sábado, 1 de marzo de 2014

CUANDO SE FRIEGA, SE CAMBIA EL AGUA

Cuando se friega, se cambia el agua. Esto viene a cuento del espectáculo de carnaval que tuvimos que soportar ayer en el pleno, alucinando de que para este grupo de desgobierno, todo lo que no es fiesta y paellas, es carnaval. El empleo y las inversiones esperarán para mejor ocasión, pese a que hemos vuelto a ocupar el ominoso primer lugar en desempleo de la provincia. Pero eso con ellos no va. Se ocupan de preparar una vergonzosa exposición, al más puro estilo del concejal de (in)cultura, que llegó a mandar a la pira dos libros al comienzo de su (des)gobierno.
La primera parte del espectáculo ayer fue una exhibición de unos calendarios sobrantes, que se hicieron para repartir a los vecinos (que recibieron sus calendarios, salvo los que se reservó) y para que Mesa promocionara al municipio con los miles de turistas que iban a venir de la mano de sus cuatro asesores turísticos, que nos han costado la friolera de 6000 euros mensuales. Es público y notorio la afluencia de turistas que ha logrado Mesa. Y su promoción consistía en subirse al carro de una iniciativa socialista que obsequiaba a los vecinos con un calendario de 2012 (en nombre del ayuntamiento, no como los miles de 2011 y de 2010 que descubrimos en los almacenes y que se hicieron con el logo de AIS, Pero los pagó el ayuntamiento). Pues los calendarios de promoción turística no se repartieron. Y ahora nos los echa en cara a nosotros. Pues, señor Mesa, si hubieran sido nuestros, estarían repartidos, no le quede ninguna duda. De nuestro bolsillo, en algún momento, llegamos a dejar en cada casa una botella de sidra, que es bastante más difícil de repartir que un calendario.
La segunda fase  de la exposición fue una caja de detergentes (vamos a llamarlos lejías, para entendernos) que fueron adquiridos después de que varias empleadas de limpieza (por cierto, muy afines a AIS) dejaran en cuadros la limpieza municipal por alergias a los productos. También es cierto que el convenio así lo manda. Visto lo visto, adquirimos una partida de productos de limpieza antialérgicos, productos que no son fáciles de encontrar en el mercado local. Además, era un producto universal, que valía para cualquier superficie. Y se adquirieron para un año. La cuenta es fácil, aunque el alcalde dice que se baja el sueldo un 10% cuando en realidad lo hace un 0,03%, por lo que no creo que sepa mucho de cuentas, si no es a su favor. Así que, dada su ignorancia (de todos), se las hago:

130.000 litros de disolución (cada bote da para 1000 litros) dividido entre 5 litros de producto disuelto que ocupa un cubo, da 26000 cubos de agua con producto para limpiar. Si 26000 cubos los dividimos entre 300 días laborables da 86 cubos diarios. En el municipio hay dos grandes centros escolares, que precisan (aulas, pupitres, áreas comunes, despachos, cocina y comedor) al menos 25 cubos diarios. Dos centros por 25 son 50 cubos. Convengamos que los otros tres centros (centro ocupacional, infantil y unitaria de Las Rosas) conjuntamente lleven otros 25 cubos. Ahí tenemos 75 cubos. Quedan 11 para el resto de dependencias municipales (Tercera edad, baños públicos mercado de medianías y zonas recreativas, casas de la juventud, tres edificios municipales)…. Creo que nos quedamos muy cortos en nuestro cálculo para un año. Porque, señores míos, para fregar distintas estancias SE CAMBIA EL AGUA. Cosa que ustedes no conocían cuando, desde el Francisco Afonso Carrillo, en el pasado (Marcos lo recordará) se pidió productos de limpieza y les mandaron ¡¡¡una botella de lejía!!!!. Pues eso. Que para fregar se cambia el agua, que el olor no invalida la eficacia de un producto (pregúntenselos a los sanitarios) y que el edil que hizo bromitas pretendiendo verter líquido para obsequiar a la chica concejala, tenía que haber cambiado la botella por una de güisqui y obsequiar al alcalde. Seguro que aceptaría. Porque los productos de limpieza les molestan, con entera seguridad, porque no se beben.

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