POR QUÉ ME ENFADA EL CASO DEL MASTER DE CIFUENTES (II)
He vuelto a dejar pasar un tiempo prudencial porque, pese a estar muy enfadada, un querido amigo, al que valoro mucho por la sensatez de sus opiniones, me hizo que pensara en la posibilidad de que el asunto fuera un montaje. Y día a día he ido haciendo un seguimiento milimétrico del tema. Y día a día, aparte de coincidencias en fechas de difícil, aunque no imposible, ajustes, han ido apareciendo datos que muestran como el empaquetado del asunto máster dejaba ver un interior cada vez más turbio: máster leído sin las condiciones de todo aprobado, sin la asistencia obligatoria a un máster presencial, matrículas cumplimentadas meses después de haber, supuestamente, aprobado todo, ausencia de trabajo y de rastro informático el mismo y de permisos para excepcionalidades, supuestas falsificaciones de firmas... Aún así, he esperado cautelarmente hasta hoy. Hoy en que se acaba de producir la declaración de la presidenta del máster, haciendo constar que no se presentó el TFM y que su firma en el acta es una falsificación. Y yaenfadada es poco. Me subo por las paredes. Porque ni Cifuentes ni el PP tienen derecho a denigrar a la universidad pública, la esperanza de los pobres. Pobres que han tenido que ver los últimos años como sus hijos han dejado de acceder, por motivos económicos, a la universidad. Pobres que cotizan para cofinanciar el máster por el que Cifuentes pagó 1500 euros, obviamente solo una parte del coste real. Porque ni el PP ni Cifuentes tienen derecho a ofender al profesorado universitario, ni a quienes hemos cursado estudios en la universidad pública. Porque ni el PP ni Cifuentes tienen derecho a denigrar a la clase política como lo han hecho. Porque ni el PP ni Cifuentes deben burlarse de la ciudadanía. Porque el PP y Cifuentes están tardando en hacer lo que todos creemos que deben hacer. Irse y pedir perdón.
He vuelto a dejar pasar un tiempo prudencial porque, pese a estar muy enfadada, un querido amigo, al que valoro mucho por la sensatez de sus opiniones, me hizo que pensara en la posibilidad de que el asunto fuera un montaje. Y día a día he ido haciendo un seguimiento milimétrico del tema. Y día a día, aparte de coincidencias en fechas de difícil, aunque no imposible, ajustes, han ido apareciendo datos que muestran como el empaquetado del asunto máster dejaba ver un interior cada vez más turbio: máster leído sin las condiciones de todo aprobado, sin la asistencia obligatoria a un máster presencial, matrículas cumplimentadas meses después de haber, supuestamente, aprobado todo, ausencia de trabajo y de rastro informático el mismo y de permisos para excepcionalidades, supuestas falsificaciones de firmas... Aún así, he esperado cautelarmente hasta hoy. Hoy en que se acaba de producir la declaración de la presidenta del máster, haciendo constar que no se presentó el TFM y que su firma en el acta es una falsificación. Y yaenfadada es poco. Me subo por las paredes. Porque ni Cifuentes ni el PP tienen derecho a denigrar a la universidad pública, la esperanza de los pobres. Pobres que han tenido que ver los últimos años como sus hijos han dejado de acceder, por motivos económicos, a la universidad. Pobres que cotizan para cofinanciar el máster por el que Cifuentes pagó 1500 euros, obviamente solo una parte del coste real. Porque ni el PP ni Cifuentes tienen derecho a ofender al profesorado universitario, ni a quienes hemos cursado estudios en la universidad pública. Porque ni el PP ni Cifuentes tienen derecho a denigrar a la clase política como lo han hecho. Porque ni el PP ni Cifuentes deben burlarse de la ciudadanía. Porque el PP y Cifuentes están tardando en hacer lo que todos creemos que deben hacer. Irse y pedir perdón.
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