A PEOR LA MEJORÍA O EL CIERRE DE LA ESCUELA INFANTIL

El logro de haber conseguido conciliar la vida familiar y laboral es un logro que no debería tener vuelta atrás y que exigiría que todos los gobernantes responsable estuviéramos de acuerdo en que para atrás, en ese logro, no se puede dar un paso. Porque costó mucho conseguirlo y porque corren malos tiempos para permitirnos siquiera poner en tela de juicio la necesidad primordial del servicio. Durante nuestros dieciocho meses de gobierno, los socialistas, conscientes de la necesidad de mantener el servicio y de no ceder ni un paso en los logros sociales históricos conseguidos, al menos desde la primera institución local (lo que pasa en las instituciones del Estado es harina de otro costal que nos afecta porque trasciende el ámbito de toma de decisiones municipales), mantuvimos abierta, sin excepciones, la escuela infantil municipal todos los meses del año. Han tenido que llegar los que decían que conocían una mejor manera de hacer las cosas, para empeorarlas: han empeorado el servicio, no sólo cerrando parte del mes de agosto, sino negando que en el futuro se garantice la apertura permanente, sin excepciones, tal como solicitamos los socialistas en nuestra  moción. Pues muy mal. A peor la mejoría dice el refrán, y puede aplicarse bien a esta gestión de los servicios municipales básicos.

Y no se pueden omitir varios detalles, que pueden parecer nimios, pero que arrojan luz sobre una situación que ha empeorado respeto a la época anterior.  El primero es que la concejala responsable tiene, casi con exclusividad, como trabajo, la gestión de la escuela infantil, Por ello cobra  casi 2000 euros mensuales. Nueve meses más una paga doble hacen 20.000 euros por empeorar el servicio casi único que gestiona. Tal vez lo haga porque no le interesa demasiado, porque esta concejala eligió para  escolarizar a su hijo un centro de La Guancha. El segundo es que se contrató un refuerzo hace unos meses, no para mantener durante las vacaciones ese servicio imprescindible, sino para “descargar” de trabajo al personal en un centro donde la ratio se cumplía sobradamente con el personal existente, cosa que hubiera estado muy bien si luego no se hubiera racaneado con la contratación de personal para cubrir las vacaciones. El tercero es que la directora, que recordemos que no tiene la titulación para ese cargo, pero si que es un cargo orgánico de AIS (parece que la tónica habitual de las contrataciones realizadas por AIS y por el PP es la de contratar a personas que no cuentan con la titulación adecuada, porque se siguen repitiendo los casos de contrataciones en distintos ámbitos sin la titulación adecuada), sí que tiene a su hijo en Trompita. Pues, por esa circunstancia, las vacaciones le coinciden “casualmente” con ese período al cerrar. Pues que suerte tiene, suerte que le niegan a los padres que no pueden elegir cuando tener las vacaciones. Como dice el título, a peor la mejoría.