domingo, 2 de noviembre de 2014

¡¡¡QUE PENA NO HABER PODIDO ESTAR!!!!

Todos conocen mi gusto por el folklore, la música y la obra bien hecha. Viendo las excelentes fotos de Edgar del acto de anoche, mi primer pensamiento fue ¡¡¡qué pena por no haber estado allí!!! El espectáculo fue un lujo, por el que debo felicitar efusivamente a Jolgorio, los Labrantes de la Palabra, Santa Rosalía y al concejal Iván García, que por fin encuentra el camino de saber lo que es un concejal de cultura. Si desde el principio hubiera seguido la senda del trabajo realizado por Cayetano Silva y Lali Toledo, seguro que ahora estaríamos hablando de otra cosa. Porque como le hemos dicho reiteradamente, un concejal dejar trabajar a los grupos organizados, los apoya y presenta propuestas culturales. Al recuperar la senda que le marcó Cayetano y Lali, con la representación de Don Juan Tenorio la noche de todos los Santos, y el espíritu de nuestra Semana de las Tradiciones, creo que por fín ha encontrado el camino. Tarde fue, pero llegó. Así que felicidades y a no perder el rumbo.

El motivo de nuestra ausencia fue precisamente los  antecedentes. Y los antecedentes son de abandono de los objetivos principales del municipio: desarrollo económico, empleo, obras, mantenimiento, gestión económica. Todos esos aspectos fundamentales han sido cambiados por fiestas.  Vecinos hay que dirigiéndose por necesidad perentoria de empleo o de ayudas sociales reciben respuestas del tipo: “Hasta mitad del año que viene, no puedo hacer nada por ti”. Esa respuesta doblemente ofensiva (por ignorar que las necesidades básicas no se aplazan y por llevar implícito el mensaje de “si votas por mí en mayo, te ayudo”) no es para celebrarla. Mientras, el gasto en fiestas se multiplica y no tenemos plan de estabilidad porque impediría seguir gastando a manos llenas en festejos.  El plan de estabilidad, que era para tres años, habrá que ejecutarlo, ese sí, en el año y medio restante tras las elecciones. Esta irresponsabilidad manifiesta es lo que nos hace rechazar los alardes continuos de festejos, por ignorar la realidad social del municipio. A mi particularmente me hubiera gustado ser una ciudadana más, y haber asistido y disfrutado del acto de anoche, pagado con el dinero de todos. Animé a muchos vecinos a ir. Pero como responsable política, la única manera de decir que los adornos no pueden suplir al traje, que lo fundamental está antes que el ornato, es decir que “no en mi nombre” y hacerlo patente con mi ausencia. Porque la cosa está muy mal, por mucho que haya un acto propio de relevancia de la concejalía de Cultura. Por eso hoy digo ¡¡¡qué pena no haber podido ir!!!

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