martes, 15 de diciembre de 2009

EL MESIAS DE HANDEL

Ayer, en el Auditorio de Tenerife se celebró la segunda edición de una representación que augura ser un acontecimiento navideño permanente, al igual que el concierto de navidad en el Muelle. Ya pasó en Barcelona, donde nació de la mano de la Caixa, que es la entidad que lo cofinancia aquí. Este concierto participativo de El Mesías de Händel ya se celebró el pasado año en el Teatro Guimerá y este año tuvo lugar en la majestuosa sala del Auditorio que registró un lleno absoluto.
Las diferencias entre el espectáculo de la edición pasada y el de este año son la participación del coro y orquesta Concierto Italiano, puesto que las formaciones de soporte fueron las mismas: las magníficas corales tinerfeñas Coral Reyes Bartlet, Coro Universitario de La Laguna, Coro Carpe Diem, Coro del Conservatorio Superior de Música de Canarias, Coro Polifónicos Universitario de La Laguna y Orfeón La Paz.
La orquesta Concierto Italiano, que yo oía por primera vez, dirigida por Rinaldo Alessandrini, se manifestó como una gran orquesta barroca. Alessandrini es un músico que empezó muy joven tocando el clavicémbalo, y después de haber actuado con los grandes maestros europeos, decidió crear su propio grupo, que poco a poco ha ido abordando repertorios de mayor envergadura. Ahora se ha enfrentado, con éxito, una obra del nivel de El Mesías. La orquesta italiana dota a la solemne obra de Händel de una frescura diferente.
La sensación de anoche, con el concierto participativo que puso en juego a más de doscientos participantes pertenecientes a las corales citadas consiguió con creces el efecto de que el público nos sintiéramos rodeados de música. Los artistas profesionales en el escenario y el gran número de personas que cantaron y arroparon el concierto en la zona propia de los espectadores, los excelentes cantantes que tienen nuestros coros, con sus alternancias entre los solistas y los momentos en los que todo el mundo canta, provocaron unas corrientes y emociones que fluyeron de una forma espontánea, no dejando indiferente a nadie. En el momento en el que el preparador levantó la batuta y empezaron a sonar por primera vez todos los coros juntos, los aplausos, impertinentes por interrumpir la obra, no se contuvieron. Un gran éxito, gracias al esfuerzo de todas las personas. Anoche todos salimos encancatados del nivel musical que existe en la Isla.
Lo dicho, un excelente sabor de boca, una final apoteósica, donde en un bis nos regalaron, tras más e diez minutos de aplausos, el Aleluya.
Como regalo, aquí va una mezcla de varios fragmentos, para reflexionar:
El señor nos dió la palabra,
lo corruptible deberá transformarse en incorruptible,
no todos dormiremos,
pero todos seremos transformados,
en un instante,
en un abrir y cerrar de ojos,
romapmos sus ataduras en pedazos
y liberémonos de sus yugos.
Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífica la obra de el Mesías. Tuve la oportunidad de verla el pasado año en el Guimerá, algo más acogedor si se quiere. Pero creo que esta es una obra de dimensiones grandes y que ha sido un acierto que la llevaran al Auditorio de santa cruz. ¿que diría Doña Fidela al mensaje del Mesías que nos dice más o menos lo de 2abrir puertas como hojas en el aire" "puertas eternas"?. ¿T que pasará cuando "suene la trompeta fina"?. Espero que ese Mesías que usted supo disfrutar y que tan estupendamente nos lo ha descrito, no abandone a la gente de buena voluntad. Y en definitiva que nos envéi un mensaje de Paz, de Unión y de FORTALEZA habida cuenta de que es en esta Fortaleza en donde se han vertido las máximas esperanzas y espectativas de futuro para la liberación de nuestro pueblo.
Perdone y gracias.