía cuasi-simétrica, tras aquella primera interpretación de la Constitución que pretendía dividir España en dos Espadas de distintas velocidades. También hay que celebrar que esa misma autonomía nos haya dado paulatinamente conciencia de pueblo diferenciado, una nacionalidad con personalidad propia, y nos haya hecho conscientes y orgullosos de nuestros valores. Hay que celebrar que instituciones propias, como la Academia Canaria de la Lengua, haya divulgado nuestras señas de identidad en el lenguaje, lo que antaño quedaba reservado a los investigadores, y nos permita mantenerla y legarla. Hay que celebrar su celebración, porque la pervivencia de nuestra cultura es sólo posible si todos nos involucramos, y eso es mucho más efectivo si se hace a través del sistema educativo. Las primeras escuelas obligatorias aparecen en paises recién creados, porque era la mejor manera de crear adhesiones en la mayoría de la población. Por eso, gracias al profesorado que ha acogido con entusiasmo este día para transmitir todo aquello que antaño era tan difícil conocer. Gracias a los padres y abuelos, que ayer y hoy han recuperado las viejas recetas de una alimentación austera y ejemplar desde el punto de vista de la dieta (los Canarios eran la segunda región en la talla de reclutas, tras los vascos).
Por todo eso, creo que el Día de Canarias, implícitamente, tiene la gran acogida que tiene entre nosotros. Felicidades y que dure mucho tiempo, más por lo segundo que por lo primero.
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