martes, 20 de junio de 2017

ANGRY PEOPLE, HATERS, HUNTERS…. NO, GRACIAS: PREFIERO CONSTRUIR



ANGRY PEOPLE, HATERS, HUNTERS…. NO, GRACIAS: PREFIERO CONSTRUIR
Hace unos años consulté a un magnífico político de mi partido, de los que construyendo ganan elecciones, sobre la posibilidad de actuar en contra de cierto medio que me atacaba semana tras semana, con pruebas suficientes para ganarle en los juzgados. Mi compañero y amigo me dijo: “Claro que puedes, y seguramente ganarás. Pero has de pensar que en dos años tienes las elecciones, y que debes elegir. O ganar en el juzgado, o trabajar codo con codo con tus vecinos para ganar las elecciones. Las dos cosas son incompatibles. El que guerrea, no construye”. Y uno se va quedando con aquellos consejos que le resultan de una sabiduría brillante. EL QUE GUERREA, NO CONSTRUYE. Son dos cosas incompatibles.
La izquierda, gran parte de ella, ha decidido guerrear. Con los de fuera, pero también internamente. La gente airada (angry people) del 15M ha dado paulatinamente paso a los haters (odiadores) que te saltan al cuello por un quítame allá un desacuerdo argumental o una confrontación dialéctica. Pasar de hater a hunter (cazador) es relativamente fácil. El odiador reúne contra ti a una pléyade de otros haters y, todos unidos, van a cazarte. Hunters odiadores y airados que no dejan títere con cabeza. Odiadores airados que se levantan con el ceño fruncido, no con el ánimo de criticar constructivamente y proponer soluciones, porque pensar es muy trabajoso, sino con el objetivo de cazar a unos cuantos adversarios de opinión, a los que convierten de golpe en enemigos a cazar.
Instintivamente he vuelto a retomar esa conversación de hace unos años de mi amigo, el político que gana elecciones y repaso su modus operandi. Construir, construir, construir. Construir obras necesarias para su municipio, lazos de unión entre su gente, autoestima de personas y colectivos. Construir.

Y decido que ese es mi modelo. Construir. Porque no quiero levantarme airada, con el ceño fruncido, odiando a todo lo que alrededor sea distinto, yendo a cazar envalentonada con una masa de otros odiadores a quien discrepe o, simplemente, considere distinto. Porque un día completo de odio y cacería me impide dormir bien, y al día siguiente estoy abocada a levantarme de nuevo enfadada, más hater y más hunter que nunca. Y sin ánimo para construir. Por eso digo, alto y claro, que no quiero angry people, haters y hunters a mi alrededor. Sólo constructores. De ideas, de concordia, de soluciones a los problemas. Bienvenidos los constructores. Adios la angry people, haters y hunters. No más. No en mi nombre. 

No hay comentarios: